El motivo del viaje, realizado ayer viernes 30 de junio, fué instalar un diálogo con las comunidades de Atacama, principalmente con el Consejo de Pueblos Atacameños (CPA).
El consejo, durante la tarde de ayer, dudó sobre su participación en el diálogo ya que, el presidente decidió, unilateralmente (escuchando el consejo los Ministerios de ciencias y minería) invitar a dirigentes sociales de los pueblos Colla, Quechua y Aymara.
En el comunicado, que realizaron horas antes del encuentro, argumentaron:
" (...) La estrategia nacional del litio y la relevancia que tiene para el país requiere diálogos directos con las comunidades en sus respectivos territorios. En consecuencia, hacemos un llamado respetuoso al presidente de la república, para que pueda tomarse el tiempo suficiente de atender a las comunidades del pueblo Colla pero en sus territorios".
"no es lo mismo el salar de Maricunga (Región de Atacama) que el salar de Atacama (Región de Antofagasta), las necesidades son distintas", sostuvieron.
Después del tenso momento, el CPA, que exigía que se cumpliera el tiempo propuesto por Boric para conversar (3 horas), asistió junto con representantes de las comunidades Colla, Quechua y Aymara.
Los intereses detrás del diálogo
Siguiendo la línea política del fracasado "Plan Buen Vivir" que significó más estados de excepción y encarcelamientos por "declaraciones" de los dirigentes de la Coordinadora Arauco Malleco, el gobierno ha querido, después de años de saqueo empresarial de la zona, iniciar un diálogo con las comunidades Atacameñas.
Esta iniciativa recuerda al "nuevo" plan de "Comisión de la Paz y el Entendimiento" desplegado en la Araucanía por Apruebo Dignidad, que pretende ser una mesa de diálogo dirigida por una serie de "expertos", compuesta por integrantes de la ex concertación y ex autoridades del último gobierno de Piñera.
A diferencia de la comisión, ésta iniciativa de diálogo se desarrolla en un contexto diferente y con un objetivo distinto.
El legítimo reclamo del Consejo de Pueblos Atacameños, expresa en sí mismo, la falta de participación de las comunidades en los procesos productivos ( extractivos en este caso) al exigir dialogar por tres horas para exponer sus necesidades, no dejaron pasar la oportunidad de hacerlo.
Sin embargo, el objetivo del gobierno es concretar una estrategia nacional del litio que permita mantener intacto otro ciclo de explotación y saqueo del litio sin ninguna incidencia más allá de las palabras ( y menos, alguna problemática, cómo lo podrían ser movilizaciónes, cómo las que ocurren en este momento en Jujuy) de las comunidades en el asunto.
Las prioridades, cómo ha mencionado el mismo gobierno, son claras: colaboración del Estado y Privados. Porsupuesto, sin trabajadores ni comunidades problematizando la extracción a destajo y la contaminación que la acompaña. La cual con esta estrategia seguirá empeorando en la región. |