En una conferencia de prensa citada el pasado lunes 3 de julio, este grupo de más de 300 dirigentes encabezados por Miguel Ángel Osorio Chong, ex secretario de gobernación de Enrique Peña Nieto, presentó una renuncia masiva al PRI, así como el lanzamiento de una nueva plataforma que van a encabezar llamada Congruencia por México.
El legislador aseguró que esta renuncia se daba por varios motivos, entre ellos la estrepitosa pérdida del Estado de México en las pasadas elecciones, de lo cual acusan directamente al presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno, por tardar en definir a la candidata, además de obstaculizar la campaña de Alejandra del Moral, mientras causaba conflictos internos en la bancada del Senado durante la elección, concluyendo que estas fueron las principales razones por la cuales se perdió el gobierno del estado en las pasadas elecciones.
Otro de los argumentos presentados como motivo de la renuncia, es que durante la presidencia de Moreno se fueron perdiendo muchas entidades en las cuales gobernaba el partido tricolor, pasando de tener 16 estados a solamente tener dos en la actualidad, acusando al dirigente nacional de hacer prevalecer sus intereses personales, representados en dar prioridad a sus acuerdos con el gobierno en vez de ser una oposición congruente.
En su declaración de renuncia, Osorio Chong destacó también con distintos datos cómo es que se han ido perdiendo, del 2019 hasta la fecha, de forma sistemática, cientos de cargos en gobiernos municipales y diputaciones locales: tenían 2050 puestos que ahora perdieron; hay 3 entidades donde no cuentan con representantes locales; han perdido también gobiernos de las capitales donde ahora solo tienen 3, cuando antes del 2018 gobernaban 17 de las 32 capitales del país.
El senador cerró la conferencia asegurando que “no se iban a quedar esperando sentados a ver lo inevitable”, refiriéndose a la bancarrota del PRI, advirtiendo que su salida del partido para ellos no significa su retirada de la política, sino que recorrerían el país para contactar a los priístas que comparten la misma visión que ellos y deseen integrarse al nuevo agrupamiento cuya formación anunciaron en la misma conferencia.
Pasado y presente en la debacle del PRI
Este proceso de rupturas, reacomodos y renuncias al partido que fue hegemónico durante más de 70 años no es nuevo y este episodio forma parte de una serie de importantes rupturas, que inclusive dieron origen a nuevas formaciones políticas, como lo fue en 1988 una de sus primeras grandes fracturas internas encabezada en ese entonces por Cuauhtémoc Cárdenas y el Frente Democrático Nacional, del cual después se formó el PRD.
En la actualidad esta quiebra está relacionada con la fundación del Morena, donde ahora muchos de los ex dirigentes del PRI son gobernadores de la 4T aunque pertenecieron durante muchos años al tricolor: como David Monreal, gobernador de Zacatecas; Layda Sansores, de Campeche; Miguel Ángel Navarro, de Nayarit; Alfonso Durazo, de Sonora; Lorena Cuéllar, de Tlaxcala; Julio Menchaca, de Hidalgo y Américo Villareal Anaya, de Tamaulipas.
Esto tiene un antecedente en el gobierno de Peña Nieto, con la aplicación de las “reformas estructurales” donde los partidos del régimen se unieron para aplicarlas, además de la importante crisis política que se abrió con el caso Ayotzinapa, que del 2015 en adelante ocasionó también una salida masiva de dirigentes priístas y su eventual incorporación al Morena.
La ruptura del PRI y su contenido de clase
Este grupo saliente del PRI estuvo durante la aplicación y fue ejecutor de las reformas estructurales del sexenio anterior, lo cual también forma parte de este profundo hundimiento, ya que las consecuencias se vieron reflejadas en la vida cotidiana de millones de trabajadores, mujeres y jóvenes que ven al Partido Revolucionario Institucional como el más grande símbolo de la corrupción y el principal culpable de que las condiciones de vida hayan empeorado.
Si bien el Morena logró capitalizar este profundo quiebre del principal partido político del siglo XX que fue el PRI, eso no significa que el partido ahora en el gobierno no dé continuidad a múltiples políticas que se aplicaron o se comenzaron a aplicar en sexenios anteriores: en el terreno educativo, laboral, en las telecomunicaciones, la militarización del país y la entrega de los recursos naturales como ahora el litio, que son algunos ejemplos que dan cuenta de la continuidad de políticas neoliberales.
Por ello los socialistas del MTS pensamos que si bien la debacle del PRI no se da en el vacío y que en efecto es producto de su propio desgaste, eso no quiere decir que los partidos actuales, incluyendo a Morena, representen una salida de fondo para los problemas que enfrentamos diariamente lxs trabajadorxs, las mujeres y la juventud. Desde nuestro punto de vista, es necesario construir una herramienta política de la clase trabajadora, que plantee una salida anticapitalista, socialista y revolucionaria a los problemas profundos de la sociedad.
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