Con este resultado, Syriza obtendría 145 escaños en el parlamento y podría liderar nuevamente una coalición de gobierno con el partido de derecha nacionalista y xenófoba Griegos Independientes, actuales socios de Tsipras.
Los conservadores de Nueva Democracia, dirigidos por Vanguelis Meimarakis, obtuvieron un 28,04 % y 75 escaños.
Nada más conocerse este primer resultado oficial, Meimarakis reconoció la derrota de su partido y felicitó a Tsipras.
“Dimos la batalla con seriedad, al parecer el resultado da la victoria a Syriza y a Tsipras. Le felicito, el resto lo discutiremos”, afirmó Meimarakis en declaraciones a los medios a su llegada a la sede de la formación, cerca del centro de Atenas.
Tsipras, quien llegó a la sede de Syriza alzando el brazo en señal de victoria, fue aclamado por la multitud que se encontraba en la calle.
En el tercer lugar se consolidaron los neonazis de Amanecer Dorado, con un 7,12 % de los votos, un 0,84% más que en las elecciones de enero y 19 escaños en el parlamento.
Le siguen, los socialdemócratas de Pasok, con el 6,41 % y 19 asientos, los comunistas de KKE, con un 5,49 % (15 escaños) y el centrista liberal To Potami, con un 3,91 % y 10 asientos.
Los nacionalistas Griegos Independientes, socios de la coalición de Gobierno con Syriza, obtuvieron el 3,71 %, ganado 10 escaños, mientras que la Unión de Centristas, una formación fundada hace más de dos décadas, pero que nunca logró un escaño, obtuvo el 3,47 % e ingresó en el parlamento con 9 asientos.
Fuera del hemiciclo queda de momento la recién creada Unidad Popular (UP), partido escindido de Syriza y liderado por el exministro Panayotis Lafazanis, con un 2,80 %. La formación está integrada por una veintena de ex diputados de Syriza que rompieron con Tsipras tras la firma del memorándum y contó con el apoyo público del ex ministro de Finanzas Yanis Varoufakis y la ex presidenta de Parlamento por Syriza, Zoe Konstantopoulou.
Detrás de la UP, la coalición anticapitalista Antarsya, que en estas elecciones se presentó en coalición con el EEK, cosechó un 0.81 % de los votos (un 0.13 % más que en las elecciones de enero de 2015), con lo que tampoco pudo acceder al parlamento.
La barrera mínima para acceder al Parlamento está situada en el 3 %.
La participación, tras el 25 % escrutado, era del 54,55 %, la más baja registrada nunca en unas elecciones nacionales, en un país donde el voto es obligatorio.
Cerca de diez millones de griegos estaban llamados hoy a votar en estos segundos comicios adelantados en lo que va de año, que transcurrieron sin incidentes.
Los colegios electorales abrieron a las 04.00 GMT y cerraron a las 16.00 GMT.
Muchas personas que votaron a Syriza en las últimas elecciones, hace 9 meses, se mantuvieron indecisas hasta último momento, desencantadas con Syriza. Muchos de ellos se abstuvieron, optaron por otros partidos, o volvieron a votar a Syriza como “mal menor” ante el posible regreso del conservador Nueva Democracia.
Con este resultado, Alexis Tsipras será el encargado de aplicar el memorándum firmado con la Troika (ahora “Cuadriga”) contra el pueblo griego que mayoritariamente dijo “OXI” (No) al nuevo ajuste, el cual incluye duras medidas antipopulares como las privatizaciones y nuevos recortes en pensiones y derechos sociales.
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