Se inauguró oficialmente el Gasoducto Néstor Kirchner. La obra fue la respuesta a los cuellos de botella en el transporte, que condiciona la producción de gas en Vaca Muerta. El Gobierno está a la caza de dólares para honrar la deuda.
Este domingo el Gobierno con todos los integrantes del Frente de Todos realizó el acto inaugural del primer tramo del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), que tiene una extensión de 573 kilómetros y conecta Tratayén (Neuquén), con Salliqueló (Buenos Aires). La intención oficial es continuar con el segundo tramo que abarca el trayecto que va de Salliqueló (Buenos Aires) a San Jerónimo (Santa Fe).
Mauricio Macri lanzó la primera licitación del gasoducto, pero se terminó postergando por falta de financiamiento. Luego el gobierno del Frente de Todos tras un acto en Neuquén lanzó el proceso licitatorio.
La producción de gas en Vaca Muerta viene batiendo récords, pero está limitada por los cuellos de botella en el transporte, y la obra apunta a resolver el escollo, así como reducir las importaciones de gas que demandan dólares. El gasoducto es un tramo central del plan integral "Transport.AR". Según datos oficiales las fuentes del financiamiento para las Obras denominadas Transport.Ar suman hasta el momento $440.962 millones, de ese total un 14% corresponde a la Ley 27.605 conocido como “Aporte Solidario”.
La obra busca reducir las importaciones de energía, subsidios. En la próxima etapa de la obra las petroleras, en su buena medida privadas y extranjeras, buscan aumentar las exportaciones. Pero el gasoducto no fue pensado en función de las necesidades de las grandes mayorías, miles de familias que viven sobre las reservas de Vaca Muerta no tienen conexión a la red de gas natural. Detrás de la “meca” petrolera se esconden los incidentes ambientales, los accidentes laborales y las muertes obreras.
Las empresas ganadoras
Las principales empresas productoras de gas en Vaca Muerta son Tecpetrol, Total Austral, YPF, Pan American Energy (PAE), Pampa Energía y Pluspetrol.
En la construcción de la obra fueron beneficiadas empresas que también son productoras de gas: Techint y Pampa Energía. Tecpetrol, es el brazo petrolero del Grupo Techint, mismo pulpo que estuvo a cargo de proveer los caños del gasoducto.
Este grupo también conformó una Unión Transitoria de Empresas (UTE) con SACDE, la compañía del grupo Pampa Energía que dirige Marcelo Mindlin (empresario amigo de Massa) para las obras de construcción del gasoducto.
Además, el Gobierno le adjudicó a Transportadora Gas del Sur (TGS) el servicio de operación y mantenimiento del gasoducto. Esta compañía es controlada por Pampa Energía y la familia Sielecki.
Las empresas del sector también fueron premiadas por este Gobierno con los subsidios del Plan Gas, y un régimen que les permite disponer de divisas en una proporción vinculada a la producción incremental. Una de las primeras leyes impulsadas por el Gobierno fue la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva que redujo los derechos a la exportación de hidrocarburos de un 12% a un 8%. Un gesto hacia los gobernadores petroleros y las empresas con proyectos en Vaca Muerta para seguir con el extractivismo.
El Gobierno subraya la creación de empleo de la obra, pero se oculta la precarización laboral. Cristina Fernández mencionó el trabajo de la planta de Tenaris Siat ubicada en Valentín Alsina. En dicha fábrica se contrataron 400 trabajadores, y luego despidieron alrededor de 100 personas tras soportar extensas jornadas laborales de 12 horas para cumplir con los plazos.
¿Dólares para quién?
En 2022 las importaciones de combustibles y lubricantes aumentaron un 120% en relación a 2021 por el impacto de la guerra en Ucrania, según datos del Indec. Entre 2016 y 2021 este rubro significó el 9% en promedio del total de las importaciones y en 2022 ascendió a 16% del total. En los primeros cinco meses del año las importaciones de combustibles alcanzaron U$S3.455 millones, representaron el 11% del total de las importaciones. El Gobierno aspira con el gasoducto a una sustitución de importaciones y un ahorro de U$S2.200 millones para 2023 y de U$S4.200 millones a partir de 2024. Es decir, para el año próximo se ahorraría alrededor de un tercio de lo importado en 2022.
El Gobierno también presenta la obra como una “oportunidad” para obtener dólares en el comercio exterior ante la “escasez” de divisas. Así, Massa destacó que se va “a aumentar las exportaciones de petróleo” y que en los próximos años “la Argentina va a tener superávit comercial”. Sin embargo, no es que hubo un problema de falta de superávit.Entre 2000 y el 2022 el país fue superavitario en casi todos los años, excepto 2015, 2017 y 2018. Argentina acumuló entre 2000 y 2022 (incluso considerando los años de déficit comercial) un ingreso neto de U$S 190.406 millones.
Presentan al Gasoducto como una conquista arrancada al FMI. Pero el FMI alienta el extractivismo para "generar divisas". En su revisión de junio de 2022 destacó la necesidad de “facilitar la construcción del gasoducto que conecta las vastas reservas (...) de Vaca Muerta".
El problema es que a pesar del superávit comercial hay un flujo permanente de dólares que salen por otras ventanillas como la fuga de capitales legal y la no declarada con maniobras de las empresas y complicidad de los bancos, los pagos de la deuda externa (pública y privada) y por los envíos de las ganancias hacia sus casas centrales por parte de las compañías extranjeras que operan en el país. Entre los tres gobiernos kirchneristas y el macrista, es decir entre 2003 y 2019, la fuga alcanza una suma cercana al saldo comercial positivo.Entre 2003 y 2015 se fueron U$S100.000 millones y otros U$S86.000 millones en el macrismo. Vale recordar que varias de las empresas involucradas en el negocio del gasoducto estuvieron entre las cien que fugaron dólares durante el macrismo como Techint, Pampa Energía, Transportadora del Gas del Sur, entre otras del sector. El peso de la remisión de utilidades es importante porque la estructura económica argentina está extranjerizada y hay un dominio del capital extranjero sobre los núcleos estratégicos (agronegocio, hidrocarburos) de la economía. Según la última Encuesta Nacional a Grandes empresas 2021, elaborada por el INDEC, muestra que, entre las 500 grandes empresas, 304 son con participación extranjera y solo 196 de capital nacional.
Cuando el saldo del comercio exterior dejó de alcanzar para compensar la salida de dólares por las otras ventanillas mencionadas se impusieron restricciones que limitaron el crecimiento de la economía. Sin cortar la sangría de dólares de los pagos de la deuda, la fuga y la remisión de utilidades un salto de las exportaciones como promete el Gobierno solo servirá para que esas divisas se lo apropien los saqueadores. Incluso, el director de la Dirección General de Aduanas, Guillermo Michel, admitió que las divisas que genere el Gasoducto Néstor Kirchner permitirá “pagarle al Fondo”. El aumento de las exportaciones no significa que haya un desarrollo económico, y no hay soberanía honrando la deuda con el Fondo.
A pesar de las promesas oficiales, solo siguen los negocios para unos pocos. Por eso es necesario un programa de otra clase para terminar con la decadencia nacional, la dependencia y el atraso. Entre las medidas fundamentales que desde la izquierda planteamos están la nacionalización de los bancos para conformar una banca estatal única, y del comercio exterior bajo control de los trabajadores, la nacionalización y estatización de las empresas imperialistas que controlan resortes estratégicos de la economía, y el desconocimiento soberano de la deuda. Así, como también la estatización de la industria energética bajo control de sus trabajadores y comunidades afectadas, para iniciar una transición ecológica urgente y al mismo tiempo garantizar el acceso a la energía a toda la población.