El presidente del Real Madrid ha movido ficha gracias al Ayuntamiento de la capital. Con el apoyo del PP de Almeida y de un concejal del PSOE Florentino Perez se dispone a dar otro pelotazo urbanístico más en la capital para crear un parking privado de casi 2.000 plazas para una ciudad aún más atestada de coches.

La nueva empresa que dirige uno de los hombres más ricos del país, Real Madrid Estadio SL, ha sido la única solicitante del espacio público colindante al Santiago Bernabeu para la construcción de un parking subterráneo que significará grandes beneficios para el empresario. Esto se ha hecho gracias a una cesión por 40 años por parte del ayuntamiento de Madrid a cambio de una compensación ínfima.

Como incluso un concejal del PSOE reconoce, Antonio Giraldo, se trata de “una privatización de un espacio público contra el interés general”, a cambio de 561 millones de euros por la administración de dos parkings uno bajo el Paseo de la Castellana y otra bajo la calle Padre Damián.

Con un coste de 95 millones de euros estas instalaciones ocuparán un espacio de 60 mil metros cuadrados. Se trata de una expansión urbanística que generará solo con su construcción 385 millones de euros al empresario a cambio de toda la destrucción del espacio habitable alrededor del Estadio, la molestia a los vecinos de alrededor y la potenciación de una crisis de la calidad del aire en la zona del centro que ya ha sido condenada varias veces por la UE.

Otra parte de los ingresos vendrá de parte de ingresos recibidos (46,8 millones) que pagaran los residentes que puedan alquilar una de las 547 plazas reservadas para los vecinos, entre 70 y 125 euros al mes. Mientras que para los autobuses para los que se reservarán 12 dársenas aportarán 20,9 millones más. Otros ingresos (10,2 millones) llegarán por el alquiler de plazas de la Plataforma de Movilidad Compartida de Emisiones Cero dedicada al ‘carsharing’, ‘motosharing’ y vehículos de movilidad personal (VMP). Por mucho que quiera hacernos creer tanto el Ayuntamiento como el concejal del PSOE, se trata de un pelotazo urbanístico más para el beneficio económico de grandes empresarios y los partidos del Régimen a costa del bienestar de los vecinos y de las cuestionables relaciones entre estos partidos y los beneficios empresariales.

“Es verdad que el concurso estaba abierto, pero claro con las cifras y cantidades que se movían es cierto que muy pocas empresas podían presentarse” declaraba Geraldo y añadía que esta cesión ha acabado por tramitarse por “creo que finalmente se ha quedado en 200.000 euros”, un precio ridículo por la cesión de un espacio público.

Pero no es la primera vez que sucede un pelotazo de estas características, el último fue realizado por el gobierno de Carmena con el pelotazo de Madrid Nuevo norte una cesión al BBVA y a la constructora San José por parte de la alcaldesa referente de los mal llamado Ayuntamientos del cambio.

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Si bien el PSOE ha denunciado que no se conocían los beneficios económicos que podía generar este proyecto, demostrando que más que un problema con este pelotazo urbanístico tenía que conservar una careta de progresismo que es difícil de tragarse. De esta manera a la vez que uno de sus concejales declaraba que “tenemos que favorecer siempre el transporte público” permitían, con el apoyo de uno de los suyos, que se aprobase el proyecto que beneficiaba a Florentino.

La zona del Bernabéu, ahora en remodelación, no necesita una ampliación del aparcamiento de dichas características y es por ello que algunos de los vecinos de la zona de Chamartín se han unido en una plataforma y ya se han manifestado en varias ocasiones. Los vecinos denunciaban en estas protestas que este proyecto no está avalado por una demanda real de movilidad y estacionamiento, y que responde exclusivamente a los intereses del Real Madrid.

En lo que respecta al resto de partidos que forman parte del ayuntamiento es creer que en el lugar de Almeida no hubieran aceptado dicho pelotazo, tanto por parte del PSOE como del neorreformismo cada vez más derechizado y adaptado a las necesidades de los grandes capitalistas, sea Podemos, Sumar o Más Madrid. Como ya demostraron en los cuatro años del gobierno de Carmena

El modelo de esta ciudad es el del más ferviente neoliberalismo y se refleja en el favorecimiento a los grandes empresarios y sus pelotazos urbanísticos por encima de las necesidades sociales. En una ciudad donde la calidad del aire se ve afectada por la utilización de transporte privado, en lugar de mejorar el transporte público y una mejora de la calidad de vida los políticos del régimen buscan el beneficio de los grandes capitalistas.

Es necesario un rechazo hacia este tipo de pelotazos y una denuncia directa a los políticos que ponen por encima los beneficios capitalistas y las ciudades del asfalto a las necesidades por mejoras en el transporte público. Buscar soluciones reales a los problemas de la vivienda y urbanísticos pasa por plantear abiertamente la necesidad de expropiar los fondos de los fondos buitre y poner los intereses de la mayoría social en primer lugar. El neoliberalismo del ladrillo que promueve el Ayuntamiento de Almeida no solo regala recursos públicos a los intereses privados sino que también tiene profundas consecuencias ambientales que amenazan a nuestra salud con olas de calor insufribles y pérdida en la calidad del aire que afectan más directamente a nuestras vida.