Foto: sitio La Caldera del Diablo
De acuerdo a lo anunciado por autoridades de los dos clubes, en el partido que disputarán el Domingo a las 21.30 hs, el granate recibirá a 6 mil visitantes de Independiente en sus tribunas populares y otros 900 en las plateas. De esta manera, sería el primer partido de relevancia en el que además un club grande oficiará de visitante, luego de más de dos años de prohibición.
La experiencia del fin de semana pasado estuvo al borde del bochorno, ya que se trató de partidos de bajísima importancia y de muy poca asistencia de público. Se calcula que unos 300 simpatizantes de Olimpo de Bahía Blanca visitaron a Arsenal en el viaducto de Sarandí. Pero ahora se trata de un partido en el que se espera cancha llena de locales y visitantes.
El anuncio fue realizado por Alejandro Marón, presidente de Lanús, club que sufrió la muerte de un hincha en Junio de 2013 en el Estadio Único de La Plata (el granate enfrentaba a Estudiantes) y que fue la causa por la que se dictaminó la prohibición de público visitante en todos los estadios de Primera y luego también en el resto de las divisionales. Que esta vez sea Lanús el club que tiene la iniciativa tiene mucha significancia.
La decisión está fundamentada en que cuando estos clubes se cruzaron por Copa Argentina contaron con asistencia de ambas hinchadas y todo transcurrió sin ningún tipo de incidentes. Por otra parte, autoridades de AFA darían el visto bueno porque Lanús está realizando una prueba piloto con el sistema AFA-Plus.
En principio, este partido sería el único de la fecha 26 con locales y visitantes. Pero no son pocos los dirigentes que quieren poder anunciar definitivamente el regreso de visitantes a todos los estadios antes de las elecciones nacionales del 25 de Octubre. El candidato más beneficiado con un anuncio de esas características sería Daniel Scioli, actual gobernador de la Provincia de Buenos Aires; si le dan la posibilidad al candidato oficialista de anunciar una medida muy popular entre simpatizantes del fútbol podrían asegurarse buena relación con uno de los más probables futuros ocupantes de la Casa Rosada.
La prohibición de hinchadas visitantes –además de ser impopular- demostró ser una medida ineficaz ya que desató como nunca las luchas internas entre barras bravas de los propios clubes. Con o sin público visitante, el problema de las barras seguirá presente: no es ninguna novedad que –más allá de los discursos- el poder político, la dirigencia de la mayoría de los clubes, las fuerzas de seguridad y las barras bravas conviven y están interrelacionadas; una verdadera “sociedad anónima” que es notorio que existe pero que todos sus componentes simulan desconocer. | 
