La Secretaría de Economía anunció que se concretó un “plan de reparación” que incluye acciones y compromisos para aplicar la Ley Federal del Trabajo en la planta llantera Gy ubicada en San Luis Potosí.
Por su parte, el gobierno imperialista de Estados Unidos informó, mediante su representante comercial, Katherine Tai -quien opera como la administradora gubernamental de los empresarios estadounidenses en México- que esta es ya la cuarta vez que se activa este mecanismo que es resultado de las negociaciones del T-MEC (Tratado México, Estados Unidos y Canadá) impuesto por la administración de Donald Trump en 2019.
El pasado mes de mayo, las y los trabajadores de la llantera fueron llamados a las urnas para poner a consulta la legitimación del Contrato Colectivo de Trabajo, donde la dirección pro patronal del sindicato de la CTM, encabezado por el charro, Tereso Medina, fue descubierta robando urnas, por lo que se optó por repetir el proceso después de las expresiones de repudio y hartazgo que mostró la base trabajadora. Este fraude ya lo había intentado en General Motors Silao, pero la base repudió.
Hasta la fecha no se ha reagendado la legitimación, es por esto que las autoridades buscan aparecer como los salvadores y mediadores de la clase trabajadora, cuando es claro qué, tanto el gobierno de México y sus instituciones, como el gobierno estadounidense, están conscientes de las precarias condiciones de trabajo que se viven en la planta y en el resto de la zona del Bajío, pero no es hasta que se alza la voz que aparecen para “cumplir la ley”.
Ya desde 2018, ante el descontento acumulado por las malas condiciones de trabajo, se había iniciado un proceso para echar al charro Medina del sindicato, pero la empresa favoreció a este burócrata, por lo que se sostuvo en el poder a pesar del movimiento en contra y las denuncias.
Esta misma receta implementó el gobierno estadounidense para hacerse pasar por democrático en la planta de General Motors Silao 2021, cuando fingió ponerse del lado de las y los trabajadores durante el proceso de legitimación, entrevistando trabajadores y recibiendo llamadas por parte de una oficina del T-MEC,
En ese momento, para muchas y muchos trabajadores era suficiente que se votara un nuevo sindicato, bastó con que se votara un nuevo sindicato, Sindicato Independiente Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Industria Automotriz, SINTTIA para ostentar la titularidad del CCT. Sin embargo, a la fecha, las denuncias de horarios extenuantes de más de 12 horas, abuso patronal, maltrato, falta de seguridad y abuso a los derechos humanos -entre muchas otras más-, no fueron atendidas y siguen siendo parte del día a día en la ensambladora guanajuatense.
Es por esto, que las y los trabajadores de Goodyear, deben de autoorganizarse sin ceder un ápice de confianza al gobierno imperialista de Biden, ni al de la 4T (AMLO para atraer inversiones y aumentar las exportaciones mexicanas, tiene que garantizarle a las empresas de Estados Unidos-y otros países- sus ganancias.
El descontento obrero debe expresarse, no solo en las urnas, sino también con la movilización en las calles y en unidad con las organizaciones que se dicen democráticas (como el Frente Sindical Potosino) y exigir a los sindicatos que se reclaman independientes como SINTTIA, para que se les apoye, no solo con declaraciones locales, sino con acompañamiento solidario efectivo, donde la base trabajadora sea informada y sea ella la que decida de manera combativa de apoyar el descontento de las y los trabajadores de Goodyear. |