Las áreas a las carreras para las que presentaron examen fueron cuatro: la primera, Ciencias Físico Matemáticas e Ingenierías; la segunda Ciencias Biológicas y de la Salud; la tercera, Ciencias Sociales; y la cuarta, Humanidades y Artes.
En cuanto al área 1 las carreras con más demanda son: Arquitectura con 8,941 aspirantes, 451 aceptados y 8490 excluidos, Ingeniería en Computación con 5,546 aspirantes, 206 aceptados y 5,340 excluidos, Ingeniería Civil con 3,268 aspirantes, 390 aceptados y 2878 excluidos.
El total de aspirantes para esta área es de 36,771, de los cuales 3,590 fueron seleccionados, y 33,181excluídos.
Por parte del área 2 las carreras más solicitadas son: Cirujano Dentista con 8, 554 aspirantes, 411 seleccionados, 8,143 excluidos; Enfermería con 7,965 aspirantes, 455 seleccionados y 7,510 excluidos; Medicina Veterinaria y Zootecnia con 6,853 aspirantes, 199 seleccionados y 6,654 excluidos; Médico Cirujano 27,119 aspirantes, 399 seleccionados y 26,720 excluidos.
En esta área el total de aspirantes 79,592. Los aceptados fueron 3,586 y excluidos 76,006.
En el área 3 las más demandadas son: Administración con 8,354 aspirantes, 731 seleccionados y 7,623 excluidos; Contaduría con 6,407 aspirantes, 957 seleccionados y 5,450 excluidos; Derecho con 12,768 aspirantes, 1,554 seleccionados y 11,214 excluidos.
En esta el total de aspirantes es de 42,102, de los cuales 6,378 fueron aceptados y 35,724 rechazados.
Por último, las carreras más demandadas del área 4 son: Artes Visuales en la FAD con 2,598 aspirantes, 82 seleccionados y 2,516 excluidos; Diseño Gráfico en la FES Acatlán con 2,572 aspirantes, 37 seleccionados y 2,535 excluidos; y Pedagogía con 5,808 aspirantes, 387 seleccionados y 5,421 excluidos.
De la cuarta área el total de aspirantes fue de 19,939 con 2,202 seleccionados y 17,737 excluidos.
Como mencionamos al inicio de este texto, el total de aspirantes para el concurso de ingreso a la UNAM en este año fue de 178,404 de los cuales sólo fueron aceptados 15,756 dejando fuera a 162,648 jóvenes de la educación superior.
Tal como planteamos en esta nota, consideramos que debe haber un incremento al presupuesto educativo de por lo menos el 10% del PIB, dinero que debe provenir de destinar cero pesos a la militarización del país, a la deuda externa y con impuestos progresivos a los empresarios que se enriquecen del trabajo precario de la juventud que no tiene derecho a estudiar.
Además, las universidades deben estar bajo el control de sus estudiantes, docentes y trabajadores con un gobierno tripartito, para garantizar que dicho presupuesto esté destinado a construir suficientes universidades, escuelas y contratar docentes con plenos derechos laborales y para conquistar universidades que estén realmente al servicio del pueblo pobre y la clase trabajadora y no de los empresarios y sus gobiernos.
Esta perspectiva sólo la podremos alcanzar en la organización entre docentes, trabajadores y estudiantes. Para acabar de raíz con la educación como perpetuadora de la división y desigualdad de las clases sociales, luchamos por acabar de una vez por todas con esta sociedad capitalista. |