La inflación acumuló un incremento de 115,6% en los últimos doce meses, el Gobierno echa más nafta al fuego con la devaluación encubierta que anunció este lunes para complacer al FMI. Las consecuencias de la inflación recaen sobre los trabajadores y los sectores populares, que hacen malabares para llegar a fin de mes.
Ante el deterioro del poder adquisitivo, ¿cuánto debiera ser el salario como mínimo? La Junta Interna de ATE Indec calculó que la canasta de consumos mínimos al 30 de junio fue de $363.570.
El informe detalla que un hogar constituido por una pareja de 35 años con dos hijos en edad escolar necesitó, en junio de 2023, de $363.570 para satisfacer sus necesidades. Este valor se compone de $125.468 necesarios para adquirir una Canasta Alimentaria Mínima y de $238.012 para acceder a otros bienes y servicios básicos.
Los trabajadores del organismo aclaran que, no es ningún ideal, pero incluye el pago del alquiler, ítem que no está considerado en la canasta de pobreza que realiza el Indec. La canasta, que elabora la Junta Interna de Ate Indec, contiene un ingreso requerido en la actualidad para cubrir las necesidades básicas de los trabajadores y su núcleo familiar.
“Ningún trabajador debería ganar-de bolsillo-menos que el valor calculado es este ejercicio”, afirman los trabajadores del Indec.
¿Cuánto perdieron los trabajadores estatales?
El informe advierte sobre la pérdida salarial de los trabajadores públicos, en junio de este año la caída del poder adquisitivo para una categoría D0 es del 37,3% con respecto a diciembre de 2015.
También les trabajadores denuncian la precarización laboral en el Estado. Muchos trabajadores son monotributistas y el documento alerta que “a la pérdida del poder adquisitivo general, se le debe sumar la no percepción de medios aguinaldos, presentismo y las exiguas sumas fijas que el gobierno otorga como paliativo. Por ejemplo, tomando un salario neto mensual actual de $139.506, ha acumulado una pérdida que alcanza la suma de $1.348.120, esto es el equivalente a casi 10 meses de honorarios”.
Ante la carestía de la vida es necesario un aumento salarial de emergencia para recuperar todo lo que se perdió durante el macrismo y el gobierno del Frente de Todos. Los dirigentes sindicales deberían estar a la cabeza de un plan de lucha en defensa del salario y del empleo con medidas como un salario mínimo de $232.427, que se actualice por inflación, en el camino de lograr un mínimo que cubra la totalidad de una canasta familiar. Así como también pelear por el pase a planta permanente de los trabajadores contratados, tercerizados, e informales, y por la unidad de trabajadores ocupados y desocupados.
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