Gaspar Rivas, actualmente preside la comisión de Educación de la Cámara Baja. Este martes que recién pasó, esta instancia legislativa sesionó para continuar con el estudio del proyecto de ley que modificaría la Constitución para extinguir las deudas y obligaciones contraídas en virtud de la Ley 20.027, que establece normas para el financiamiento de estudios de educación superior.

Fue dentro de este contexto que Rivas, desfachatadamente realizó un “descargo de responsabilidad”, por la frase que mencionó dentro de la sesión: “Voy a decir lo siguiente, aunque la frase está descontextualizada porque no es mía, es de hace más de casi doscientos años atrás. Suena un poco machista, pero contextualicémonos que es de hace 200 años atrás, respecto de la Constitución, que se supone que ampararía el derecho a que habría que resarcir esta expropiación a los bancos y la frase es la siguiente: a esa señorita, que se llama Constitución, hay que violarla todas las veces que sea necesario”, sostuvo.

Descaradamente realizó este descargo, tratando de desmarcarse, lo cual era prácticamente imposible, debido que de alguna u otra forma si mencionó aquella frase, es porque precisamente la reivindica, y no sólo el contenido que resulta ser despreciable, no por el hecho de la Constitución, la cual sabemos se usa para regular el Estado Capitalista en función de sostener y privilegiar los intereses de las clases dominantes, sino que por su dejo machista de avalar la violación como método vejatorio salta la vista.
Además de la reivindicación a Diego Portales, como el “padre del Estado de Derecho”, no es más que demagogia en un sentido, debido a que Portales despreciaba a las clases populares, tildándolos de seres llenos de vicios, que carecen de virtud, es un hijo defensor de la elite, y constructor del Estado en base a la superposición de una clase sobre otra, fundador de una República, donde unos valen más que otros y que el poder se mide según tus ganancias y negocios.