Considerado uno de los más importantes representantes de la Generación del 98, Machado perteneció a una familia de intelectuales y maestros. Esto influyó en su educación y desarrollo intelectual desde temprana edad. Estudió en diversas ciudades españolas, incluyendo Madrid, donde se formó como filólogo y literato.

Su obra poética estuvo signada por temas como la identidad, el amor, la naturaleza, la existencia humana y la realidad española de su época. Sus primeras obras poéticas se enmarcaron en el modernismo, pero con el tiempo, su estilo evolucionó hacia un lenguaje más sencillo y directo, característico de la corriente literaria conocida como "poesía pura".

También fue profesor y trabajó como catedrático de francés en institutos de Soria, Segovia, Baeza y Soria, ciudad que dejó una profunda huella en su obra. Durante la Guerra Civil Española, Machado se exilió y murió en Collioure, pocos días después de cruzar la frontera francesa, en condiciones precarias y afectado por la tristeza y la enfermedad.

Algunas de las obras más conocidas de Antonio Machado incluyen "Soledades, galerías y otros poemas" (1907), "Campos de Castilla" (1912), "Nuevas canciones" (1924) y "Poesías completas" (1936).

Uno de los poemas más famosos y emblemáticos de Antonio Machado es "Caminante no hay camino", también conocido como "Proverbios y cantares XXIX" o simplemente como "Proverbios". Este poema es parte de su obra "Cantares" y forma parte de la colección "Campos de Castilla", publicada en 1912.

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.

Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.

Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar.

La idea de que "no hay camino" sugiere que cada persona debe encontrar su propio rumbo en la vida, enfrentar sus propias experiencias y desafíos, y así trazar su propio camino único y personal.

"Caminante no hay camino" se ha convertido en un símbolo de la búsqueda de la verdad interior y la necesidad de vivir el presente con autenticidad. Su mensaje universal y su profunda simplicidad hacen de este poema una de las obras más apreciadas y recordadas de Antonio Machado.

Machado en la Generación del 98

A finales del siglo XIX y principios del XX surgió la generación del 98, integrada por distintos intelectuales y artistas, entre los que destacó Antonio Machado. Su nombre proviene del año 1898, que marcó un hito importante en la historia de España debido a la pérdida de las últimas colonias de ultramar, como Cuba, Puerto Rico y Filipinas, tras la derrota en la Guerra Hispanoamericana.

Este grupo de pensadores y escritores, profundamente afectados por la crisis política, social y cultural de España, se caracterizó por su análisis crítico de la realidad española, su búsqueda de una esencia nacional y su deseo de renovar la cultura y la literatura del país.

Estos escritores compartían una visión crítica de la realidad española, así como una búsqueda de la autenticidad y la identidad de España en medio de una crisis política y cultural. Sus obras representaron una renovación y enriquecimiento de la literatura española, y su influencia se extendió más allá de su época, dejando un legado significativo en la historia cultural del país.

En la Revolución española

Antonio Machado tuvo una postura cercana a la República durante la Revolución Española. Durante la Segunda República Española (1931-1939), Machado mostró su simpatía y apoyo a las ideas republicanas y democráticas que surgieron en España después de la caída de la monarquía.

Es importante tener en cuenta que Antonio Machado fue un intelectual comprometido con la realidad social y política de su tiempo, y su poesía reflejó su preocupación por los problemas de la sociedad española. Su obra literaria se enriqueció con los cambios políticos y sociales que acontecían en España, y la defensa de la justicia y la libertad eran temas recurrentes en su poesía.

En 1936, durante el estallido de la Guerra Civil Española, Machado se encontraba en Madrid y se mostró a favor del bando republicano. Aunque no fue un activista político en el sentido tradicional, sí se implicó en algunos actos culturales y literarios a favor de la causa republicana.

Después del avance de las fuerzas franquistas y la caída de Madrid en manos de los franquistas, Machado se vio obligado a huir hacia el sur, acompañado por su madre y su hermano José. Durante su exilio, escribió algunos poemas que reflejaban su tristeza y sufrimiento por la guerra y la situación de España.

Entre finales de noviembre de 1936 hasta abril de 1938, residió en Valencia. A pesar de sus problemas de salud, escribió artículos, análisis, poemas y discursos (como el que pronunció para las Juventudes Socialistas Unificadas, en una plaza pública de Valencia ante una audiencia multitudinaria), y asistió al II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura organizado por la Alianza de Intelectuales Antifascistas y celebrado en la capital valenciana, donde leyó su reflexión titulada “El poeta y el pueblo”. Aquí sus palabras:

"El poeta es en el fondo un hombre como los demás, pero posee un sentido, una percepción y un sentimiento más intenso de la realidad, de la belleza, de la justicia. Y si la vida no es justa, él la sueña justa; si no es bella, él la quiere bella. Y es su sueño, su deseo, el que mantiene la vida con un poco más de justicia, con un poco más de belleza."

Finalmente, en febrero de 1939, Antonio Machado cruzó la frontera hacia Francia, pero su salud ya estaba debilitada y murió poco después, el 22 de febrero de 1939, en la localidad de Collioure.