Las patronales venían muy duras sin ceder nada, esto, junto con la enorme bronca que se vive en los talleres y las fábricas, impulsó a la conducción de la UOM a convocar al paro y la movilización a las oficinas de Techint. La medida tuvo una gran adhesión, se mostró la fuerza de las y los metalúrgicos en todo el país. Incluso en algunas seccionales como en Tierra del fuego, los trabajadores se negaban a levantar el paro. En otros talleres donde ni siquiera hay delegados, se paró igual. Esta bronca que salió a la luz, y la enorme disposición de la base del gremio para luchar, fue lo que asustó a las patronales e hizo que aceptaran casi todos los puntos que pedía la conducción de la UOM. Una negociación en tiempo récord.

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Sin embargo, el porcentaje que se peleó, no fue consultado en asambleas en todas las fábricas. Al finalizar el segundo trimestre, el salario básico, será de $185.380, este número se ubica todavía lejos de los $232.426 que cuesta la canasta básica según el indec en julio, que para septiembre aumentará varias decenas de miles de pesos.

El aumento alcanzado, se da en un marco de una situación económica muy complicada. El FMI presiona para un mayor ajuste, y Massa toma medidas para los grandes empresarios. Por ejemplo, el nuevo aumento del dólar agro a $340. Esta medida incide sobre los precios del maíz, y sus derivados como la polenta, o los pollos y el cerdo alimentados con él. De nuevo, más inflación.

El dólar paralelo se fue a 550 pesos, y las reservas del banco central están en una situación delicada, se prevee un nuevo salto del dólar frente a las corridas cambiarias de los especuladores. Tanto Massa, como los candidatos de la derecha, adelantan que van a hacer una devaluación del peso. Por eso, un punto flojo del acuerdo paritario, es que promete la “paz social” hasta diciembre, cuando los grandes grupos económicos, inclusive Paolo Rocca, vienen pidiendo una devaluación que afectará sobre todo a los salarios.

Otro aspecto importante que quedó pendiente, es la negociación en la rama 21, la que engloba a los trabajadores de empresas siderúrgicas, como son Techint y Acindar, 2 pesos pesados del rubro. La UOM se reunió con estas empresas el día martes y como no se llegó a un acuerdo, se reunirán nuevamente el día jueves. Llama la atención que en las 2 plantas más importantes del país, como son la de Siderca y la de Siderar en San Nicolás (ex somisa), no haya habido paro el martes pasado, siendo que Abel Furlán y Naldo Brunelli, 2 importantes dirigentes del gremio, son quienes dirigen esas plantas. Tampoco se aprovechó la fuerza que tuvo la medida, para poner en discusión el tema de la precarización en las fábricas que se da por ejemplo con los contratos temporales, que permiten a las empresas despedirte cuando ellos quieren, como pasó en SIAT, con los trabajadores que hicieron el Gasoducto Nestor Kirchner.

Por otro lado, lo que mostró el paro, fue que las y los trabajadores metalúrgicos, tienen un poder enorme y estan dispuestos a luchar. Desde el Movimiento de Agrupaciones Clasistas, vienen planteando que hay fuerzas para cambiar las condiciones de miseria que se vienen imponiendo los empresarios desde hace tiempo. Y agregan que “Necesitamos hacer asambleas en todas las fábricas y talleres, para discutir un verdadero plan de lucha que nos permita pelear por un sueldo que alcance la canasta básica familiar y por la efectivización de los contratados en todo el gremio. Para pelear por esto, necesitamos construir fuertes agrupaciones clasistas en cada lugar de trabajo, esa es la pelea que estamos dando desde el Movimiento de Agrupaciones Clasistas”.