Este miércoles el Indec publicó el índice de salarios del mes de mayo. Allí se confirma que otra vez los salarios volvieron a perder contra la inflación ese mes, con un aumento de 7,5 % quedando por debajo de la suba de precios promedio (IPC) de 7,8 %. En lo que va del año, los salarios perdieron contra la inflación 2,4 % de poder adquisitivo. Los informales, los más perjudicados.
Desde que Sergio Massa asumió como superministro de economía el 3 de agosto pasado prometiendo frenar la inflación para que (en teoría) se recuperen los salarios, la inflación se aceleró y lejos de toda recuperación, los salarios cristalizaron y acentuaron la pérdida de poder de compra que arrastraban desde el gobierno de Macri.
Entre agosto de 2022 y mayo de 2023, el período de gestión de Massa al frente de Economía, la inflación (IPC) acumuló una suba de 77,1 %, en tanto que los precios de productos de primera necesidad, que componen la canasta básica alimentaria, treparon un 86,9 %. Pero los salarios corrieron por detrás:
Los salarios de toda la economía en promedio subieron 75 % desde agosto pasado, por debajo de la inflación y de la suba de la canasta alimentaria. Esto significa una pérdida de poder de compra de 1,2 % respecto a agosto pasado, y acumula un retroceso de 22,8 % desde octubre de 2016 (inicio de la serie).
Los más perjudicados fueron los asalariados no registrados, que trabajan para un empleador pero no se realizan sus descuentos a la seguridad social y no están protegidos, los llamados "sin derechos". En ese período los salarios de este sector subieron 53,6 %, muy lejos de la inflación y más lejos aún de la canasta alimentaria (CBA). De esta forma, la pérdida de poder adquisitivo es del 11,7 % (y mayor si se contrasta con la CBA) y acumula un retroceso de 43,3 % desde octubre de 2016. Un número altamente preocupante, ya que es sobre los informales sobre quienes más recaen los costos de la crisis y a quienes las cúpulas sindicales no han hecho ninguna medida para proteger ni unir con las luchas de los formales.
Le siguen los asalariados del sector privado registrado. Desde agosto de 2022 a mayo de este año los salarios subieron 74,3 %, también por detrás de la suba de precios. La pérdida de salario real es de 1,6 % y acumula un retroceso de 22,4 % desde octubre de 2015. Muy lejos de la promesa de "recuperación de lo perdido con Macri"
Por último, los asalariados del sector público (nacional, provincial, municipal), crecieron 86,7 %, por encima de la suba de precios promedio pero casi empatando la inflación de los alimentos. Se trata de una tímida recuperación de 5,4 % respecto a agosto, por el impacto de las cuotas retrasadas de los acuerdos paritarios, especialmente a nivel nacional que firmó la burocracia de UPCN, pero aún muy lejos para recuperar lo perdido desde octubre de 2015, donde todavía se arrastra una pérdida de 25,6 % del poder de compra. Es prácticamente la amputación de un cuarto del salario.
De acuerdo a los trabajadores de la Junta Interna de ATE-Indec, la pérdida salarial de los trabajadores públicos de la Administración Pública Nacional, en junio de este año para una categoría D0 es del 37,3 % respecto a 2015.
Los trabajadores necesitaron $ 363.570 para acceder a la canasta de consumos mínimos que calcula este mismo colectivo, considerado el umbral mínimo salarial que debería cobrar cualquier trabajador. Se sabe que una gran mayoría ocupada, en particular jóvenes y mujeres, está muy lejos de alcanzarlo y consigue los trabajos más precarios y peor remunerados.
La central sindical CGT difundió este miércoles en sus redes un spot donde apoya a Sergio Massa como candidato a presidente basándose en una simple comparación con el macrismo y ocultando precisamente el rol de Massa en el ajuste de Macri y en el del Frente de Todos, ambos bajo el régimen del FMI. ¿Qué números está mirando la CGT sobre la situación de la clase trabajadora en Argentina?
Es necesario un aumento salarial de emergencia de salarios, jubilaciones y prestaciones sociales para recuperar todo lo que se perdió durante el macrismo y el gobierno del Frente de Todos.
Los dirigentes sindicales deberían estar a la cabeza de un plan de lucha en defensa del salario y del empleo con medidas como un salario mínimo de $ 232.427, que se actualice mensualmente por inflación, en el camino de lograr un mínimo que cubra la totalidad de una canasta familiar.
Así como también pelear por el pase a planta permanente de los trabajadores contratados, tercerizados, e informales, y por la unidad de trabajadores ocupados y desocupados. |