Sergio Massa y Gerardo Morales son amigos desde hace muchos años, pero empezaron a aparecer públicamente como aliados desde el 2014. Al año siguiente, Massa apoyó la candidatura de Morales a gobernador de Jujuy y hasta le dio a su vice Carlos Haquim, del Frente Renovador.
Por aquellos tiempos, con Alberto Fernandez como su jefe de campaña, Massa era enemigo directo del kirchnerismo como puede verse en este video donde dice “voy a barrer a los ñoquis de La Cámpora”.
Ese mismo año Morales fue uno de los que quería que el Partido Radical se aliara con el Frente Renovador de Massa. Esto no pasó porque terminaron eligiendo a Mauricio Macri y crearon Cambiemos junto a otras fuerzas políticas.
Esto no impidió que tanto Macri como Massa llevaran al radical jujeño (al mismo tiempo) en sus boletas como candidato a gobernador.
Derrotado en las presidenciales de 2015, Massa se fue de vacaciones con su amigo Gerardo, y sus familias, a Brasil para descansar, comer feijoada y jugar al fútbol.
Morales fue quien intervino para acercar a Massa con Macri cuando este ganó la presidencia. Tan servicial fue que Sergio acompañó a Macri a Davos en 2016 a buscar inversiones como líder de la oposición, y encima le votó muchas leyes en el Congreso como pagos a los fondos buitres, el consenso fiscal con las provincias, presupuesto 2018, entre otras.
Ya con Alberto presidente, Massa hizo que el bloque de Morales -que estaba en la oposición- votara por ejemplo la renegociación con el FMI en 2022
Además de esta “hermosa relación” tiene muchas cosas en común:
Primero que ellos y sus fuerzas, Unión por la Patria, y Juntos por el Cambio, tienen proyectos de país extractivistas. Morales viene entregando el litio y el agua a grandes multinacionales pisoteando derechos de las comunidades, pero encontró resistencia. Y Massa dejó bien clarita su postura, como puede verse acá, donde comparo la Cordillera con una torta que hay que repartise.
Segundo que ambos hicieron campaña contra las organizaciones sociales para desprestigiar las protestas sociales. Por algo Massa sigue sin decir nada de la represión en Jujuy.
Tercero. Los dos son aliados de Estados Unidos, quieren pagarle al FMI y se codean con los círculos de poder.
Compiten en las elecciones pero después son amigos, pero no sólo eso, forman y rompen alianzas, votan juntos leyes antipopulares. Es la política capitalista, la que defiende los intereses de los grandes empresarios. Ahí no existe la grieta. |