El ministro y precandidato presidencial difundió un video desde el Ministerio antes de la apertura de los “mercados”. Confirmó que el pago de U$S 2.700 millones al FMI no será con reservas, sino con nueva deuda con organismos multilaterales (CAF-BID) y otra parte en yuanes. En su búsqueda de “tranquilizar” a los especuladores, el Gobierno confirma que se profundiza el saqueo.
Sergio Massa, ministro de Economía y precandidato presidencial de Unión por la Patria, aseguró este lunes por la mañana que Argentina “no va a usar un solo dólar de sus reservas” para el pago de vencimientos por US$ 2.700 millones previstos con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El anuncio lo hizo el propio Massa en un mensaje audiovisual emitido desde el Palacio de Hacienda una hora antes de que comience la primera rueda bursátil de la semana. Según detalló, para pagar este vencimiento se usarán US$ 1.000 millones aportados por la Corporación Andina de Fomento (CAF) y los US$ 1.700 millones restantes provendrán de yuanes prestados por China a través del “swap” acordado entre el Estado nacional y el Banco del Pueblo del gigante asiático.
El ministro dijo que “el acuerdo con el FMI es, probablemente, la peor herencia del gobierno anterior”. Una herencia que, lejos de ser investigada por ilegal y desconocida por ilégitima el Frente de Todos no sólo asumió como propia sino que decidió pagarla a costa del hambre y la miseria de la población. De hecho, Massa dijo muy suelto de cuerpo que "Argentina debe convivir con ese acuerdo y resolverlo hasta tanto pueda pagarlo y transformarse nuevamente en un país soberano". Una confesión de la entrega asumida.
Como afirma en su panorama de este lunesMónica Arancibia, lo que busca Massa (con apoyo de Alberto Fernández y Cristina Kirchner) es “ganar tiempo” mientras “la economía cruje en la recta final hacia las elecciones”.
Analistas oficialistas hablan de la “buena noticia” de haber decidido pagar los vencimientos con el FMI con recursos prestados por China y organismos multilaterales. Pero “la incógnita es si este pacto es suficiente para transitar el período electoral o si el ministro candidato puede perder el control de la situación económica. Los frentes de tormenta abundan: sequía de dólares, inflación y una economía que se frena. Recesión, devaluación y aceleración de los precios son un combo explosivo que agudizará la crisis social con más pobreza y derrumbe del poder de compra de la clase trabajadora”, afirma la economista de La Izquierda Diario.
Como se sabe, el “nuevo” acuerdo con el FMI obliga a la Argentina a mantener sin cambios la “meta” de déficit fiscal primario de 1,9 % del PIB, pese a la baja en la recaudación (por la sequía). Y con menos ingresos, la alternativa es más ajuste. En ese marco, el Fondo sugiere explícitamente “contener el crecimiento de la masa salarial”, además de aumentar tarifas y reacomodar los programas sociales.
Pero todas y todos sabemos que los salarios ya vienen perdiendo mucho, y desde hace años, en un contexto inflacionario que no para. Según el propio Indec, desde que Macri volvió a “traer” al FMI el poder de compra de la clase trabajadora “registrada” ya cayó un 16 %, en tanto que para las trabajadoras y los trabajadores “informales” esa caída asciende al 43 %. Todo, desde ya, con la complicidad manifiesta de las conducciones sindicales que, en su enorme mayoría, apoyan al propio Massa como candidato.
La deuda externa, tanto con el FMI como con otros organismos internacionales y con los llamados “fondos buitre”, es un claro mecanismo de dominación y saqueo de las potencias imperialistas hacia países como Argentina. Por eso, tal como lo plantea la fórmula de precandidatos presidenciales integrada por Myriam Bregman y Nicolás del Caño desde el PTS en el Frente de Izquierda Unidad, de lo que se trata es de rechazar la estafa de la deuda y el enfrentar el saqueo que eso implica.
