Con gran dolor y pesar despedimos a Antonio Sirio Vignoni, luchador de la vida, militante de las causas sociales, preso político de la dictadura militar, trabajador judicial, periodista y escritor. Saludamos y abrazamos a su familia y seres queridos. |
Antonio Sirio Vignoni a la derecha de la fotografía, junto a su compañera de vida Silvia Schvartzman, y sus amigos, ex presos políticos.
En mayo de 1976 se interrumpió la vida cotidiana de Sirio, vida que comenzó en 1945 entre inmigrantes italianos y viñedos mendocinos. A sus 31 años en una Argentina turbulenta, atravesada por una dictadura y una vanguardia obrera y juvenil, que luchaba y militaba por cambiar el mundo de raíz, fue secuestrado por el gobierno de facto, al igual que su compañera de vida y madre de sus tres hijas Silvia Schvartzman. Estuvo secuestrado primero en el D2, posteriormente traslado al penal de Mendoza y luego en la cárcel de La Plata, allí fue prisionero político durante 7 años, 6 meses y 16 días.
Sin embargo, la vida le daría una revancha, en 1983 con la vuelta a la democracia Sirio fue liberado, recomenzando así su vida junto a su familia y pudo ser restituido en su trabajo que ejercía anteriormente al golpe, dentro del Poder Judicial. En su juventud Sirio se desempeñaba como periodista deportivo en El Andino y Diario Los Andes, y posteriormente para El Gráfico.
Apasionado por la lectura y la literatura, Sirio escribió decenas de textos, poemas y publicó dos libros “Voces Interiores” y “Recomenzar La Vida”, allí podemos encontrar valiosos testimonios de su relato, producto de sus años de encierro y de situaciones límites “con una mirada por momentos calma y reflexiva, propia de la distancia. Y otras veces ardiente, propia de la intensidad del recuerdo" describe en su libro el escritor y editor Alejandro Crimi. Además Crimi destaca del libro y de Sirio que "indagó los signos vitales que permiten al ser humano mantener los valores éticos, únicos elementos con los cuales es posible recomenzar la vida”.
Saludamos y abrazamos a sus seres queridos, a su compañera Silvia, a sus tres hijas, a sus nietos y nietas que continúan con su legado de lucha y militancia. |