El documental aborda el rol de la familia Edwards y en particular de su periódico El Mercurio antes, durante y después de la dictadura. La complicidad en las violaciones a los Derechos Humanos siguen impunes al día de hoy. A continuación relatamos brevemente algunos de los casos más polémicos, también abordados en el documental.
El documental, realizado por seis egresados de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile y dirigido por Ignacio Agüero, retrata audiovisualmente el rol de la empresa dirigida por Agustín Edwards antes, durante y después de la dictadura militar.
El trabajo audiovisual recoge particularmente su colaboración con las violaciones a los DD.HH. durante la dictadura, la conexión de Edwards con el gobierno norteamericano y la CIA y, sobre todo, la impunidad de la que goza hasta el día de hoy. A continuación relataremos en breve algunos de los casos más controversiales llevados adelante por el diario hispanohablante más antiguo del mundo.
"El Mercurio Miente"
Durante el año 1967, en medio de la reforma universitaria en la Universidad Católica, el diario El Mercurio acusó una "patente inspiración comunista" del movimiento estudiantil (12 de agosto). La respuesta estudiantil fue, por su parte, colgar fuera de la universidad el reconocido lienzo que consignaba Chileno: El Mercurio Miente.
"Cuando ganó Allende, en Septiembre del 70’, Agustín Edwards viajó prácticamente al día siguiente a Washington..." (John Dinges, profesor de periodismo Universidad de Columbia)
Edwards se entrevistó con Henry Kissinger (en ese entonces consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos) y con el jefe de la CIA, Richard Helms. Llegando a instancias incluso con Nixon, el presidente de los EE.UU. En aquellas reuniones no solo hablaron de una posibilidad de intervención militar, sino que Edwards además consiguió millones de dólares de la época para el financiamiento de su empresa.
Los 119
Caso también conocido como Operación Colombo, fue un montaje dirigido por la DINA en la que El Mercurio cumplió un papel fundamental: extendió la fake new de que supuestamente 119 militantes del MIR se habían acribillado entre ellos, llegando incluso a poner sus cédulas de identidad en cuerpos de argentinos detenidos desaparecidos cuyos cuerpos eran irreconocibles.
Las y los 119, estaban compuestos por 19 mujeres y 100 hombres, quienes en su mayoría pertenecían al MIR, pero también había militantes del Partido Comunista, Partido Socialista, el MAPU y quienes no poseían militancia, pero que se organizaban en barrios, lugares de estudio como universidades, muchos eran también obreros, otros profesionales o dedicados a oficios como la sastrería, el promedio de edad con creces no superó los 30 años de edad.
Así, el diario de Agustín Edwards contribuyó a la operación de inteligencia de la dictadura de desapariciones forzadas.
Prisión política y torturas por un montaje
En 1987, durante la venida del papa Juan Pablo II a Chile, pocos años después de iniciadas las Jornadas de Protesta Nacional, se generaron movilizaciones que fueron duramente reprimidas por la policía. El Mercurio, diciendo haber identificado a dos militantes de izquierda que habían participado de "desmanes", presenta una portada con un evidente montaje fotográfico. La información, habría llegado desde la CNI en vínculo directo con el diario y así fue publicada.
Ambas personas, que se encontraban en la mira de la CNI, fueron apresadas y uno de ellos torturado.
El diario de Agustín, golpista y contribuyente a las violaciones a los Derechos Humanos en Chile, se erige hoy como el orientador de la burguesía nacional y espacio de expresión y dirección para la derecha. Esto, sin reconocer hasta el momento su participación en estos hechos, prácticamente sin recibir sanciones. En completa impunidad.
