El ministro de Economía, Sergio Massa, brindó este jueves por la noche una breve conferencia de prensa en donde convalidó el fuerte aumento de 12,5 % de los precios de todos los combustibles que ya habían aplicado en la mayoría de las empresas y también realizará YPF tras este anuncio.
El ministro aseguró que este será "el último aumento" hasta el 31 de octubre y justificó el mismo en la devaluación del 22,5 % del dólar oficial llevada adelante por el Gobierno el pasado lunes para cumplir con el FMI.
"Esa decisión tuvo un primer impacto, que es la imposición del Fondo Monetario Internacional, en el marco del programa que Argentina tiene con el Fondo, de una devaluación de la moneda del 22,5 %", aseguró Massa.
De esta forma, buscó desligarse de la responsabilidad en la devaluación aplicada el lunes luego de las PASO y que ya estaba acordada con el FMI, que implica un mayor impulso a la espiral inflacionaria que afecta esencialmente a los sectores de menores ingresos y a la clase trabajadora en su conjunto.
"Entramos en un programa en donde no habrá más aumentos de combustibles", aseguró el Ministro. ¿Mantendrá este "compromiso" o se reajustará ante nuevas devaluaciones?
Por último afirmó que "una parte del impacto de la devaluación la termina asumiendo el consumidor, otra parte la asumen las empresas, y otra parte la termina asumiendo el Estado que va a resignar parte de los recursos que cobran impuestos a los combustibles". Pero la crisis no la pagan todos por igual, mientras la inflación golpea los bolsillos y ataca salarios y jubilaciones, las grandes empresas han venido acumulando fortunas. En este cinismo, aseguró que busca "cuidar el bolsillo de la gente"
El Estado otorga una gran cantidad de beneficios y subsidios en particular a las empresas hidrocarburíferas, como por ejemplo, retenciones 0 %. En esta línea, también Massa destacó un agradecimiento especial "a las empresas, tanto productoras como consumidoras".
Frente a nuevos capítulos del ajuste y la devaluación que recae sobre el pueblo trabajador, que aumentan en malestar y la bronca que son la base del crecimiento de la derecha, es necesario oponerle la mayor organización desde abajo, en los lugares de trabajo, para exigir a las centrales sindicales un paro y plan de lucha para derrotar el ajuste y rechazar al FMI. En las calles y con la movilización, en unidad entre los distintos sectores, es el camino para lograrlo.
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