Este 18 de agosto Jesús Madueña y Robespierre Lizárraga, rector y abogado general de la Universidad Autónoma de Sinaloa, respectivamente, fueron citados en la Sede de Justicia zona Centro, en la ciudad de Culiacán, para comparecer en una audiencia donde se les acusa del delito de abuso de autoridad.
La acusación del delito de abuso de autoridad deriva de la negativa de la administración del rector Madueña para que la UAS sea auditada por la Auditoría Superior del Estado. El clima en dicha universidad del noroeste del país ya venía enrarecido desde que el cacique universitario Melesio Cuén Ojeda asumió la rectoría de dicha institución educativa en el periodo 2005-2009.
Durante la administración de Cuén se estableció un cacicazgo mediante reformas a la Ley Orgánica universitaria que quitaron el voto a estudiantes y trabajadores para la elección de rector y directivos, dejando dicha facultad en manos de una Comisión Permanente y del Consejo Universitario, instancias que a la fecha dicho personaje controla mediante la violencia extrema y el clientelismo.
El cacicazgo de Cuén ha impuesto rectores desde el 2009 a la fecha y no se ha detenido ahí. En 2012, utilizando la estructura universitaria y sus recursos económicos, lograron el registro del Partido Sinaloense, un instituto político local de extrema derecha que se ha caracterizado por defender en el Congreso del Estado las causas más conservadoras, como lo son la contrarreforma educativa de Peña Nieto de 2013 ─la cuál impulsaron en coordinación directa con Claudio X. González, criminalizando al magisterio-, y el oponerse al aborto legal así como al matrimonio igualitario, alegando la supuesta defensa de “la familia tradicional”.
Durante los últimos meses han sido publicadas una multiplicidad de investigaciones periodísticas del diario El Noroeste y la Revista Espejo que dan cuenta de escandalosas compras sin licitación por cientos de millones de pesos hechas a empresas fantasma a nombre de personajes ligados a dirigentes del PAS y del hijo del cacique, el joven empresario de nombre Héctor Melesio Cuén Díaz, quien hasta mayo, fue director de Bienes e Inventarios de la UAS.
El hijo del cacique, frente al escándalo mediático, terminó renunciando al puesto que le fue otorgado gracias a la influencia de su padre. El Jr. también está siendo acusado del delito de ejercicio irregular de la función pública.
Sin embargo, los funcionarios universitarios al servicio del cacique, lejos de hincarse ante la tormenta, han intensificado los métodos represivos en contra de los periodistas que hicieron pública la información, así como contra trabajadores y estudiantes que luchan por la defensa de derechos laborales y por la democratización de la universidad.
La cosa no ha parado ahí: en su afán por conseguir impunidad el cacique universitario ordenó a trabajadores de la UAS asistir a una marcha el 7 de julio para presionar al gobierno estatal para que las carpetas en contra de su hijo no se judicialicen.
En esa lógica es que el día de hoy trabajadores del SUNTUAS secciones administrativos y académicos fueron obligados a presentarse en la Sede de Justicia zona Centro para “mostrar músculo político” en favor del rector títere de Cuén, Jesús Madueña, así como del abogado general de la UAS, Robespierre Lizárraga.
Es decir, los trabajadores están siendo utilizados como base de maniobra del cacicazgo universitario en un afán por generar presión política para que los procesos en contra de funcionarios UAS no avancen.
En conversación telefónica para La Izquierda Diario una trabajadora de la Facultad de Ciencias Sociales de Mazatlán mencionó que los directivos de las unidades académicas, escuelas y facultades de la UAS están hostigando constantemente a trabajadores para que acudan no solo a estas manifestaciones, sino también a otras en apoyo a distintos precandidatos presidenciales tanto del Morena como del Frente Amplio por México, como fue el caso del 7 de agosto en que se les obligó a ir al mitin de Xóchitl Gálvez en el Centro de Convenciones mazatleco. “Están desesperados buscando cualquier apoyo que, según sus cálculos, les pueda redituar en impunidad”, expresa la trabajadora.
Ella además señaló que el negarse "... a asistir a estos eventos puede traernos desde descuentos en la quincena... invasión de la materia de trabajo... violentación de nuestra dignidad e intimidad en el área de trabajo... hasta agresiones disimuladas o directas, llevadas a cabo por otros compañeros trabajadores o porros, pero orquestadas por los directivos UAS y caciques del PAS". En el caso de la Facultad de Ciencias Sociales Mazatlán, el encargado de ejecutar las indicaciones del cacicazgo cuenista es el director Jesús Armando Salas Rodríguez.
La orden en el caso del evento de Xochitl Gálvez "vino de arriba", la dio Rafael Mendoza Zataraín, ex diputado local por el PAS y conocido cacique universitario del sur de Sinaloa, mano derecha de Cuén en la región.
El día 18 de agosto quien está operando el acarreo a la Sede de Justicia zona Centro es José Carlos Aceves Tamayo, secretario general del SUNTUAS académicos y titular del Instituto de Educación y Capacitación Política del PAS.
Asimismo, y para dar una idea de los alcances de la intromisión del PAS en la UAS, es necesario mencionar que Robespierre Lizárraga, el otro acusado de abuso de autoridad junto al rector de la UAS, es exdiputado local por el PAS.
Por si esto fuera poco la defensa legal de ambos está a cargo de Milton Ayala, director de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas en Los Mochis y operador político del PAS en la zona norte de Sinaloa, acusado por trabajadores de hostigarlos y agredirlos si no colaboran con activismo y votos para el partido, así como apoyo al cacicazgo que encabeza Melesio Cuén Ojeda.