Como informó La Izquierda Diario, durante este jueves los principales candidatos a la presidencia están rindiendo examen ante el poder económico en el Council of the Americas, que se desarrolla en el hotel Alvear de la Recoleta.
La primera candidata en someterse a la prueba había sido Patricia Bullrich, quien hizo oir palabras de agrado para el poder económico: prometió orden, represión, reformas estructurales, duros planes de ajuste fiscal, apertura de la economía, aumento de tarifas de los servicios públicos y baja de retenciones a las patronales del campo.
En segundo lugar entre los candidatos presidenciales expuso el más votado en las PASO, Javier Milei.
Su discurso estuvo acorde a las ideas que viene sosteniendo, que lejos de ser nuevas -y como él mismo dice- tienen como referencia a los gobiernos neoliberales del pasado que ya han fracasado y empobrecido a millones de personas en todo el mundo, como Carlos Menem en Argentina y Margaret Thatcher en el Reino Unido. También el candidato de La Libertad Avanza suele reivindicar al impopular Gobierno de Mauricio Macri.
En ese sentido, su alocución tuvo como ejes no solo a la propuesta de dolarización que pulverizaría los salarios, sino también a las privatizaciones, el ajuste fiscal "drástico", la reforma laboral para profundizar la precarización y la subordinación completa ante el FMI. También defendió al lobby inmobiliario de los especuladores que lucran con la crisis de la vivienda de millones.
Asimismo, Javier Milei utilizó su habitual diatriba contra "el modelo de la casta política", para ocultar detrás que su programa es para proteger al gran poder económico, del cual es empleado desde hace décadas.
En el terreno electoral, Milei quiso disputar con Patricia Bullrich, afirmando que él es el "verdadero cambio, de 180 grados". "Una Argentina mejor es posible porque los argentinos han despertado a la idea de la libertad".
Claro que cuando se explayó, quedó claro que la libertad que propone es la libertad para los poderosos de explotar y empobrecer más a millones de personas. Con sus habituales referencias en contra de la justicia social, contra el Banco Central y la emisión monetaria, contra el déficil fiscal, disparó contra los "esclavos mentales que no saben salir de estructuras vetustas".
También apuntó al modelo que "solo sirve para la casta de politicos ladrones y empresarios prebendarios, sindicalistas que entregan a sus trabajadores, microfonos ensobrados y profesionales que aduciendo nivel teorico y sofisticacion son operadores del poder".
Sin embargo, detrás de toda esa demagogia que busca empalmar con millones de personas legítimamente descontentas tras años de crisis y ajuste, propuso medidas para empeorar la situación de millones: reforma del Estado, drástica reduccion del gasto publico, privatizar la obra pública y las empresas estatales, eliminación de los subsidios económicos (tarifazos) y dolarización. |