El nuevo proceso de reforma constitucional chileno, tras el fracaso de la que había impulsado el presidente Gabriel Boric y controlado por los partidos de la derecha, parece seguir sin generar expectativas en la gran mayoría de la población, según las encuestas.
En este caso se conoció un nuevo estudio bimestral (para julio y agosto) de Data Tú Influyes. En relación a la anterior medición de la misma encuesta, la predisposición a votar en contra aumentó en 3 puntos, de 31 % a 34 %, la predisposición de más a favor se mantuvo en el 11 %, mientras que la posición de “esperar a lo que salga” para decidir, bajó 2 puntos al 44 %.
Respecto a los ánimos de cara al proceso constitucional, los principales son “Cautela” y “Escepticismo” con un 21 % cada uno, seguidos por un 10 % en el caso de “Resignación” y “Desvinculación”. Poco más abajo, marcando las tres opciones un 9 % se encuentran los ánimos de “Apatía”, “Rabia” y “Esperanza”. Un 6 % de miedo y tan sólo un 3 % de “Entusiasmo”.
Estos resultados se suman a los que ya se han visto en otras encuestas como la UDP Feedback, donde un 60 % se inclina a votar en contra, expresando en su conjunto y de manera muy clara, la distancia del proceso constitucional con las grandes mayorías.
Este es un proceso constitucional antidemocrático, nacido del “Acuerdo por Chile”, firmado desde el Partido Comunista hasta la UDI y ratificado por el Partido Republicano, que fue pactado para relegitimar el Chile de los 30 años, el negocio de los grandes empresarios con los derechos básicos y asegurar un sistema político más excluyente que el actual.
Ahora con las enmiendas que quieren instalar los republicanos, como la prohibición del aborto en tres causales o la liberación de los presos de Punta Peuco, sólo demuestran que nada favorable al pueblo trabajador, a las mujeres y a las grandes mayorías saldrá de este proceso.
Esto lo hemos denunciado desde el día uno, por su forma y contenido. No es necesario esperar al resultado final de la negociación en el Consejo ni a las enmiendas que se aprueben, es un proceso que de conjunto debemos enfrentar para tirar abajo.
Es necesario que las organizaciones sindicales, sociales, de derechos humanos, del movimiento de mujeres, de todos los sectores que serán afectados por este proceso y la Constitución que de aquí emane, se propongan organizar activamente movilizaciones y discusiones para hacer frente a este fraude constitucional anti popular. | 
