Una verdadera burla a millones de jubilados. Esto lo que constituyeron las declaraciones de este lunes de Fernanda Raverta, la titular del Anses que es, además, candidata a intendenta en Mar del Plata. En un video grabado de cinco minutos, explicó los detalles de las medidas anunciadas por Sergio Massa. Fue en ese marco que prácticamente celebró que quienes cobran la mínima vayan a percibir más de $ 124.000. La funcionaria lo sabe, pero prefiera no tocar el tema: la canasta para la tercera edad se estimaba en junio pasado en $ 248.000.
Es decir, con la suba de septiembre -que incluye la actualización por ley- millones de jubilados y jubiladas tendrán para vivir mucho menos de 15 días. Todavía no se aclaró qué pasará con quienes perciben haberes por encima de la mínima, que absorberán toda la pérdida con la inflación galopante.
Hace pocos días, en declaraciones al canal TN, Eugenio Semino había señalado que "si se actualizan los $202.000 por la inflación que publica el INDEC, la canasta básica de los jubilados pasó al menos a $248.000 en junio y el aumento anunciado por el Gobierno corresponde a septiembre, octubre y noviembre. El aumento no alcanza para un yogurt por día”.
En el mensaje grabado, Raverta también informó que el bono de $ 37.000 del que se habló en las horas previas implica, en realidad, sumar $ 10.000 al bono de $ 27.000 que estaba anunciado hace semanas. Ese monto se percibirá solo por tres meses. Hay que tener en cuenta que ese monto será menor en cuanto a poder adquisitivo, porque la inflación de agosto y septiembre será muy fuerte como resultado de la devaluación que impuso Sergio Massa, bajo las órdenes del FMI, al día siguiente de las elecciones.
Como esta medida es claramente insuficiente, Raverta adicionó que "protegen el bolsillo de jubiladas y jubilados" con una ampliación del porcentaje de devolución del IVA por compras con tarjeta de crédito de $4.056 a $ 18.000, aunque no aclaró cuál será el alcance de la medida, hasta ahora es solo para quienes cobran el haber mínimo. Y también la titular de AFIP "celebró" que "ya hay más de 600 mil jubilados que han accedido a créditos a tasa subsidiada", es decir, que han debido endeudarse.
A esto hay que agregar que los aumentos de los haberes previsionales por medio de la movilidad trimestral, que ha venido por detrás de la inflación el último año, afectan no sólo a jubilaciones y pensiones sino a gran parte de las prestaciones que da el Anses, como Asignaciones Familiares, AUH, Seguro por Desempleo, entre otras. Esta fue la principal vía de licuación del gasto y del "ajuste" que pide el FMI, ya que se otorgan bonos compensatorios que nunca compensan realmente y son discrecionales.
Por ejemplo, en el mes de septiembre el incremento anual de la movilidad sumará 101,7 % respecto de septiembre de 2022, mientras que la inflación estaría rondando el 130 % o más. Esta pérdida del orden del 28 % en un año, va a afectar ar todos los jubiladas, jubilados y pensionados, así como titulares de prestaciones, que no reciban bono. En el caso del haber mínimo, con el bono de $37.000 estará obteniendo un incremento interanual de 147 % en términos interanuales (en septiembre de 2022 cobraba entre haber y bono $ 50.373), por encima de los precios promedio, pero para los meses de octubre y noviembre quedará diluido, y seguirá muy lejos de recuperar lo perdido desde el 2015 hasta acá.
Según el último informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), en los primeros siete meses del año los gastos primarios cayeron 8,3% en términos reales mientras que los intereses de la deuda aumentaron 21,2%. De estos gastos primarios, las asignaciones familiares cayeron 25,3% y los programas sociales como Programa Acompañar, Prestación Alimentar y Potenciar Trabajo perdieron 21,3%, en tanto que “en el caso del rubro jubilaciones y pensiones, si bien la disminución real fue más acotada (3,8% a/a), resultó el cuarto rubro de mayor contribución a la reducción del gasto dada su participación en la estructura del gasto primario”. |