Desde el 19 de agosto, el mayor incendio jamás registrado en la Unión Europea arrasa Grecia, en el noreste del país, cerca de la frontera con Turquía. Según el Observatorio Europeo Copérnico (EMS), más de 81.000 hectáreas ya se han consumido en humo en 11 días, superando ya las 18.000 hectáreas quemadas durante el espectacular incendio en la isla de Rodas el pasado mes de julio.
También hay muchos otros incendios en todo el país. Revelando la magnitud de la situación, EFFIS (Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales) indica que en 2023 ya se han quemado 160.000 hectáreas en Grecia frente a 40.000 hectáreas en promedio en esta época del año durante el período 2006-2023.
Ante esta situación, miles de personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares, incluso en el popular barrio de Ano Liosia, en el noroeste de la capital, donde fueron evacuadas 25.000 personas. En Alejandrópolis, una de las principales ciudades del país, varias infraestructuras resultaron vulnerables a la propagación de las llamas, incluido el hospital, que fue evacuado. A partir de ahora, hospitales, viviendas y fábricas corren el riesgo de quedar atrapados en el incendio y multiplicar por diez sus consecuencias.
Los incendios ya se han cobrado la vida de 20 personas, incluidos 19 inmigrantes que fueron encontrados muertos junto a un paso fronterizo entre Grecia y Turquía. Esto confirma una vez más que son las poblaciones más pobres (y entre ellos los migrantes y refugiados) las primeras en sufrir las consecuencias de la crisis climática.
Esta ola de incendios en Grecia se produce después de un mes de julio en el que ya se registró un aumento de los mismos, lo que revela la intensificación de la crisis climática y sus consecuencias. De hecho, estas oleadas de incendios avanzan por “las olas de calor [que] provocan, entre otras cosas, la evaporación del agua que hay en la vegetación, como en las plantas, lo que hace que estas regiones sean más secas y por tanto más vulnerables”, como explica en Reporterre el profesor Apostolos Voulgarakis, especialista en incendios de la Universidad Técnica de Creta.
Este incendio excepcionalmente grande en Europa se suma a una larga lista de desastres climáticos este verano. Pero en realidad, las sequías y cientos de incendios en Marruecos, Argelia, Canadá, Grecia, o incluso temperaturas abrasadoras en España, Francia, Italia, hasta más de 50°C en Estados Unidos y China son, todos ellos, fenómenos devastadores resultantes de la contaminación masiva provocada en beneficio de unos pocos empresarios, como lo demuestran los beneficios récord de la industria petrolera en 2022.
Ante esta catástrofe que avanza, es urgente organizarse contra quienes están destruyendo las condiciones de habitabilidad del planeta para extraer cada vez más ganancias, y los Estados a su servicio. |