La escena era clara. Mientras los disertantes hablaban, la transmisión del evento por Youtube mostraba debajo los logos de las grandes empresas que sponsoreaban el evento. Bancos, empresas del agronegocio, farmaceúticas, del lobby inmobiliario, telecomunicaciones, siderúrgicas, metalúrgicas o de la salud privada, entre muchísimas otras. La lista era infinita.
No hay confusión: la presentación de este jueves por la mañana en el Ciclo "Voces Federales" de la Fundación Meditarránea en Córdoba, con Carlos Melconian y Patricia Bullrich como protagonistas centrales, era bancada por muchos de los sectores más concentrados del poder económico del país. Al fin y al cabo, nada que pueda extrañar: se trataba, ni más ni menos, que de la propuesta de Juntos por el Cambio, cuyo primer tiempo fue bautizado "gobierno de los CEO", de cara a las elecciones de octubre.
Tras el cachetazo recibido en las elecciones PASO de agosto, que dejaron al espacio como segunda fuerza más votada, pero a Patricia Bullrich como tercera como candidata individual, después de Javier Milei y de Sergio Massa, el espacio fundado por el ex presidente Mauricio Macri recalcula su estrategia hacia octubre y, en ese sentido, ha jugado una carta importante: la presentación de Carlos Melconian para disputarle la agenda económica a la otra derecha en carrera, la de Javier Milei, quien considera que su punto fuerte es justamente hablar de economía. Por parte de Sergio Massa es todo más claro: el candidato es el ministro, así que se lo puede juzgar por lo que hace: ajustar y aplicar los planes del FMI.
Juan Carlos Melconian es uno de los economistas liberales más conocidos del país, presidente del "think tank" de la Fundación Mediterránea, organización creada en plena dictadura militar por empresarios de Córdoba.
A mediados de 2022, ante centenares de empresarios en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Melconian había presentado ya el proyecto económico de Fundación Mediterránea, como una “guía para una reforma tributaria, del gasto público y de las relaciones laborales". Tres ejes fundamentales que coinciden con los planes de ajuste y reformas regresivas que impulsa el Fondo Monetario Internacional. En ese contexto, en junio del año pasado, Melconian se reunió también durante tres horas con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Vale recordar también que Melconian había sido funcionario del gobierno de Juntos por el Cambio. En los dos primeros años de la presidencia de Mauricio Macri estuvo a la cabeza del Banco Nación. Luego se alejó con críticas por el "gradualismo" con que Macri aplicaba el plan de ajuste fiscal: Melconian era partidario de un ajuste más drástico, más de "shock".
Cuando finalmente Macri quiso acelerar sus ataques (en lo que se conoció como "reformismo permanente)", se encontró con una gran resistencia obrera y popular que frenó sus planes en las calles en diciembre de 2017.
En aquella ocasión,la lucha de trabajadores, jubilados, jóvenes, organizaciones gremiales y la Izquierda, le puso un freno al intento de avanzar con la reforma laboral. Carlos Melconian es partidario de retomar este camino de ataques que entonces quedó frustrado.
Dentro de su estrategia, Juntos por el Cambio busca convencer de que, a diferencia de Javier Milei, le puede ofrecer al gran capital "gobernabilidad". Es por eso que en su presentación de este jueves, Melconian insistió en que “Estamos listos para desambarcar. Hay un plan, hay un programa, es realista, es implementable, tiene sentido común, es práctico. Tiene futuro, tiene luz al final del túnel. No estamos frente a un salto al vacío”.
“Certidumbre, confianza” fueron también dos expresiones usadas por Melconian, quien varias veces reiteró la necesidad de que los cambios “no sean reversibles”. “Inundaremos cada rincón del país con nuestras ideas y propuestas. Lo único que está prohibido es fantasear con teorías imposibles de poner en práctica”, agregó en obvia referencia a Milei.
Por su parte, la candidata a presidenta planteó en su discurso que “no vamos a lograr lo que tenemos que cambiar si probamos las mismas herramientas. El cambio no es una idea abstracta, es una necesidad. Queremos plantear que para frenar el caos de la Argentina, se necesita orden. La Argentina del caos es ingobernable, la gobernabilidad es cambiar el caos por orden. La anomia se debe reemplazar por la ley, donde las piedras que nos quieran tirar se conviertan en edificios, en puentes, en caminos. Los privilegios se tienen que terminar de una vez para siempre.” |