El avance electoral de la derecha, la devaluación de Sergio Massa, la media sanción de la ley de alquileres, que responde a los intereses de los grandes propietarios inmobiliarios, salto inflacionario, tarifazos y medidas anunciadas que no llegan a cubrir las necesidades populares.
Así estamos país, una frase trillada en Argentina.
¿Qué hacemos frente a esta situación de crisis económica que ya no se puede sostener? ¿Cuántos de nosotras y nosotros no llegamos a la quincena del mes?
En junio de este año, en la paritaria nacional docente, en complicidad con la CTERA, se pautó un fondo compensador de $145 mil pesos en junio y $165 mil a partir de julio. Estamos comenzando septiembre y del fondo compensador nino, ni noticias.
En asambleas en la provincia de Chubut, miles de docentes rechazaron la oferta salarial de Mariano Arcioni y el ministro Grazzini de un 7% miserable que no cubre la brutal pérdida de poder adquisitivo ni llega a cubrir la inflación de agosto estimada en 11%.
Luego de las paso, al día siguiente, Sergio Massa aplicó una devaluación del 22%, un nuevo golpe al bolsillo del pueblo trabajador. Como paliativo, el ministro de economía anunció un bono de $30.000 pesos, una suma que es totalmente insuficiente y deja a millones de trabajadores informales afuera. Al mismo tiempo, nuevos beneficios a empresarios y un acuerdo de precios después de una fuerte remarcación.
Suma fija para trabajadores: $60.000, con dos cuotas mensuales de 30 mil, no remunerativa y por única vez. Además será absorbible por las paritarias que ocurran durante este período. Es para quienes están en relación de dependencia, tanto en el sector privado como público, y cobran menos de 400 mil. Los 30 mil pesos mensuales se quedan muy cortos si tenemos en cuenta la pérdida del poder adquisitivo en los últimos meses. Hoy el 70% de los trabajadores y trabajadoras no llegan a cubrir la canasta familiar Indec. Tampoco lo hará con este bono por única vez.
La desigualdad es brutal
La cifra no solo es insuficiente en medio de la fuerte crisis social y económica, sino que llega después de un manotazo al bolsillo popular. Es como si te sacan un 20% de tus ingresos una semana y te "devuelven" 10 como si fuera un aumento. Incluso muy por debajo de lo que venían señalando las cúpulas sindicales al gobierno, que hablaban de sumas de 100 mil pesos aunque no hicieron nada para imponerlas o reabrir las paritarias. Ahora la CGT rápidamente sacó un comunicado donde plantea su "apoyo a las medidas anunciadas por Massa", asegura que "van en la senda de un Estado presente" y "ratifican el apoyo al ministro".
La Libertad Avanza como Juntos por el Cambio, con sus candidatos Milei y Bullrich, ya han demostrado que están de acuerdo con continuar (e incluso profundizar) el ajuste pactado con el FMI.
Desde el Frente de Izquierda con Miryam Bregman y Nicolás del Caño, somos la única fuerza que plantea medidaspara enfrentar esta crisis a favor de las y los trabajadores
¿Explota la olla?
El 80% de los trabajadores de la educación somos mujeres. Somos las más afectadas ante situaciones de crisis y ajuste porque tenemos los trabajos más precarios.
Este sistema capitalista y patriarcal no va más, es este sistema el que genera desigualdades brutales con miles sobreexplotados y miles sin derechos, el que desecha el 30% de los alimentos del mundo por no poder comercializarlos, el que genera la actual crisis ambiental como el calentamiento global.
Tenemos que pelear por nuestros derechos y por la ampliación de los mismos y no resignarnos a más privaciones y sufrimientos mayores como vienen planteando Unión por la Patria y la derecha.
Hay que organizarse para tirar abajo este sistema y levantar en las calles la pelea por el socialismo, la pelea por la igualdad de condiciones para trabajadores, mujeres y juventud.
Invertir las prioridades, que la deuda con el FMI la paguen los que la generaron y que la plata sea para educación, salud, vivienda y erradicación de la violencia de género.
IFE para todas y todos los asalariados, aumento de emergencia de salarios y jubilaciones.
Hay que imponerle a las conducciones sindicales un plan de lucha y paro nacional contra el ajuste, la devaluación y el avance de la derecha.
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