Unas 10.000 personas afectadas por un ciclón Daniel en el noreste de Libia se encuentran desaparecidas, lo que hace temer que las víctimas mortales de este desastre natural sean más que las 2.400 fallecidas reportadas hasta ahora por las autoridades. Así lo informó este martes la Cruz Roja Internacional.
El delegado de la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (FICR), Tamer Ramadan, dijo que el ciclón Daniel ha sido tan devastador en Libia como el gran terremoto que ha azotado Marruecos días atrás.
"Podemos confirmar que miles de personas han perdido la vida, miles están desaparecidas y miles han perdido sus hogares, pero los números finales serán establecidos por nuestros equipos que están evaluando la situación en el terreno", comentó.
Según los informes, alrededor de un cuarto de la ciudad de Derna, en el este de Libia , quedó arrasada después de que dos represas explotaran durante la tormenta, lo que elevó el número de muertos y desaparecidos y ya provocó unos 20.000 desplazados.
Si bien el ciclón Daniel fue una tormenta de proporciones que no estaba prevista, las fallas en infraestructura sí tienen una responsabilidad, lo que podría haber evitado, o al menos morigerado esta catástrofe.
Gran parte de la infraestructura de Libia fue destruida o seriamente dañada durante los bombardeos de la OTAN, autorizados por una resolución de la ONU en 2011, y la guerra civil que le siguió, instigada por varias potencias imperialistas. Incluso, durante los bombardeos de la OTAN de hace 12 años atrás se destruyó parte de la infraestructura del llamado "Gran Río Artificial", una red de tuberías construidas durante el gobierno de Muamar Gadafi que proveían agua desde uno de los acuíferos fósiles más grandes del mundo a zonas desérticas del país. Con la caída de Gadafi, como parte de esa misma intervención imperialista, la OTAN bombardeó la fábrica de caños que había permitido ese proyecto como así también otras fábricas, puentes, carreteras e infraestructura civil con la excusa de ser objetivos militares.
Libia está políticamente dividida entre el este y el oeste y los servicios públicos se han desmoronado desde el ataque de la OTAN y la guerra posterior. El gobierno "internacionalmente reconocido" de Trípoli no controla las zonas orientales, pero ha enviado ayuda a Derna, y al menos un vuelo de ayuda partió de la ciudad occidental de Misrata el martes.
Por su parte, las autoridades que gobiernan el este del país han solicitado ayuda internacional.
Es posible que la situación pueda agravarse porque las falta de obras en otros sectores, también golpeados por el ciclón, provocaron también cortes de luz e interrupción de los servicios de telefonía móvil y de internet. |