La tribuna, los invitados, las reacciones en los momentos más tensos y todo lo que no se vió del debate de vicepresidentes en TN. En tiempos donde crujen los armados políticos tradicionales, el backstage y la “emocionalidad” entre candidatos que se muestran mucho más amistosos entre sí cuando las cámaras no los filman (y a veces también cuando se prenden).
El final del invierno coincidió con el inicio de la “temporada de debates de candidatos”. Antes de los debates presidenciales oficiales, que serán el 1 y el 8 de octubre, el canal TN organizó un debate para los candidatos a vicepresidentes en sus estudios de la calle Lima.
Pasadas las 20 horas, la previa transcurría de manera cordial, mientras fotógrafos y periodistas iban mostrando la llegada de los distintos candidatos. Los mismos eran recibidos a la entrada del canal, mientras al final del pasillo de entrada los aguardaban invitados y asesores que esperaban para entrar al estudio. Allí se podía ver a Lucía Montenegro (la organizadora del acto prodictadura organizado en la Legislatura bonaerense), la periodista y candidata Marcela Pagano, Diana Mondino y Alberto Benegas Lynch entre otros, acompañando a la candidata de Milei. También estaba con ellos Ramiro Marra, candidato a Jefe de Gobierno porteño de esa fuerza, que entre su desesperación por el catering y los sanguchitos de miga aprovechaba para charlar amistosamente con parte del equipo de Luis Petri, el vice de Patricia Bullrich, como Martín Yeza (también estaban Laura Alonso, Maximiliano Abad, Hernán Lombari y Cristian Ritondo). Un clima muy distinto a los exabruptos contra “la casta” que se suelen escuchar de parte de los liberales cuando se encienden las cámaras.
Unión por la Patria, en cambio, eligió entre sus invitados a pocos candidatos actuales, pero no por eso menos importantes. Cerca de las 21 se pudo ver como ingresaban al salón funcionarios y dirigentes sindicales alineados 100% con el gobierno, que no son funcionarios pero actúan como si lo fueran. Además de la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, y de las cabezas de los bloques legislativos (José Mayans y Germán Martínez en el Senado y Diputados, respectivamente), se destacaba la presencia de Héctor Daer (titular de la CGT), Hugo Yasky (CTA) y Sergio Palazzo (secretario general del gremio de bancarios). Los 3 venían de participar en el acto donde Massa anunció la modificación del impuesto a las Ganancias y de acompañar al ministro en la sesión del martes. Lejos de las calles y de los reclamos contra el ajuste en curso, una vez más los tres volvieron a dejar en claro la complicidad con el rumbo económico y político del Frente de Todos, yendo a hacerle el aguante a Agustín Rossi. También estuvieron con él Victoria Donda y Dora Barrancos.
Ph: Milimicaela
Por el Frente de Izquierda, el acompañamiento a Del Caño incluyó la presencia de Myriam Bregman, única candidata a presidenta presente en el debate. Además, también estuvieron el diputado Alejandro Vilca, Alejandrina Barry (legisladora de la Ciudad de Buenos Aires), Vanina Biassi (candidata a jefa de Gobierno por CABA), Andrea D’atri y Celeste Fierro (candidatas a legisladoras porteña), Rubén el “Pollo” Sobrero (candidato a gobernador bonaerense), Christian Castillo (candidato a diputado nacional por PBA), Patricio del Corro (candidato a diputado nacional por CABA), Luana Simoni (candidata a Intendenta de La Plata) y los exdiputados Juan Carlos Giordano y Nathalia González Seligra. También estuvieron Guillermo Pistonesi, dirigente del PTS y parte del equipo de campaña, y Eduardo Castilla.
Detrás de las cámaras
Luego de la presentación oficial, quedó claro el tono de lo que vendría. Victoria Villarruel se saludó amistosamente con Petri y con Randazzo. No ocurrió lo mismo con Nicolás del Caño, ni tampoco con Agustín Rossi. La tribuna del Frente de Izquierda se hizo escuchar desde el primer momento, aplaudiendo la presentación de Nicolás del Caño, mientras algunos sectores mostraban cierta tensión en la previa.
Villarruel, quien comenzó con la ronda de presentaciones, arrancó fuerte y al medio. Además de candidata, se presentó como presidenta de Celtyv, la asociación desde la cual se posiciona como defensora “de víctimas del terrorismo” en los 70: una provocación clásica de quien se niega a condenar los crímenes de lesa humanidad y busca hacer foco en el accionar de las organizaciones como Montoneros y ERP, relativizando las atrocidades de la dictadura.
Mientras iban transcurriendo las presentaciones, marcadas por el coaching y las frases hechas, en la tribuna se iban viendo las primeras reacciones. Pero en las exposiciones hubo que esperar hasta los “minutos libres” para romper el molde y escuchar los primeros intercambios por fuera del guión. Luego del primer bloque de economía, marcado por un pacto tácito entre Villarruel y Rossi de elegirse mutuamente para polarizar, llegó uno de los primeros contrapuntos más picantes de la noche. Mientras debatían sobre conflictividad social, Del Caño aprovechó para preguntarle a Villarruel “si va a reprimir a las pibas y los pibes que defienden la la Educación Sexual Integral que es una herramienta fundamental para identificar los abusos, ya que usted quiere reprimir a todos los que salen a las calles a reclamar”. Incómoda, Villarruel reclamó: “Ahorrame preguntarme gansadas de ese estilo, acá lo único que vamos a garantizar es el orden”, dejando en claro su rechazo a la implementación de la ESI y a la movilización como mecanismo de protesta. Rossi aprovechó el momento para recordar la frase de Marra, quien hace semanas había sugerido reemplazar la ESI por el consumo de pornografía, mientras el pubertario ponía cara de poker en la tribuna y trataba de pasar el momento entre las risas a su alrededor.
Otros momentos picantes se vivieron cuando el candidato del Frente de Izquierda combatió el falso discurso “anticasta” de Villarruel, recordándole a ella y a los demás partidos que las listas del FIT están compuestas por cientos de trabajadores y no de políticos profesionales como ellos, y cuando en el bloque de Seguridad le recordó a la vice de Milei sus visitas a Videla en la cárcel, cuando éste cumplía condena por crímenes de lesa humanidad, y su aparición como contacto en el cuaderno de Miguel Etchecolatz, uno de los represores más sanguinarios y responsables de la desaparición de Julio López. La afirmación despertó el murmullo en la tribuna y el reconocimiento de varios de los periodistas presentes, que destacaron el cruce por ser el único que hasta el momento se había animado a poner el tema sobre la mesa, mientras Rossi reivindicaba la jerarquización salarial de las Fuerzas Armadas durante su función como ministro de Defensa y buscaba hacer pie con un discurso más securitario.
Desdibujado, Petri intentaba mostrar un perfil calmado, moderado, buscando polarizar con “el kirchnerismo” pero siendo opacado por la batalla dialéctica que mantuvieron Rossi y Villarruel, que solían ignorarlo. Aburrido, excesivamente “coacheado” y sin ningún tipo de emoción, recurrió a frases tan vacías y lugares comunes como inexplicables. "La lucha es el padre de los cambios y el abuelo de la paz que tanto necesita el país", dijo al momento de su cierre, en una frase que todavía nadie comprende. "No le ganaste a Cornejo”, soltó Rossi en una de sus tantas chicanas, buscando ningunearlo.
Milagros
Por su parte, el rol de Randazzo fue difícil de entender. Por momentos al margen de las discusiones, pareció aprovechar el momento de los cara a cara para tirarle un centro a Villarruel y preguntarle por dos de sus caballitos de batalla, explicando su idea para el Conicet y dejándola que hable “contra la casta”. Un papel deslucido y por momentos aburrido, que grafica el momento que atraviesa el espacio que conforma junto a Schiaretti, diluido en el cuadro general. Quizá lo único para destacar de su participación haya sido la extremada amabilidad y buena onda compartida con Rossi, con quien intercambiaba comentarios y risas en cada uno de los intervalos, y también con Victoria Villarruel quien le recordó en el cara a cara sobre la “cordial relación” y el “diálogo” que mantienen ambos espacios en la cámara.
Ph: Mariana Nedelcu
Perspectiva de género salió del grupo
A lo largo del debate, a Agustín Rossi se lo vio bastante alterado e incluso desbocado. A pesar de contar con Dora Barrancos en la tribuna, en medio del primer bloque tildó a Villarruel de “mosquita muerta”, un hecho que la negacionista aprovechó para victimizarse y decirle que mientras hacía un discurso para las mujeres, no tenía “ningún problema en faltarle el respeto a la única mujer con la que estaba debatiendo”. A partir de ahí, Rossi intentó moderarse con los exabruptos, hasta que volvió a meter la pata cuando en el cara a cara con Petri le reprochó que mientras en su gestión al frente de Defensa se había radarizado la frontera, en el gobierno de Juntos por el Cambio “no se puso un puto radar”. El murmullo en la tribuna y las caras de quienes lo acompañaban decían todo, entre incrédulos y sorprendidos por la facilidad con la que se le salía la cadena.
Ph: Mariana Nedelcu
Pero la nota también la dio Luis Petri, visiblemente molesto por las preguntas de Del Caño en el cara a cara que lo dejaba expuesto en cuanto al extractivismo y el saque de los bienes comunes naturales. “Vos querés saquear nuestros recursos para conseguir dólares y pagar la deuda, igual que lo que quiere Massa” le reprochó el dirigente del Frente de Izquierda. Molesto y por primera vez fuera de su guión, Petri se sacó y lo acusó de ser “la dama de compañía del kirchnerismo en el Congreso”. Una calumnia sin fundamentos ya que la izquierda ha mantenido siempre su independencia política tanto de la oposición macrista como del kirchnerismo, posiblemente provocada por el papelón de Juntos al no dar quórum y luego votar en contra de la modificación del impuesto a las ganancias cuando habían dicho querer eliminarlo. Y un exabrupto que levantó el abucheo de la mayor parte de los presentes, y que mostró el pensamiento misógino del radical, cuando se sale del coaching y habla sin filtro.
El cierre de cada candidato fue seguido por la foto final, como antesala de los debates oficiales en donde se encontrarán los cinco candidatos a presidentes (Milei, Massa, Bullrich, Bregman y Schiaretti). Una vez finalizado, vinieron los saludos y Rossi se fundió en un abrazo con Ricardo Gil Lavedra, hombre de la UCR que actualmente preside el Colegio Público de Abogados y exministro de Justicia y Derechos Humanos durante el gobierno de la Alianza y De la Rúa. Recordado durante el debate por haber formado parte del Tribunal que en 1985 juzgó a las Juntas Militares, pero mucho menos por haber sido nombrado por la última dictadura como secretario de la Procuración General de la Nación. Quizá un abrazo que ilustra ese prometido “gobierno de unidad nacional” con el que tanto insisten Massa y Rossi, que le tiende la mano a muchos de los sectores del radicalismo y otros que hoy forman parte de Juntos.
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La tónica general del debate quedó marcada por la polarización que buscaron Villarruel y Rossi, y que seguramente buscarán repetir Milei y Massa. Un acuerdo (tácito o no) que es de mutua conveniencia, buscando instalar una suerte de balotaje anticipado a la primera vuelta. Por fuera de ese acting, que postula que solo hay dos caminos, la tercera voz que se hizo escuchar con fuerza fue la de Del Caño y del Frente de Izquierda. “A los que hay que ajustar es a los empresarios que te matan con tarifazos mientras amasan fortunas. A las cadenas de supermercado. A los bancos y a todos los que ganaron fortunas”, señaló y remarcó que “todos los otros candidatos están sometidos al FMI”. Y frente a los momentos que vienen finalizó: “No aceptes la resignación, con el FMI no hay mal menor. Te pedimos que votes al Frente de Izquierda para hacernos más fuertes en el Congreso y en las calles, y que votes a Myriam Bregman en todo el país para darle un fuerte mensaje a los dueños del poder. Ni cómplices ni sometidos”.