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La Izquierda Diario
18 de enero de 2025 Twitter Faceboock

Cuatro motivos por lo que la clase trabajadora tiene que luchar de manera independiente por la amnistía total de todos los luchadores
Clara Mallo | Madrid | @ClaraMallo
Pablo Juárez

En las últimas semanas el debate sobre la posible revalidación de un Gobierno “progresista” ha puesto en el centro del debate político la cuestión de la amnistía y la autodeterminación. Contra la derecha envalentonada y contra aquellos que pretenden negociar una amnistía limitada a puerta cerrada, es necesario que la clase trabajadora tome en sus manos la lucha por una amnistía total de todxs los luchadorxs. Aquí exponemos algunos motivos.

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1. La represión nos afecta a todxs lxs luchadorxs. Es fundamental acabar con la persecución que trata de romper la autoorganización de la juventud, lxs trabajadorxs y los sectores populares

El 1O de 2017 fuimos testigos de la brutal represión del Estado español sobre quienes querían ejercer su derecho a decidir. A partir de ese momento la represión policial y judicial hacía el pueblo catalán y el movimiento independentista no hizo más que ir en aumento. Además de las causas y sentencias aplicadas a los líderes del procés y cargos de la Generalitat existen miles de personas que tienen sentencias, causas abiertas y sanciones de todo tipo desde 2017. Algunas organizaciones estiman en casi 4000 los represaliados tras el 1O de 2017 por causas ligadas al procés, a lo que debemos sumar otras muchas consecuencia del clima represivo que se ha impuesto en estos años en Catalunya.

El nivel de represión ejercido hacia todos los luchadores en Catalunya tiene que ver con el nivel de impugnación que supuso para el Régimen del 78, para el cual, uno de sus pilares es la cuestión de la “unidad nacional”. Pero la represión que ejerce el Estado va más allá del caso catalán, es una herramienta del Estado contra todas y todos aquellos que tratan de cuestionar al Régimen en sus aspectos económico, político, social y laboral. El Estado no es el desarrollo “natural” de la sociedad, ni expresión de ningún consenso social, sino que es fruto de que en esta sociedad, al estar dividida en clases sociales irreconciliables, que defienden intereses económicos antagónicos, la clase dominante necesita dotarse de una herramienta que le permita defender el orden de privilegios que ostenta. Tomando lo desarrollado por Antonio Gramsci, en ocasiones la clase dominante esto lo hará a través del consenso pero sin desechar los métodos coercitivos en caso de ser necesarios, expresión última de esto es el uso de la fuerza, mediante la represión.

Por este motivo, además de la represión en Catalunya, el Estado no dudó en reprimir duramente cualquier atisbo de solidaridad. En 2021 miles de jóvenes se movilizaron en distintos lugares del Estado en protesta por el encarcelamiento de Pablo Hasel por unos versos contra el rey. Pero no ha sido el único caso, activistas contra la cumbre de la OTAN y antimilitaristas, ambientalistas, trabajadores, sindicalistas, activistas antirracistas, periodistas, los jóvenes en los barrios obreros y populares son tambien ejemplos de quienes han sufrido la represion. Está claro que el Régimen no quiere permitir ningún cuestionamiento que venga de ningún lado y cuanto mayor sea la afrenta más fuerte será la reacción.

Es por eso que también podemos observar que cuanto mayor es el nivel de lucha de clases más recurre el Estado a la represión. Así lo comprobaron los trabajadores de la Bahía de Cádiz a finales de 2021 cuando convocaron una huelga general del metal por el convenio en la provincia. Ante la masividad de la misma el Gobierno no tardó en mandar la tanqueta y la represión y detenciones que sufrieron los trabajadores y los barrios obreros en los días posteriores fue enorme. O los trabajadores de Tubacex para quienes la fiscalía pedía 4 años de prisión un piquete o las trabajadoras de La Suiza en Gijón que también se enfrentana penas de cárcel.

Además, las y los trabajadores que tratan de organizarse en las empresas sufren diariamente la persecución favorecida por un clima de impunidad patronal. La represión sindical no está separada del Estado, sino que está amparada por el mismo y sus normas. Los distintos agentes sociales, políticos y judiciales son cómplices de la vulneración de derechos sindicales básicos en el Estado español. La última reforma laboral revalida años de avance en la precariedad algo sobre lo que se apoya la patronal para imponer y reprimir a los trabajadores que pretenden organizarse.

2. Porque no podemos dejar en manos de los partidos del Régimen la negociación por la amnistía. La amnistía total solo se va a conquistar con una movilización independiente con los trabajadores al frente.

Las negociaciones por la amnistía se vienen desarrollando con un estricto secretismo y a puerta cerrada. Se trata sin duda de una manera de tratar de evitar un desbordamiento de esta cuestión y que pueda ser abordado en los marcos de la legalidad constitucional. Dicho de otro modo, se pretende que no se abra el debate sobre los miles de presos que existen en el Estado español y que esta negociación sea por arriba evitando a toda costa abordar la discusión de forma amplia y democrática.

Esto se concreta en los términos en lo que quiere establecerse el posible acuerdo entre PSOE y Sumar y el partido de Puigdemont. Así se pretende que la amnistía sea algo limitado, dejando de lado no solo al resto de represaliados por cuestiones políticas o sociales, sino a muchos luchadores catalanes que hicieron posible que en el 2017 se pudiera celebrar el Referéndum y retrataron el carácter antidemocrático del Régimen del 78.

Por otro lado se quiere también negar el derecho a la autodeterminación, a través de fórmulas y discursos como los expresados por Yolanda Díaz de acabar con la “unilateralidad”, que en los hechos significa arrancar el compromiso de los líderes catalanes de renunciar a la lucha por defender el derecho a decidir del pueblo catalán.

Por tanto, incluso en el caso de que se alcanzara un acuerdo se trataría de una amnistía profundamente limitada, a la que además Yolanda Díaz quiere que se les aplique también a los policías que reprimieron el 1O.

Por tanto, ni el neorreformismo ni los social liberales del PSOE, tienen voluntad real de tomar medidas en favor del conjunto de represaliados catalanes y mucho menos del resto de luchadores del Estado español que se ven golpeados por la represión.

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3. Si no peleamos por la amnistía total de todos los luchadores se refuerza al Régimen en su conjunto y no podremos frenar la ofensiva de la derecha.

El debate sobre la amnistía ha envalentonado a la derecha y extrema derecha. Tanto Vox como el PP no solo pretenden torpedear las posibilidades de gobierno de Sanchez y sus socios, sino también reforzar al bloque restauracionista reaccionario del Régimen.

La apuesta de la derecha es hacia una salida que refuerce los aspectos más autoritarios y centralistas con el objetivo de acabar con cualquier tipo de cuestionamiento al Régimen, no solo en lo referente a la cuestión nacional sino también contra la protesta social en general.

Por su parte el bloque progresista pretende llegar a algunos acuerdos con los líderes catalanes a cambio del apoyo para la investidura de Sanchez y de enterrar definitivamente cualquier posibilidad de autodeterminación del pueblo catalan. Se trata, una vez más, de políticas de derecha disfrazadas con demagogia progresista que tarde o temprano terminan reforzando al bloque reaccionario

En ambos caso se trata de distintas vías para cerrar la crisis abierta por el Régimen del 78 a partir de la crisis de 2008 y sobre todo del 15 M y el Procés. Si no cuestionamos el carácter antidemocrático y luchamos para que cuestiones como la amnistía para todas las luchadoras y luchadores que han sufrido la represión estos años veremos cómo efectivamente consiguen un nuevo equilibrio y un Régimen en el que los aspectos más reaccionarios se verán reforzados. Es imprescindible no regalarle la calle a la derecha y disputar una salida en favor de las y los trabajadores que tiene que tener como objetivo acabar con un Régimen que solo fue diseñado para mantener un orden de clase.

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4. Porque no podemos acabar con ningún régimen capitalista y construir una nueva sociedad sobre bases socialistas sino articulamos un programa que luche por la autodeterminación de los pueblos y por enterrar toda opresión nacional.

El debate actual sobre la amnistía está irremediablemente ligado al derecho de autodeterminación de Catalunya y el resto de nacionalidades oprimidas dentro del Estado español.

Gran parte de la propaganda de los grandes medios de comunicación tanto de derecha como de izquierda han tenido como objetivo fomentar el odio a los anhelos de autodeterminación del pueblo catalan en los últimos años, así como anteriormente lo hicieron con los del pueblo vasco. Esta operación consiguió dividir a nuestra clase y crear barreras artificiales y suspicacias entre las y los trabajadores de Catalunya y el resto del Estado. Se trata de la fórmula que históricamente han utilizado tanto la burguesía española como la catalana para ocultar sus propios intereses de clase, es decir detrás de todo discurso patriotero se esconde una intencionalidad de encolumnar a la clase trabajadora detrás de la burguesía de su respectivo territorio para aliviar las contradicciones de clase.

Es por tanto imposible lograr la unidad de clase y borrar todos los prejuicios que ha fomentado el Régimen, sin una política clara y abierta que luche por la libre autodeterminación de los pueblos. Es sobre esa base que se puede soldar la unidad necesaria entre la clase trabajadora de Catalunya y el resto del Estado para dirigir sus esfuerzos a enfrentar al enemigo común: el Régimen del 78. Para ello nos basamos en la experiencia más avanzada que ha tenido el proletariado, la Revolución de Octubre de 1917.Los bolcheviques nos legaron un enorme arsenal teórico y práctico para pensar esta cuestión, en donde demostraron como la articulación de una decidida política por la autodeterminación de las nacionalidades oprimidas, junto a la reforma agraria y la cuestión de la guerra logró desencadenar la fuerza social necesaria para derrotar a la burguesía y que se estableciera el primer Estado dirigido por las y los obreros.

De esta manera la lucha por la amnistía total para todos los luchadores no solo es una cuestión democrática elemental que cualquiera que tenga un sentido mínimamente democratico debería defender. Sino que está íntimamente ligado a nuestros objetivos por construir una sociedad socialista libre de toda explotación y opresión. Pero para ello tenemos que asumir que ningún pueblo que oprime a otro pueblo puede liberarse.

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