Identidad, política y redes sociales. Preguntas y debates acerca de un término sobre el que se conversa mucho y se sabe poco. Columna de cultura de El Círculo Rojo (jueves a las 22 en Radio Con Vos).
· Una de las charlas más frecuentes de la campaña son los sectores movilizados por la candidatura de Javier Milei. No necesariamente su base electoral, sino los que difunden sus ideas, en su mayoría varones jóvenes. En esas conversaciones aparecen los incels.
· La palabra incel aparece en Canadá a comienzos de los años 1990. Surge del inglés involuntary celibate (célibes involuntarios). Fue acuñada por una estudiante universitaria que estaba explorando su sexualidad y escribía un blog sobre sus experiencias. Sus reflexiones no estaban relacionadas con el fenómeno al que terminó asociado el concepto durante la década de 2000.
· Los incel son varones jóvenes blancos heterosexuales, que creen que el sexo es un derecho básico de todos los hombres. Consideran a las mujeres una especie de “bien común” cuyo fin es facilitarles el sexo.
· Son antifeministas porque consideran que ese movimiento arruinó el estado “natural” de las cosas e instaló la idea de que las mujeres somos sujetos y no objetos sexuales a ser consumidos para que el varón realice su deseo.
· El incel no es el único discurso cosificador de las mujeres. Nuestras sociedades son patriarcales y la cosificación sigue siendo un aspecto característico, aunque en las últimas décadas, la movilización feminista haya desnaturalizado prejuicios e instalado debates.
· Varios estados incluyen en sus discursos aspectos del feminismo (los que son funcionales a sus agendas), como parte de las políticas de las democracias capitalistas de integrar y pasivizar diferentes movimientos (como el movimiento contra el racismo o el movimiento LGBT).
· Esa adhesión utilitaria de varios gobiernos a algunas versiones del feminismo (lo que la filósofa estadounidense Nancy Fraser llama “neoliberalismo progresista”) genera diferentes reacciones.
· Hay críticas desde el propio feminismo, la izquierda y otros movimientos, pero también genera reacciones de derecha. En ese contexto surgen los incels.
· ¿De dónde salieron? En 2014, Elliot Rodger de 22 años llevó adelante un tiroteo masivo, la “masacre de Bella Vista” en California (Estados Unidos), asesinó a 6 personas, hirió a 14 y se suicidó.
· Previamente, había posteado un texto en el que explicaba las cosas que lo llevaron al odio y la violencia contra las mujeres y expresaba una serie de ideas reaccionarias. Hay dos ideas centrales en ese “manifiesto”:
· Las mujeres son las culpables de la violencia que ejercen (misoginia)
· No es posible “utopía incel”, expresan sus ideas de forma negativa (no tienen propuestas)
· Esto no quiere decir que no hagan o no participen en política. Lo hacen en movimientos de derecha y partidos como La Libertad Avanza, participaron de la campaña de Donald Trump en Estados Unidos o de partidos como Vox en el Estado español.
· En sus videos y posteos en redes sociales reivindican una vuelta a la familia tradicional, al rol del varón proveedor y una mujer bajo su dominación y protección; un orden “natural” que ya no existe.
· Las nuevas derechas explotan esta percepción y apelan a la nostalgia de una época donde reinaban la naturaleza y el orden.
· Creen que la desigualdad y la opresión son inventos de la “ideología de género” y que los varones sufren más porque hacen trabajos más pesados, sufren más violencia (mayor tasa de homicidios, no hablan de los victimarios) y sufren las acusaciones falsas de violación y otros ataques del feminismo.
· Así como existen mandatos femeninos, como el de la belleza, también existe el mandato masculino de proveer a la familia, algo que sigue representando una presión grande para los hombres heterosexuales (todo el mundo espera que tengas un ingreso para mantener a tu familia).
· ¿Todos los votantes de Milei son incel? No, pero apela al discurso atractivo sobre todo varones jóvenes que no ven perspectivas ni en el statu quo ni en los movimientos sociales que se desarrollaron en los últimos años.
· Encuentran en estos candidatos algo reconfortante y seguro, alguien que dice que tienen razón, que les va mal por culpa de otras personas, del feminismo, de políticas públicas (que no son más que paliativos de la desigualdad).
· Y son receptivos a la idea de que las crisis son culpa de que los Estados dedican algunas décimas de sus presupuestos a programas sociales, mientras el 99% de sus políticas benefician a una minoría.
· Nada de esto no le da la razón a los incel, lo que dicen es reaccionario, las mujeres, las personas LGBT o el feminismo no son culpables de nada. Pero me parece interesante pensar en qué alimenta estos discursos reaccionarios para disputar esas ideas.