Hace unas semanas, la Comisión de Honor y Justicia del sindicato suspendió los derechos de aproximadamente 25 compañeros integrantes de la Asamblea de Jubilados, miembros también del Frente de Telefonistas Alternativo (FTA) y de otras corrientes opositoras.
Ésto, según la Comisión, porque los compañeros y las compañeras ahora sancionados interpusieron un recurso de amparo contra las elecciones al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del 2020. Elecciones donde el FTA contendió contra la oficialista “Planilla Verde de los Trabajadores”, derrotada en un proceso con muchas irregularidades, denunciadas por los compañeros ante la autoridad.
Lo anterior se cruza con un nuevo intento de FHJ por reelegirse como secretario general del STRM, que de lograrlo, sería su 13va. vez consecutiva en 47 años. Para lo cual buscan en principio la aprobación de la Convención Nacional telefonista, que al final de cada período sindical y mediante maniobras al estilo del viejo corporativismo priísta, vota por apoyar a la “Planilla Verde de los Trabajadores” y por permitirle a FHJ encabezarla “por única ocasión”; toda vez que los estatutos del sindicato prohíben la reelección del secretario general desde 1976.
Resulta muy extraño que tres años después de haber sido interpuesto un amparo contra las elecciones al CEN en 2020, la Comisión de Honor y Justicia decida suspender los derechos sindicales de estos compañeros y compañeras. Además de que dichas sanciones fueran emitidas violando el derecho mínimo de los acusados a contar con testigos y un proceso de investigación justa por parte del Comité de Vigilancia. Pues solo les fue retirado su derecho al uso de la palabra en la Asamblea de Jubilados y después, ante la bronca desatada ahí por el uso de estos métodos autoritarios, sin más, les notificaron de su sentencia formal.
También es sintomático que este apriete represivo se enfoque en la Asamblea de Jubilados, que en los últimos años mantiene un rol crítico importante dentro del sindicato, al grado de imponer algunas acciones al CEN contra la “reforma en telecomunicaciones” y la “separación funcional”.
Ha sido el sector más crítico del sindicato contra las políticas del patrón y FHJ, como el cambio de la pensión jubilatoria por acciones de la empresa o los aumentos salariales “diferenciados” que Telmex lleva imponiendo hace 4 años.
Esto es un mayor autoritarismo y represión contra las voces críticas en el sindicato, intensificado en el último periodo del CEN, incluso en centros de trabajo. Producto del aumento de las exigencias financieras y comerciales de Telmex contra el STRM, ante las políticas que prevalecen el sector y que frenan las aspiraciónes de Carlos Slim.
Como se ha visto en su persistente negativa a cubrir 1,942 vacantes pendientes desde el 2019, en su imposición de la tercera reforma jubilatoria, al negar el pago de utilidades desde hace cinco años, en el aumento de la presión productivista y su oposición a satisfacer cualquier demanda seria de parte del sindicato argumentando “crisis financiera”.
Se demuestra así, la intención de la dirigente “Planilla Verde” de pasar por un proceso electoral sin cuestionamientos internos o externos, donde la nueva reelección de FHJ sea vista como resultado de la voluntad de “todo” el sindicato, igual que sus compromisos con el patrón para ayudarlo a aumentar sus grotescas ganancias.
Por eso, también en la Convención Nacional se inhibe el uso de la palabra a los delegados de base y se opina o vota solo cuando la cúpula sindical lo quiere, para imponer sus métodos burocráticos y su línea pro-patronal. En una actitud de perseguir y sancionar autoritariamente a quienes consideran sus disidentes, imponiendo el miedo, la obediencia y el culto a su personalidad.
Ante este incremento represivo de la dirección sindical y su nuevo intento por continuar al mando del STRM, los compañeros que integramos la agrupación Desde las Bases Telefonistas, opinamos que es urgente organizarnos para impedir más abusos por parte de la Comisión de Honor y Justicia y del Comité Nacional de Vigilancia, que violan y manipulan los estatutos sindicales a su antojo y con total impunidad.
Creemos que estas instancias al servicio de FHJ y sus intereses de casta, deben regresar sus derechos sindicales a los compañeros jubilados sancionados y llevar a cabo sus casos apegados a los estatutos del sindicato. Pues si bien no compartimos la idea de lograr hacer justicia sindical de la mano de las instituciones del régimen burgués – porque pensamos que esto es solo tarea de la base trabajadora de los sindicatos sin importar su nivel de conciencia -, creemos que los derechos a la libertad de tendencia y de crítica, son necesarios para la existencia de sindicatos verdaderamente democráticos.
La reelección de los "funcionarios" en sus cargos es un cáncer en cualquier organización sindical, origen del surgimiento de grupos burocráticos que se alzan por encima de la base trabajadora y se alían al patrón y los gobiernos en turno para proteger sus privilegios materiales y políticos individuales.
Por eso, es necesaria la democracia desde las bases, organizadas en asambleas por departamentos o especialidades, donde la discusión sea libre y abierta y en donde la rotatividad y revocabilidad de todos los cargos sea una norma.
Solo así se puede evitar que los sindicatos caigan en la degenaración burocrática y lograr el principio de gobierno en los Estatutos del STRM donde la base decide y los representantes ejecutan.
Llamamos a los compañeros de base a repudiar la represión a los compañeros jubilados y defender su derecho a disentir. Son las generaciones que nos anteceden quienes lograron las conquistas y defendieron los derechos laborales que hoy tenemos. Es necesario retomar lo mejor de las experiencias de lucha de las generaciones anteriores, para defender con toda la fuerza nuestro CCT y sindicato. |