Sobre la calle de Boedo al 400 llega haciendo una pirueta en la bici al gimnasio donde la vamos a entrevistar. Se calza la bici al hombro y la sube ágilmente por una escalera para entrar a Calavera, donde saluda a su entrenador Sebastián “la Bestia” Calvo y le pide una remera para ser entrevistada.
Si la humildad es de los grandes, esta mujer es gigante: con total franqueza admite que la ponen nerviosas las entrevistas pero le apasiona el Muay Thai. Así de discreta como se la puede ver, es una de las ocho mujeres que fue elegida para derribar a base de golpes el veto a las peleas femeninas que desde hace 77 años mantuvo el estadio de Rajadamnern, uno de los más reconocidos templos de Muay Thai.
Desde su fundación en 1945, el cuadrilátero del Rajadamnern ha sido terreno vedado para las mujeres a las que, por diversas supersticiones, no se les permitía ni siquiera tocar el ring. “Tomás, acordate de poner esto en la nota”, insiste la peleadora. Es que ella fue parte de lograr un cambio dentro de un deporte en el cual el machismo es moneda corriente. “Es el estadio en que más me gustó pelear, fui muy afortunada, orgullosa de mí y de mi equipo”, afirmó.
El Muay thai moderno se disputa en un cuadrilátero o “ring” adaptado del boxeo. Previo a cada combate se lleva adelante el “Wai khru”, una danza que se hace en honor al maestro y al campo de entrenamiento, donde se utilizan amuletos como el mongkhon (una especie de tocado confeccionado con una soga que utilizan a modo de vincha quienes el maestro considera con suficiente experiencia, NdeE). El objetivo de este “ritual” es agradecer lo aprendido.
“Me doy cuenta que ahora la gente espera ver una pelea de mujeres, cada vez somos más exponentes a nivel internacional. Nosotras nos esforzamos igual que cualquier hombre”, afirma Andrea. “Al Muay Thai llegué por un amigo que me insistía porque siempre fui muy activa. Me parecía algo demente usar las piernas en un deporte, sólo conocía el boxeo. Sin embargo, me animé: me llevó a entrenar y nunca más lo dejé”, relata. Lo cierto es que se trata de un arte marcial, pero se practica bajo unas reglas y un equipamiento de protección. Todo el mundo puede practicarlo si se hace de la manera adecuada. De hecho, muchas boxeadoras tailandesas lo practican también como deporte de competición. A las luchadoras muay thai se les llama nak muay ying. “Nunca imaginé que me gustara tanto la práctica, yo estudiaba y trabajaba y me di cuenta desde el primer día que empecé que iba a ser algo muy importante para mí”, reafirma Andrea.
“En Calavera nos ayudamos entre todos, mujeres, hombres, chicos, grandes. Los profes le dan atención a todos, la idea es aprender y entrenar”, explica. Al igual que su profe no le gusta “cortar peso”, mantener el peso para la competencia. “Siempre me preparo mucho, mental y físicamente, me enfoco en entrenar, no importa otra cosa si hay una fecha”, relató. La disciplina es algo que le inculcó el entrenamiento y que defiende a rajatabla.
Este sábado 7 de octubre, Andrea López (Calavera Muay Thai) y Constanza Giampieri (Extreme Martial Team - Dojo Serpiente) disputarán el título Main Event de Muay Thai categoría Gallo en la pelea coestar del MAIN XI. Ella te invita a verla y también a hacer una experiencia con este deporte en el lugar donde ella se forma y entrena. ¿Te animás? |
