En Antofagasta tenemos una crisis municipal que es estructural, donde cada 4 años elegimos un alcalde que no sabemos si llegará a terminar su mandato, como ha pasado en los últimos 20 años con mandatarios acusados por malversación de fondos, en donde operan las fuerzas políticas del concejo para instalar un circo, jugar a las sillas musicales con el sillón edilicio y repartirse el botín municipal, mientras la población queda en un segundo plano, sin poder decidir y viviendo bajo una Antofagasta que brilla sólo para unos pocos.

La perla no brilla
Recientemente la Encuesta CASEN dió cuenta de que en Antofagasta aumentó la pobreza multidimensional pasando de un 17,5% en 2017 a un 34,6% el 2022. Dicho indicador integra factores de Educación, Salud, Trabajo y Seguridad Social, Vivienda y Entorno y Redes y Cohesión Social. Siendo los más críticos los que dicen relación con Trabajo y Vivienda, dando cuenta de un deterioro de la calidad de vida de los habitantes de Antofagasta en los últimos años. Esto lo podemos ver en el aumento de los campamentos, que pasaron de 89 a 135, esto es un 213%, con un 73% de sus habitantes de origen migrante; lo podemos ver en el aumento de los trabajadores cuentapropistas, la reducción de ingresos que cayó cerca de un 11%.

A lo anterior podemos sumar problemas endémicos de la comuna con los cuales por años los partidos del régimen han hecho gárgaras como lo es terminar con la crisis del ex Vertedero Municipal, mejorar la viabilidad mediante un tranvía, aumentar el personal y el presupuesto para salud la salud y educación municipales, etc.

Sin embargo, para el Alcalde y los partidos tradicionales en el concejo municipal, estos problemas parecieran estar debajo de la alfombra. Actualmente vivimos bajo la administración de Jonathan Velásquez, quien en variadas ocasiones ha destacado por su negligencia, despertando el descontento de diversos dirigentes sociales y sindicales. Desde los Plan 9 Papers, los conflictos con docentes, con trabajadores de la salud, hasta la negligencia con las quemas del vertedero municipal, estos apuntan a la administración del llamado “alcalde de internet”.

Con cada nuevo conflicto el alcalde da cuenta de su debilidad, cosa que es aprovechada por los partidos del régimen para montar una operación política, aprovechando el aislamiento de Velásquez, para restringir la problemática municipal a la incompetencia de este alcalde en particular y que el debate sea si sacarlo o no.

La operación política consiste en acudir al Tribunal Electoral Regional para que este declare el cese del cargo, el cual es luego distribuído entre los propios concejales, en un círculo vicioso donde sacamos a un personaje para poner a otro, quien se vale del sillón municipal para catapultar su candidatura, para que salga elegido otro nuevo personaje y así nunca acabar la rapiña municipal. Sacar o no al alcalde no es algo que están debatiendo los habitantes de Antofagasta, es algo que instalan los partidos políticos aprovechando estra crisis de régimen.

Esto es lo que está en juego cuando los concejales dicen querer recurrir al TER, un organismo conformado por 3 jueces, 2 electos por el Tribunal Calificador de Elecciones en Santiago, sin que nadie les vote, para que éste decida por sobre la voluntad de miles de Antofagastinos, supuestamente soberanos.

Éste circo ya lo vimos con la estrepitosa salida de Daniel Adaro, o más recientemente con el Caso Main, que involucró a la ex alcaldesa Karen Rojo, la cual terminó fugándose de la justicia con destino a Países Bajos.

Karen Rojo fue denunciada ante el TER y luego ante la justicia penal, iniciándose ambos procesos, sin embargo fue la justicia penal la que en julio del 2020 decretó la suspensión de Rojo al ser acusada por malversación de fondos, esto ocurrió antes del pronunciamiento del TER por lo que su resultado, emitida a fines del 2020, no tuvo efecto práctico, salvo por la inhabilidad que pende sobre Rojo para postular a cargos de elección popular hasta el año 2026. Sin embargo, esta historia tuvo un giro que todos conocemos y es que la ex edil se fugó a las Europas burlándose de fiscales, jueces y ministros, preparándose para volver a postular luego de que se alce su suspensión y entrar nuevamente al circo.

Éste último caso es ilustrativo de cómo el conjunto del sistema, incluyendo la ley y los tribunales, operan para mantener este circo municipal donde nadie le pregunta a la población qué hacer ante esta situación.

Para el grueso de los concejales la crisis estructural de la Municipalidad de Antofagasta se resuelve repitiendo la fórmula de hace 20 años, esto es, sacar un alcalde para poner a otro, lo cual no es más que una operación política para aprovechar la negligencia y debilidad de Velásquez para entrar en la rapiña municipal y en campaña electoral, de cara a las elecciones del próximo años, pasando por alto la crisis social que vive la comuna.

La propuesta pretendida por los ediles promueve la idea de acudir ante el TER para que éste declare el cese del cargo, algo que, desde ya puede demorar, como en el caso de Karen Rojo, más de 2 años desde iniciado el proceso, por lo que malamente puede sacar al alcalde Velásquez.

La ley municipal es estricta. La ley Orgánica Constitucional de Municipalidades, Nº 18.695, establece 4 causales específicas para el cese del cargo del alcalde, estas son la pérdida de la calidad de ciudadano, la inhabilidad o incompatibilidad para el cargo, la remoción o la renuncia. En los primeros 3 casos ésto debe ser declarado por el Tribunal Electoral y en el caso de la renuncia ésta debe ser ratificada por dos tercios de los concejales (con la excepción de que la renuncia sea para postular a un cargo de elección popular).

En tal sentido los concejales nos quieren hacer ver como si la crisis municipal se resolviera utilizando los mismos métodos de hace 20 años, acudiendo al TER para entregarle los destinos de la ciudad a 3 jueces que nadie votó, mientras la ciudad se hunde en una crisis social permanente con un cuasi estado de sacrificio, mientras el municipio sigue funcionando como caja pagadora, vía corporaciones, vía licitaciones, al servicio del saqueo empresarial.

Desde la concejalía de Natalia Sánchez defendemos el derecho democrático de la población a decidir e incidir en los destinos de la ciudad, contrario a las decisiones entre 4 paredes y a espaldas del pueblo, rechazamos este chantaje de quienes pretenden llamarnos a confiar y a acudir al TER para resolver la crisis municipal y que por lo tanto hay que esperar de brazos cruzados, como si la crisis estructural de la comuna se resolviera poniendo tal o cual alcalde y no con una transformación profunda de la organización y funcionamiento de la política comunal.

El debate de fondo es sobre la pobreza y la precarización de la vida de miles de habitantes de la comuna, el debate es que Antofagasta se hunde y la vida se descompone, mientras en las alturas se discute si sacar o no a Velasquez.

Nuestra preocupación ha estado en aportar a desarrollar una posición en defensa de los intereses de los trabajadores y el pueblo ante la crisis social que vive la comuna y no en las operaciones políticas para desbancar al alcalde por secretaría, que no es otra cosa que una operación para repartirse el botín municipal.

Pensamos que el debate no puede estar enfocado en las pugnas en las alturas, es decir “Velásquez sí o Velásquez no”, el cúal subordina la discusión a las próximas elecciones, o a los mecanismos legales como el TER, sino que debe centrarse en cómo resolver la crisis social antofagastina, capital de saqueo empresarial, en donde las enormes riquezas mineras contrastan con la enorme pobreza que vivimos, donde el Estado y las autoridades políticas se ponen al servicio permanente del capital extranjero y de los grandes grupos económicos, asegurando sus negocios y postergando los derechos de la población, condenándonos a vivir en zonas de sacrificio. Bajo estos términos no hay salida posible.
Las quemas van a seguir, la crisis en consultorios y escuelas van a seguir, siempre y cuando siga este circo, los únicos que podemos ponerle fin somos los trabajadores y el pueblo de Antofagasta organizado.

Nosotros pensamos que la resolución de cada una de las demandas de la población requerirá la organización y la movilización del pueblo trabajador, ese es el camino que defendemos en esta concejalía, impulsando la coordinación unitaria de trabajadores de la educación y la salud, funcionarios municipales, junto a sindicatos, juntas de vecinos, comités de vivienda, estudiantes y movimientos sociales, en perspectiva de pensar una nueva forma de organización comunal donde sean los vecinos, los trabajadores, el verdadero pueblo de Antofagasta, quienes decidan los asuntos públicos y gobiernen la ciudad y no este circo actual que no hace más que acumular problemas urgentes.