El ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, considera que desplegar una bandera o expresar apoyo al pueblo palestino es un acto "antisemita" y amenaza con perseguir y hasta disolver a las organizaciones sociales o políticas que lo hagan.
Así, el Gobierno francés comenzó a sentar las bases para un salto en la criminalización de la causa palestina. Al mismo tiempo que se ha desplegado una presencia policial y militar frente a todos los lugares de culto judíos en Francia, el ministro del Interior ya ha comenzado a equiparar cualquier forma de denuncia de la política del Estado de Israel con el antisemitismo.
Darmanin le dijo a la prensa que darán todo el apoyo a las manifestaciones en favor del Estado de Israel, y al mismo tiempo denunció un "resurgimiento de actos antisemitas" en toda Francia, actos que ya provocaron una decena de detenciones, mientras que 44 de los 700 informes enviados a Pharos (el sitio gubernamental para denunciar comportamientos ilegales en línea) dieron lugar a la apertura de una investigación judicial.
Así el Gobierno ha comenzado a explotar la lucha "contra los antisemitas" para criminalizar cualquier acto de solidaridad con Palestina y de resistencia contra el Estado de Israel. Como si la lucha contra un Estado colonialista de apartheid fuera un acto antisemita. Como si denunciar a un Estado que está en proceso de imponer un bloqueo a la Franja de Gaza cortando la electricidad, el agua y el gas fuera un acto antisemita.
En la lista de actos considerados "antisemitas" que pretende perseguir, el Gobierno habla de "despliegue de pancartas en apoyo a los palestinos", "declaraciones llamando a una intifada", "carteles en apoyo a los palestinos". Es decir cualquier acto de apoyo al pueblo palestino sería calificado de un acto antisemita. Ayer, una manifestación de apoyo a la resistencia palestina prevista en Lyon fue prohibida y duramente reprimida por la policía, que cargó contra la manifestación y lanzó gases lacrimógenos.
Decir que es antisemita cualquier forma de apoyo al pueblo palestino o cuestionamiento al Estado colonialista de Israel es una forma de criminalizar a todo un pueblo que resiste y a quienes lo apoyan. En este marco el ministro del Interior dijo que se reserva el derecho de estudiar la disolución de colectivos, asociaciones y partidos políticos, al tiempo que pidió retirar el permiso de residencia y expulsar a todas las personas que no tengan la nacionalidad francesa y que hubieran expresaron su simpatía hacia el pueblo palestino.
Se trata de una nueva ofensiva del Estado francés, que siempre ha apoyado incondicionalmente al Estado racista y colonial de Israel y que hoy ve en la fusión entre antisemitismo y antisionismo un medio para silenciar a todos los partidos que se han opuesto a sus políticas en los últimos años, desde la Francia Insumisa hasta nuestros compañeros y compañeras de Révolution Permanente pasando por el NPA de Philippe Poutou.
Es urgente la solidaridad con las organizaciones e individuos que en Francia luchan por expresar libremente su apoyo al pueblo palestino y su derecho a cuestionar el carácter racista y colonialista del Estado de Israel.
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