En la Patagonia la inflación de septiembre fue del 14% y se transformó en la más alta del país. Solamente en el mes pasado los precios de las verduras subieron el 25,6% y los de las carnes el 23,6%. En los primeros diez meses del 2023 la escalada de precios fue del 104,4% y en los últimos doce meses la trepada inflacionaria llegó al 138,9%. Al igual que el mes anterior, en este caso el alarmante número es el más elevado de los últimos 30 años.
Esta aceleración que podría indicar la entrada en un régimen de alta inflación, fue impulsada por la devaluación del 22% aplicada por el ministro candidato. A pedido del FMI las medidas de Massa siguen hundiendo los ingresos populares. En la previa a este anuncio, el dólar blue superó los $1000. En este contexto de corrida cambiaria y alta inflación, la candidata del Frente de Izquierda Unidad, Myriam Bregman destacó que "las intenciones devaluadoras de Milei, Massa y Bullrich destrozarán más el poder adquisitivo del salario, las jubilaciones e ingresos ante la escalada del dólar y la aceleración de la inflación".
Con una pobreza superior al 40 %, el golpe inflacionario castiga a los sectores populares que destinan la mayor parte de sus ingresos al consumo de estos bienes básicos. Las medidas de Massa, como la devaluación pos PASO, dispararon la inflación, empobreciendo más al pueblo trabajador. En plena corrida cambiaria, los dichos de Milei y Melconian son incendiarios, ellos defienden los intereses del poder económico concentrado.
De acuerdo al organismo que conduce Marco Lavagna, la región con la mayor suba mensual de precios fue la Patagonia (+14,0%), seguida por Cuyo (+13,7%), Noroeste (+13,2%), Pampeana (+13,1%), Noreste (+13%), y GBA (+12,2%). Este dato del INDEC hace de la Patagonia la región del país con la inflación más elevada por segundo mes consecutivo. En el acumulado de los primeros nueve meses del año ascendió al 104,4% y la interanual trepó al 138,9%.
Los precios que más subieron en septiembre fueron: frutas con el 25,6%; carnes 23,6%; diarios y revistas 21,3%; restaurantes y comidas fuera del hogar 16,8%; aceites 15,9%; prendas de vestir 15,4%; azúcar y chocolates 15,2%; y las bebidas alcohólicas el 14,8%
Frente a este ataque al bolsillo popular, hay otra salida
Las consecuencias de la inflación recaen sobre la clase trabajadora, cuyo poder adquisitivo se desplomó y perdieron más del 23% en relación al 2015. Ante el avance de la crisis económica y social, cada vez son más los trabajadores pobres, quienes trabajan horas extras o tienen múltiples empleos para intentar llegar a fin de mes. Los trabajadores informales fueron y son los más afectados, al no contar con paritarias pierden por goleada. La devaluación de Massa para cumplir con el FMI reventó los salarios, jubilaciones y asignaciones sociales, disparando los precios.
Sin embargo, la inflación impacta de manera distinta entre las clases sociales, aumentando la desigualdad. No todos pierden, beneficiadas por las medidas del gobierno las grandes empresas vienen ganando millones en este país.
Este es el caso de las alimenticias. La gran concentración les permite a mega grupos como Arcor y Molinos Río de la Plata, contar con poder de “mercado” para elevar precios buscando no sólo cubrirse ante la inflación, sino aumentar ganancias. Entre 2022 y la actualidad su margen de ganancia estuvo en torno al 10-15 %, sostiene un informe de Centro Cifra.
Los candidatos de los partidos patronales prometen seguir atados a las exigencias del FMI que sólo profundizará la decadencia nacional. Ante la catástrofe que amenaza, es necesario luchar urgentemente por otra salida. La defensa del salario es de primer orden. Se necesitan medidas de emergencia como un aumento para recuperar lo perdido para jubilados, ocupados y programas sociales. Que nadie gane menos de lo que cuesta una canasta básica, en la actualidad en $ 284.687, en el camino de lograr un salario mínimo igual a la canasta familiar que los trabajadores del Indec calcularon en $436.602.
El Frente de Izquierda Unidad plantea una serie de medidas para que no sean una vez más los trabajadores y el pueblo los que paguen los costos de esta crisis. Empezando por el desconocimiento soberano de la deuda y la ruptura con el FMI. Nacionalización del sistema bancario para ponerle freno a la fuga de dólares y a las maniobras especulativas. Junto a la nacionalización del comercio exterior. En el marco de pensar una sociedad organizada en función de las necesidades sociales, para dar vuelta la historia.
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