La comunidad Uru de Puñaca Tinta María se enfrenta a una situación de extrema gravedad que demanda nuestra atención inmediata. Conformada por apenas 12 familias, esta comunidad ancestral se encuentra en una lucha constante debido a la combinación de la sequía y la contaminación de sus fuentes de agua, producto de la actividad minera en su región.
La sequía de este año es particularmente devastadora, y sus efectos repercuten de manera significativa en la salud de los miembros de la comunidad y en su capacidad para obtener alimentos. Para empeorar las cosas, la escasez de ropa y el temor constante a perder las tierras que ocupan agravan aún más su situación.
Los Urus han construido su identidad y cultura en torno al agua, siendo el lago Popo su hogar ancestral. Sin embargo, este lago está al borde de la extinción. Los rituales que realizan para honrar y rogar por agua se vuelven cada vez más desesperados, y la venta de artesanías de sal, uno de los pocos medios de subsistencia que les queda ya no alcanza para sobrevivir.
Lo más alarmante de todo es que la historia y el conocimiento de esta cultura única se están desvaneciendo con cada anciano y anciana que fallece. Esto añade una urgencia adicional a la necesidad de proteger a la comunidad y su rico patrimonio cultural.
La contaminación del pozo de agua por los desechos de la minería es un ejemplo doloroso de cómo la explotación de los recursos naturales a menudo afecta de manera desproporcionada a las comunidades indígenas y locales. Es esencial que las autoridades y la sociedad en su conjunto presten atención a la difícil situación de la comunidad Uru de Puñaca Tinta María y tomen medidas concretas para abordar sus necesidades, proteger su cultura y restaurar la salud de su entorno. El respeto por los derechos humanos y la conservación del medio ambiente son fundamentales, y este caso ejemplifica la urgencia de actuar en consecuencia.
Con acciones concretas hay esperanza y oportunidades para ayudar. Este domingo 15 de octubre, la fotógrafa Sara Wayra presentará un cortometraje documental en esta localidad, que arrojará luz sobre esta problemática y dejará una exposición de fotografías que se convertirá en parte de un pequeño museo local, lo que ayudará a conseguir ingresos muy necesarios en la comunidad.
Se llama a organizar nuevas campañas de recolección de alimentos secos como arroz, frijoles, pasta, harina, enlatados como vegetales, atún y sopa, ropa en buen estado para niños y personas de la tercera edad, zapatos en talla 38 y medicamentos esenciales, como paracetamol, antigripales, sales de rehidratación oral, antiespasmódicos y pomadas para aliviar el dolor, entre otros. Organizarse, donar es importante, tu ayuda puede marcar una gran diferencia en la vida de esta comunidad. ¡Cualquier donación, grande o pequeña, es invaluable! Contribuyamos juntos a aliviar el sufrimiento de los Urus y a preservar su rica cultura. |