La película cuenta la historia del profesor Sergio Iván Juárez Correa, quien es transferido a una escuela primaria de Matamoros donde, desde el primer día que conoce a sus estudiantes, trata de captar su atención a través de métodos de enseñanza que suelen chocar con el tradicional modo de entender el proceso educativo, basado en la “disciplina y el orden” que, cabe mencionar, en esos años del 2012, donde está situada la película, era una discusión en boga, pues recientemente se habían modificado los planes de estudio en 2011.
La trama de la película también se centra en la vida de Paloma Noyola, hija de un recolector de residuos que vivía en el tiradero cercano a la escuela donde se desarrolla la trama; una niña sobresaliente que durante el 2012 fue quien tuvo el puntaje más alto en la prueba ENLACE de ese año a nivel nacional y fue considerada la siguiente Steve Jobs por revistas en EE.UU.
El largometraje también aborda problemas como el rezago educativo producto de distintas problemáticas sociales, como la delincuencia organizada, ejemplificada en la historia del niño Nico, quien en la película es hermano de un joven que es usado por los mafiosos locales para trasladar sustancias y armas en la mochila de su hermano pequeño.
Por otro lado, nos cuenta la vida de Lupita, la hija mayor de una familia obrera de Matamoros. Ella se tiene que hacer cargo de sus hermanos menores pese a mostrar potencial para los estudios, sobre todo cuando es inspirada por su profesor a meterse en el estudio de la filosofía, recordándonos que a veces eso no es suficiente en una vida llena de precariedad y pobreza, donde lxs madres/padres de familia de nuestrxs estudiantes son afectadxs porque sus jornadas laborales son tan largas que tienen que dejar a la hija mayor a cargo de sus hermanitxs.
Todas estas historias que se van narrando en Radical son entrañables. Como docentes, en ciertos momentos de la película podemos identificarnos con la situación del protagonista, que busca dar un giro a al interés de sus estudiantes por la escuela a través de una práctica docente poco convencional.
Sin embargo, cabe preguntarnos, a partir de lo que podemos ver en esta cinta, ¿dónde ponemos el centro del debate educativo?, ¿se puede educar a lxs jóvenes de una forma distinta, obviando o haciendo de lado el esquema de estandarización educativa neoliberal y todo el andamiaje institucional que lo garantiza?
De lo pedagógico a lo político en Radical
La película está basada en hechos reales, la historia de un profesor que llega a una escuela semirural donde intenta aplicar el método pedagógico de Sugata Mitra, un científico y profesor Hindú de la Universidad de Newcastle especializado en tecnología educativa, sobre todo en la interacción del estudiante con las computadoras, Mitra desarrolló un método llamado “A hole in the wall” (un hoyo en la pared), donde lxs estudiantes aprenden a usar computadoras para -entre otras cosas- investigar temas libres, basados en su propia curiosidad.
En todo el transcurso de esta historia, el profesor Correa enfrenta múltiples obstáculos que no solo tienen que ver con sus estudiantes y sus contextos, sino también con las propias autoridades educativas, con los malos manejos de recursos para las escuelas, las pruebas estandarizadas y la corrupción que hubo alrededor de éstas, que de hecho llevó a que en 2013 fueran canceladas las pruebas ENLACE por la filtración de los resultados a las escuelas.
Aunque la trama de la película se desarrolla a través de una “historia inspiradora” de un profesor que actúa contra todo para apasionar a sus estudiantes por el conocimiento, en realidad esa es la vida de miles de docentes que tenemos que enfrentar no solo cuestiones pedagógicas o de nuestros estudiantes, sino hasta el hecho de que nos retrasen los pagos del salario, o que no haya materiales ni equipo para trabajar, como se vio hace poco con lxs docentes en Tamaulipas, quienes tuvieron que salir a protestar.
Sobre el tema relacionado con las pruebas estandarizadas, ya hemos escrito en este diario. La estandarización de la educación es una política educativa que va en contra de las acciones que tomó el profesor Sergio Correa -tanto en la película como en la realidad- y las pruebas que se aplican, hasta la fecha, imponen por la vía de los hechos una limitación a la práctica docente, estableciendo “lo que se tiene que aprender” o lo que se espera de lxs estudiantes y por tanto de nosotrxs como educadores, desde los exámenes de admisión a los niveles superiores, hasta las pruebas intermedias que ahora son PLANEA (Plan Nacional de Evaluación de los Aprendizajes) o las internacionales como PISA. Esta limitación a la práctica docente se muestra en cada paso del largometraje.
Por eso, desde nuestro punto de vista como docentes organizados en la Agrupación Nuestra Clase, la educación es un terreno en disputa en múltiples aspectos, desde lo laboral y lo sindical, donde opinamos que es necesaria la recuperación de nuestro sindicato para luchar por nuestros derechos negados, hasta lo pedagógico y lo relacionado con los contenidos, donde se nos ha negado sistemáticamente la participación, desde los gobiernos neoliberales hasta el actual, en la elaboración de los planes y programas de estudio, así como de los libros de texto.
Para nosotrxs, somos las y los docentes, en alianza con el resto de la clase trabajadora y nuestrxs estudiantes, quienes podemos darle cuerpo a un plan educativo emancipador, que parta de romper con los esquemas educativos capitalistas de meritocracia e individualismo, y consideramos que un plan así debe ser impuesto por la movilización, sin confiar en los gobiernos en turno.
Vale la pena ver “Radical” para abrir el debate sobre el tema educativo. |
