Palestina sufre una ofensiva militar criminal y genocida por parte de Israel que busca exterminar a la población y ocupar su territorio. La Comunidad Internacional ha repudiado esta ofensiva con movilizaciones multitudinarias en distintas latitudes, incluyendo Estados Unidos y países de Medio Oriente.

Frente a sus ojos, durante más de setenta y cinco años, dejaron que el estado de Israel creara la mayor cárcel del mundo: la Franja de Gaza, donde habitan hacinadas más de 2 millones de personas, en su mayoría jóvenes de 18 años. Es un territorio de 360 kilómetros cuadrados: un lado cercado por un muro, con cinco accesos controlados, y del otro —el único “escape”— el mar Mediterráneo.

Las condiciones de miseria a la que ha sido orillada a vivir la población palestina contrasta con el estándar de vida de los israelíes, mientras los primeros tienen un ingreso per cápita de 5 mil 600 dólares, los segundos alcanzan los 42 mil; ¡es una diferencia del 86 %!

El estado de Israel, bajo la protección del imperialismo estadounidense y el apoyo de los imperialismos europeos, le ha estado arrancando violentamente el territorio a la población palestina, sin acuerdo de por medio y violando a todas luces el derecho internacional. En 1947, los palestinos se distribuían en el 44 % de la zona, en 1967 en el 22 %; más recientemente, en el año 2000, ya sólo en el 15 %.

El estado israelí, dominado por élites económicas y políticas de ultraderecha sionista, han usado la retórica del " combate al terrorismo" para legitimar su lógica expansionista y colonialista. No han dudado en atacar al menor pretexto, sea real o fabricado. Recientemente, ese pretexto se lo dio Hamas, una organización política y militar cuyos métodos, política y programa no compartimos, con un ataque sobre Israel que fue instrumentalizado por el imperialismo u el gobierno israelí para atacar a Palestina.

La respuesta militar del estado de Israel fue catastrófica, bombardeando zonas civiles, hospitales y carreteras, y privando de agua a los refugiados. A pesar de esto, el lobby mediático de occidente buscan encubrir a toda costa el terror de sus agresiones, mostrando los acontecimientos de manera unilateral, en esta ocasión ha sido imposible ocultar la dimensión de la masacre contra el pueblo Palestino, un genocidio que hasta la fecha cobró la vida de más de 2 mil niños.

El ministro de Defensa, Yoav Gallant dijo “Estamos luchando contra bestias humanas y actuamos en consecuencia”, demostrando que su objetivo es aniquilar a la población palestina. Mientras tanto, Estados Unidos anunció que no dudará en avanzar contra quien busque "extender el conflicto entre Hamas e Israel" mientras hizo muy poco por acelerar la llegada de ayuda humitaria y la creación de un corredor de resguardo y exilio.

En México, López Obrador se ha declarado neutral frente a una política de extermínio por parte de Israel contra el pueblo palestino, y aunque dice preocuparse por las víctimas, ha guardado silencio frente a la criminal política migratoria de Washington, que hoy, en voz de Biden, aprovecha el "combate al terrorismo" para reforzar la seguridad fronteriza y extender el muro de Trump. La derecha conservadora por su parte ha salido a apoyar a Israel, haciendo actos junto al cuerpo diplomático israelí en México y condenando "el terrorismo de Hamas" mientras exige la liberación de rehenes judíos mexicanos y apela al "humanismo".

El humanismo de unos y otros sale sobrando, no les importan las vidas de los palestinos, no les interesa que la tragedia sea ya equiparable a una Hiroshima sin bombas nucleares, usan el término humanismo como papel de baño.

¿A quién le importa Palestina y su pueblo? A la clase trabajadora, a los pueblos de todo el mundo. Somos los que hemos alzado la voz, somos lo que nos hemos movilizado en las calles para presionar a la “comunidad internacional” para detener el genocidio en Gaza. La humanidad del mundo la levanta el pueblo trabajador, sin intereses económicos o políticos de por medio para tal exigencia.

Es por ello que, aunque nuestra voz sea pequeña, se suma a la que han expresado nuestras hermanas y hermanos trabajadores de todo el mundo. Nos sumamos a la exigencia del cese al bombardeo y a la ocupación de Palestina. Exigimos la ruptura de acuerdos políticos y militares con Israel, así como un alto al financiamiento de Estados Unidos y los países europeos al Estado de Israel. Exigimos a la comunidad internacional reconozca el estado Palestino y defendemos el derecho a la autodeterminación y la autodefensa del pueblo palestino.

Abrazamos la convocatoria de sindicatos palestinos a impulsar medidas como el paro y la huelga en apoyo a la resistencia palestina contra la ofensiva militar de Israel y llamamos a los sindicatos que se reivindican democráticos y opositores a tomar medidas en este sentido.

¡Ni con Netanyahu ni con Hamas!
¡Viva Palestina libre!