“¡Ahí está!”, dijeron. Todos voltearon la cabeza. Y ahí estaba, asomándose por la entrada de San José al 1062 con una sonrisa algo tímida y las manos en los bolsillos. Rápidamente desplegaron la bandera: “Un marxista revolucionario en las calles, las aulas y ahora en el CONGRESO”. Varios se acercaron a darle un beso y un abrazo. El resto empezó a cantar “olé olé, olé olá, desde Sociales al PBA, Chipi Castillo diputado nacional”.
En la UNLP, la noticia se extendió por los pasillos tanto de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (allí da “Sociología General”, “Conflicto y cambio social en la Argentina contemporánea: los años 70” y el seminario “Sociología del conflicto y cambio social: de la protesta a la revolución”) como en la Facultad de Trabajo Social (donde es profesor adjunto de “Teoría Social”). Sus alumnos y alumnas, sus compañeros de militancia y sus colegas docentes celebraron con cantos, aplausos y abrazos la emoción de saber que la clase trabajadora tiene un nuevo representante en la Cámara de Diputados.
Hace exactamente diez años, él había sido electo como diputado en la Provincia de Buenos Aires. Apenas conocida la primicia de que esta vez había logrado ingresar al Congreso nacional, alumnos de otras épocas recordaron aquel hito: “entró y lo recibimos en el aula con sidra, chizitos y la bella inscripción de ’chiputado’ en el pizarrón”.
En X (anteriormente Twitter), también circularon evocaciones con cierto tono nostálgico. “Chipi Castillo, trosco hasta la médula, querible hasta las pelotas, te daba una clase sobre el Cordobazo un sábado a las 7 de la mañana con la euforia de un viernes a la noche”, escribió Martín Rodríguez.
Christian Castillo es sociólogo y docente en la Universidad Nacional de La Plata y la Universidad de Buenos Aires. Allí fue director de la Carrera de Sociología, en una lucha contra el “voto ponderado” que rige aún en las universidades y logrando imponer el criterio “una persona, un voto” de docentes y estudiantes. Se ha convertido, además, en una referencia ineludible durante conflictos en defensa de la educación pública y gratuita, como los intentos de arancelamiento, privatización y ajuste presupuestario.
Por primera vez, el Frente de Izquierda tendrá cinco representantes en la Cámara de Diputados. Frente al consenso de ajuste que proponen los dos candidatos del balotaje, la complicidad de las burocracias sindicales y los ataques constantes de los empresarios, esas bancas serán un punto de apoyo para las demandas de los trabajadores, las mujeres y la juventud. Demandas que, para triunfar, deberán también expresarse en las calles.
Y de eso, el Chipi Castillo sabe mucho. |
