Tras el paso del Huracán Otis y su posterior conversión a tormenta tropical, esta última tocó suelo mexicano y rápidamente se extendió a diferentes zonas del país, llegando hasta las tierras de La Laguna y como cada temporada de lluvias, trajo consigo un sin fin de problemas a nivel urbano en toda la zona metropolitana de la región lagunera. En las próximas semanas, el municipio de Torreón tendrá que sobrellevar y lidiar con los estragos provocados por las deficiencias en la infraestructura de la zona.
Si bien la cantidad de precipitación en La Laguna es esporádica debido al clima semidesértico de la región y la protección que brinda su topografía rodeada de cerros y montañas, esto no evita que en cada temporada de lluvia quede expuesta la ineficiencia de los sistemas de desagüe, junto a la poca importancia que le dan los gobiernos príistas en Coahuila para solucionar esta problemática que, dicho sea de paso, ha dejado a cientos de familias sin techo.
El tiempo trascurre y año con año las condiciones en la infraestructura de todo tipo de servicios se ven interrumpidas o dañadas, por el caos que ocasiona la alta acumulación de agua en las calles y hogares. A esto se suma el poco o nulo mantenimiento y las modestas reparaciones a las infraestructuras, lo que acorta su tiempo de vida y ocasiona un considerable aumento en el costo del sistema pluvial para toda la zona.
Un sistema pluvial colapsado en La Laguna
Cada ocasión en la que se presentan fuertes lluvias, los más afectados son los trabajadores más pobres y precarizados, que viven en casas fabricadas con láminas, cartón y materiales reciclados y no pueden soportar grandes cantidades de agua, por lo que quedan dañadas o totalmente destruidas y representan costosas pérdidas para las familias obreras. Son un gran gasto que, bajo amenaza de perderlo todo una vez más, si no se soluciona el problema estructural, seguirá afectando a las familias laguneras. La falta de drenaje pluvial en los polígonos de crecimiento de alta densidad urbana, así como la ausencia de mantenimiento a los pocos que existen, dan como resultado una ciudad completamente anegada.
El crecimiento exponencial y desorganizado de La Laguna, demuestra las diferencias que hay entre la zona centro de Torreón, con las zonas del oriente y sur. La zona centro de la región al ser la más vieja, posee un trazo urbano mucho mejor diseñado, ya que su planificación fue más eficiente desde el trazo original de la ciudad, utilizando las pendientes propias de la comarca con desniveles intervenidos constructivamente para crear en las calles y avenidas una dirección natural del flujo de agua. De existir un sistema de desagüe que en conjunto con el diseño de las calles, conformaran un sistema pluvial adecuado, mucho más eficiente, otorgándole un uso más óptimo y con un tiempo de vida útil más largo, se vería reflejado a mediano plazo en el menor gasto de materiales para el mantenimiento del sistema.
Las estadísticas señaladas por los estudios anuales del Instituto Municipal de Planeación y Competitividad (IMPLAN) determinaron que, las declaratorias del Municipio de Torreón respecto al desarrollo de fenómenos de origen hidrometeorológico han sido medidas del 2000 al 2020 y han contabilizado más de 8 declaratorias de emergencia por las lluvias extremas. El 47% de los estados de emergencia en los últimos 20 años, han sido por las inundaciones pluviales en la Ciudad de Torreón.
Una planeación urbana para las mayorías trabajadoras
La planeación urbana en Torreón ha sido diseñada según las necesidades de las grandes empresas. Las regiones están establecidas por sus actividades voraces y negligentes. Bajo estas condiciones depredadoras, los recursos se destinan a obras innecesarias o muy costosas que no solucionan conflictos urgentes como lo son los sistemas pluviales, que dicho sea de paso, deben modernizar constantemente debido a la contaminación del agua en los sistemas de alcantarillado combinado, esta medida es muy cuestionable ya que desaloja aguas residuales y mezcladas con las pluviales.
Este método contamina el agua, sin embargo, lo más adecuado es construir sistemas de alcantarillado separados, esto se debe a que el agua pluvial de la ciudad no corre porque se encuentran tapados, desde el desagüe hasta los diámetros de tubería y los depósitos, ya que la mezcla de residuos originados principalmente por el constante cambio de uso de suelo de los grandes comercios, saturan y colapsan la capacidad de los sistemas de desagüe.
Revertir esto requiere de medidas urgentes, en primer lugar, es fundamental incrementar los impuestos a los grandes grupos industriales y comerciales de la región lagunera, para financiar tanto las reparaciones como la instalación de los servicios de infraestructura que la ciudadanía necesita. Después de todo, los estragos que sufre la urbe son ocasionados en gran medida por la presencia de estos grupos que monopolizan los recursos y los predios, en contubernio con las autoridades municipales y estatales.
Otra parte importante de este financiamiento debe salir a partir de dejar de pagar la deuda pública que dejaron los Moreira y exigir que esos recursos sean usados en la tecnificación y modernización de toda la infraestructura y los servicios de las ciudades de Coahuila, pues ya se comprobó que esa deuda es ilegítima y corrupta. Sólo así se puede garantizar para la población y los trabajadores, el derecho a una ciudad y vivienda dignas, que no colapsen por desastres naturales, que pueden ser prevenidos. |