Entre octubre y noviembre del presente año se vino desarrollando el proceso de elección interna del Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (SUTUACM), con el objetivo de renovar a la Coordinación Ejecutiva y sus diversas secretarías, lo cual devino en una situación muy controvertida, ya que diversos grupos de trabajadores señalaron un proceso irregular y reclamaron mayor democracia sindical, en el marco de que sólo pudo inscribirse una planilla para contender.
La constancia que acredita a la Coordinación Ejecutiva fue emitida por ella misma, sin preguntar al conjunto de la base trabajadora, quien se supone que tiene el derecho de ese nombramiento, lo cual no puede ser considerado más que como imposición por parte de Gabriela Barrueta.
Esta situación desembocó en una oleada de críticas de los diversos sectores que componen al sindicato, porque la democracia sindical no se ha hecho efectiva, pues de entrada el proceso no está diseñado para permitir la participación democrática de los trabajadores, ya que los tiempos son muy cortos para organizarse, lo que se suma a la poca (o nula) voluntad de la dirección sindical de procurar que exista una situación en donde participe la mayoría. Pero la historia no termina ahí, ya que los grandes ausentes de las elecciones han sido los profesores de asignatura, a quienes se les niega el derecho a la sindicalización y basificación.
Un punto de vista desde los profesores
Como integrante de la agrupación Nuestra Clase y profesor de la UACM, me parece importante señalar que, a nosotros, los docentes precarizados, no se nos hace llegar ningún tipo de información de lo que sucede al interior del SUTUACM, por el simple hecho de que no se nos considera agremiados. Nuestra exclusión de la vida sindical es total, no estamos afiliados y no tenemos base, por lo que nos obligan a participar en la convocatoria cada seis meses para ser contratados, en un proceso que no tiene fin.
En mi caso, he podido enterarme gracias a los testimonios y al contacto con trabajadores de base, pero no ha existido preocupación alguna por esta Coordinación Ejecutiva, ni por ninguna de las anteriores, para que podamos ser parte del proceso. Tampoco ninguna planilla ha tenido interés alguno para que seamos parte, ya que nuestra situación jamás ha sido mencionada por alguna de ellas.
Cuando son las negociaciones salariales a nosotros no nos hacen parte a pesar de que tenemos un sueldo muy bajo, pocas prestaciones e inestabilidad laboral. Si se supone que los sindicatos existen para defender a las y los trabajadores, entonces es fundamental exigir que se nos permita valernos de ese instrumento para defendernos, ya que sin nosotros la Universidad no puede funcionar. Pero la reiterada negativa a ser afiliados refleja un acuerdo por arriba para mantener la precarización laboral por parte de las diversas direcciones sindicales, a pesar del discurso de la defensa de los derechos de los trabajadores.
El trato que le dan a la comunidad las autoridades
La precarización laboral contra docentes va de la mano de los ataques que, desde la rectoría, encabezada por Tania Rodríguez, se han lanzado contra el conjunto de los trabajadores y contra la Universidad misma. El primer ejemplo que podríamos dar es el momento en que le entregó un plantel destinado a nuestra institución a Claudia Sheinbaum para que se luciera, creando su universidad, la Rosario Castellanos. Dicha institución es un ejemplo de precarización total del trabajo, ya que al no tener ni Contrato Colectivo de Trabajo (CCT), ni sindicato, no existe forma en que los trabajadores puedan asegurar sus derechos colectivos, así que todos están sometidos a la inestabilidad laboral.
Por otro lado, han existido subejercicios presupuestales, con lo que podrían basificarnos, pero cuando se les reclama dicen que no hay dinero. Sobre ese pretexto buscaron bajarles prestaciones a los compañeros trabajadores atacando su CCT, mientras que a nosotros nos dicen que no somos parte de la institución. Además, existe una importante falta de becas, pero cuando los estudiantes reclaman les dicen que no hay recursos, mientras que Rodríguez gana más de 100 mil pesos y también otros funcionarios universitarios tienen sueldos onerosos.
Es necesaria la unidad entre estudiantes, docentes y trabajadores, empezando por la afiliación inmediata al sindicato de los profesores de asignatura con la perspectiva de su basificación, la cual es una tarea urgente, como instrumento para combatir la precarización laboral y fortalecer al sindicato mismo. Tarea que consideramos va de la mano con la democratización del SUTUACM, pues para nosotros es fundamental el involucramiento de la base del sindicato para que, con asambleas y movilización, se imponga la voluntad de la mayoría.
Lo que requiere el involucramiento de los estudiantes, pues consideramos importante que el sindicato abrace sus demandas y luche por aumentar el presupuesto para la universidad y para la educación pública, que el dinero sea para fortalecer las necesidades educativas y no para que vaya a parar al gasto militar, que todos los partidos del régimen han sostenido e incrementado. |
