Quien dirigía la venta de armas dentro del Ejército, era Víctor Roa Alburquenque, sargento segundo del Ejército, quien proveía a los narcotraficantes. Según el PDI Muñoz, el uniformado “era quien llevaba el suministro de munición y las entregaba a distintos regimientos. Aprovechaba esa facultad para ir a buscarla y desviarla a bandas delictuales“.
En 2018, el Ministerio Público y la Policía de Investigaciones (PDI) tenían en la mira a dos sospechosos. Según una investigación de Meganoticias, se trataba -originalmente- de Jonathan Olave Ahumada y Jonathan Alfaro.
En el desarrollo de la investigación, a través de escuchas telefónicas, se logró determinar que existía un nexo entre Olave y Los Gálvez, una conocida banda de narcotraficantes de La Legua Emergencia que intentó resurgir en 2018.
Finalmente se concluyó que era Roa quien extraía las armas y municiones desde los almacenes de guerra ubicados en Batuco.
El inspector de la Brico de la PDI señaló que adquiría las armas “de manera solitaria. No había más funcionarios involucrados. Se aprovechaba de la confianza que había por él ser un funcionario antiguo. Nadie lo registraba al momento que salía”. |