Este 25N el movimiento de mujeres y disidencias a nivel internacional unió sus fuerzas en la Acción Global Feminista por Palestina, alzando la voz contra el genocidio llevado a cabo por el Estado sionista israelí. Costa Rica fue parte de esta acción, por lo que en la marcha se hicieron presentes banderas, carteles, consignas y hasta sandías en apoyo al pueblo palestino.
También se llevó adelante solidaridad con las mujeres nicaragüenses, quienes denuncian no poder marchar en su país y señalan la culpa de la negación de sus derechos en el gobierno de Ortega-Murillo.
Por otra parte, la denuncia al gobierno y sus instituciones también estuvo presente, pues fue otro de los motivos por los que decenas de personas asistieron a la marcha. Esta denuncia fue visibilizada desde varios sectores. Uno de ellos fue el tema de los femicidios, pues el OIJ solo tiene para ofrecer dos opciones: o hacer de la vista gorda y quedarse en impunidad o recetar justicia patriarcal. Tal es el caso del doble femicidio de Fernanda y Raisha pues, a más de 3 años de haber ocurrido, el caso sigue impune.
Otro de los sectores que estuvo contra el gobierno fue el caso de las mujeres trans, al señalar que el gobierno ignora la violencia que ellas enfrentan. Ellas alzaron la voz al grito de “Basta, paren de matarnos”.
La Red de Mujeres Rurales también alzó su voz contra el desalojo llevado delante de forma violenta por la policía en La Guaria de Los Chiles, situación que se suma a los múltiples casos en que la fuerza policial ejerce violencia contra las mujeres, juventud y amplios sectores de masas, por lo que la denuncia al abuso policial fue otra de las consignas que acompañó la marcha.
Otra de las demandas con que contó la marcha fue por el aborto legal. Este es un derecho democrático que sigue siendo negado, pues el gobierno, sus instituciones y las iglesias están por mantener a las mujeres en la clandestinidad del aborto. Así lo han demostrado con sus políticas anti derechos.
Unir las fuerzas en un solo puño
Desde la llegada de Chaves al gobierno, el movimiento de mujeres ha estado saliendo a las calles para enfrentar sus políticas anti derechos, y los temas de nuestras demandas siempre han sido claros: por el aborto legal y ni una menos.
Es necesario, ahora, comenzar a unir fuerzas para lograr en los hechos esas demandas que tenemos. Para eso necesitamos construir en colectivo espacios de discusión como un Encuentro de mujeres que nos ayude a elaborar en conjunto propuestas sólidas, que estén en función de nuestras necesidades y lejos de fortalecer políticas represoras del Estado. Desde Pan y Rosas señalamos la necesidad de que todas las organizaciones de mujeres y juventud, pongamos nuestra imaginación política en función de crear propuestas con independencia de clase para erradicar todo tipo de violencia hacia las mujeres: violencia de los abortos clandestinos, violencia de la explotación del trabajo asalariado, violencia de las políticas de ajuste y violencia policial. Las calles son nuestras, y ahí es donde podemos demostrar la fuerza que tenemos para conquistar nuestros derechos.
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