A pesar de la lluvia, un centenar de militantes políticos, sindicales y sociales acudieron en solidaridad con Gaëtan Gracia, citado por la policía en el marco de una investigación por supuesta "apología del terrorismo". A las 11 de la mañana, el activista sindical y político entró en la comisaría acompañado de su abogado, mientras las y los manifestantes coreaban "Apoyar a Palestina no es un delito".
Durante el acto de protesta, distintas organizaciones tomaron la palabra solidarizándose con Gaëtan y se leyó una declaración de apoyo firmada por más de 20 organizaciones y personalidades. Como explicó Alberta, también militante de Révolution Permanente, la acusación de "apología del terrorismo" se utiliza para silenciar toda disidencia y criminalizar la solidaridad con Palestina, citando los casos de la diputada de LFI Danièle Obono, el Nuevo Partido Anticapitalista, el sindicalista de la CGT Jean-Paul Delescaut y el activista palestino Ramy Shaat. Como señalaron numerosos oradores, esta escalada represiva llegó al punto de llevar a audiencia a un niño de 10 años, también por "apología del terrorismo", en la ciudad de Perpiñán.
"Más allá del caso de Gaëtan, recordamos también el intento de [el ministro de Interior, Gérald] Darmanin y del gobierno de disolver el Colectivo Palestina Vaincra [Vencerá], y uno de los símbolos más importantes de esta criminalización es la detención de Georges Ibrahim Abdallah durante más de cuarenta años por apoyar a Palestina, ¡y le enviamos todo nuestro apoyo desde esta concentración!”, declaró Alberta, tras agradecer a todas las organizaciones y militantes presentes. Además, denunció “los contratos de armas entre el Estado francés e Israel, pero también de cientos de empresas, como Carrefour, que envían paquetes a los soldados que masacran a los palestinos en Gaza, ¡cómplices de genocidio!” Y concluyó señalando que “Esto es lo que el gobierno quiere silenciar hoy cuando criminaliza la solidaridad con el pueblo palestino”.
Solidaridad obrera e internacionalista frente a la criminalización
Le siguió una militante del Colectivo Palestina Vaincra, que recordó los lazos que unen a Révolution Permanente y a este colectivo desde hace muchos años en la misma lucha por obtener justicia en Palestina, pero también frente a la represión y, en particular, frente al intento de disolución del Colectivo Palestina Vaincra hace dos años. "Apoyar a Palestina no es un delito; al contrario, es un deber", concluyó. En la misma línea, Claude, que habló en nombre de Solidarité Palestine y de Boycott, Désinvestissement, Sanctions [Boicot, Desinversión, Sanciones] explicó que sus compañeros, por ser antisionistas, tienen un largo historial de llevar a su organización ante los tribunales. "Es obvio que cuando se reprime a un activista, tenemos que estar a su lado", explicó.
Numerosos militantes obreros de distintas secciones de la central obrera CGT tomaron la palabra. En primer lugar, Simon, compañero de trabajo y camarada de Gaëtan que, en nombre de los trabajadores de la planta de AHG (empresa aeronáutica tercerizada prestadora de servicios a Airbus) donde ambos trabajan, dijo: "Es importante para nosotros apoyar a nuestro compañero, y estamos orgullosos de tener un activista que defiende causas como Palestina y lucha contra el racismo dentro de la empresa”.
Pierre-Maurice, de la CGT ID Logistics, subrayó la importancia de la solidaridad internacional con los trabajadores de todo el mundo que luchan para "parar la máquina de guerra" israelí bloqueando puertos, por ejemplo, y explicó que cuando el gobierno ataca a un militante obrero como Gaëtan, está demostrando sobre todo "su miedo a que el movimiento se extienda a las empresas".
Un antiguo huelguista de la CGT Mécachrome recuerda que Gaëtan acudió a apoyarles dos años atrás, durante una lucha por salarios, pero que también estaban allí porque son internacionalistas y porque, además de pertenecer al mismo sindicato y trabajar en el mismo sector, libran la misma batalla en solidaridad con los palestinos y contra la masacre en curso. "Los intentos de intimidación no funcionarán", concluyó. Patrick, de la CGT Airbus, acompañó esas afirmaciones y dijo que "¡Estamos aquí porque se trata de solidaridad de clase frente a la ‘alianza sagrada’ que el gobierno quiere imponer en torno a su apoyo a Israel!
Varios jóvenes tomaron la palabra para expresar su apoyo incondicional a Gaëtan y a la lucha del pueblo palestino. Juliette, militante de Le Poing Levé [El Puño en Alto], recordó que en Le Mirail (Toulouse), tras una concentración en solidaridad con Palestina en el campus de la universidad que reunió a 400 personas, el rector había utilizado el plan Vigipirate (antiterrorista) para impedir cualquier otra acción de apoyo; pero que a pesar de este intento de criminalizar la acción, "no podrán impedir que los jóvenes digan que Palestina vivirá, Palestina vencerá".
Por su parte, un militante de la juventud del Nuevo Partido Anticapitalista insistió en que esta escalada represiva en nombre de la lucha contra el antisemitismo "es también contra los judíos movilizados en todo el mundo que frente a la masacre de Israel dicen ’No en nuestro nombre’".
Resultado poco claro
Tras 40 minutos de interrogatorio policial, durante los cuales Gaëtan se negó a hablar salvo para hacer una declaración, nuestro compañero abandonó la comisaría entre los vítores de los manifestantes que se habían congregado. "Voy a leerles la misma declaración que hice en la vista, porque, como se suele decir, todo lo que diga puede ser utilizado en mi contra". A continuación, reproducimos ese texto.
Por el momento, el caso se ha trasladado a la fiscalía y Gaëtan sigue a la espera del resultado de la investigación. Por tanto, ¡hay que seguir exigiendo que se retiren inmediatamente todos los cargos!
Declaración de Gaëtan:
Mi presencia aquí en el marco de una investigación por "apología del terrorismo" es el resultado de una mentira, según la cual cualquier postura a favor de Palestina es de alguna manera un apoyo al terrorismo. Es una amalgama que se utiliza para intimidar y tratar de silenciar cualquier expresión crítica. Permítanme explicarles mi posición sobre Palestina. Se basa en hechos concretos.
En primer lugar, el Estado de Israel fue creado en 1948 como un Estado colonial, basado en la limpieza étnica de la población nativa y que estableció un sistema de apartheid.
En segundo lugar, ha seguido ampliando sus fronteras, multiplicando sus asentamientos y oprimiendo, encarcelando y matando a palestinos. Mi posición tiene un punto de partida muy sencillo: estoy del lado del pueblo colonizado contra un Estado colonial.
Pero, y este es un punto importante, ¿significa esto que comparto las posiciones de las organizaciones que pretenden ser las únicas representantes de la lucha palestina? No.
En otras palabras, no comparto ni las posiciones de Fatah, que ha traicionado la lucha palestina en más de una ocasión, ni las de Hamás, que, si no he entendido mal, son las posiciones que pretenden atribuirme. No sólo condeno la matanza de civiles desde un punto de vista moral, sino que desde un punto de vista político no comparto la estrategia, los métodos ni el objetivo final de esta organización. Su estrategia no se basa en la lucha de las masas palestinas en alianza con los pueblos árabes de la región, y sus métodos ni siquiera permiten una amplia unidad entre los propios palestinos, a diferencia de la gran huelga de 2021 en Palestina. Su objetivo es la instauración de un Estado musulmán teocrático, mientras que yo defiendo la perspectiva de un único Estado laico y democrático, una Palestina socialista, en la que judíos y árabes puedan vivir en paz y en pie de igualdad.
El hecho de que ésta no sea hoy la posición mayoritaria en Palestina no cambia nada. La causa palestina sigue siendo una causa justa y hay que defenderla, sin equipararla a los terroristas.
Desde el 7 de octubre han muerto más de 14.000 palestinos, entre ellos 6.000 niños, y es normal que mucha gente se sienta indignada por estas masacres. |