Desde temprano, este 30 de noviembre se han realizado piquetes en varios lugares de trabajo. “Manifestaciones lentas” convocadas por el movimiento feminista vasco y los sindicatos han bloqueado los accesos a ciudades como Bilbao, Portugalete o Durango. El objetivo de estas manifestaciones simultáneas en varios puntos, es “ralentizar lo máximo posible el tráfico”.
El Movimiento feminsita de Euskal Herria y los sindicatos vascos han destacado el “amplio seguimiento” que está teniendo la primera Huelga Feminista General. Más de 1500 comités de empresa han adherido a la huelga feminista. Una huelga que constituye un gran ejemplo a seguir por el movimiento feminista en el Estado español.
La huelga del 30 de noviembre ha sido convocada por los sindicatos y el movimiento feminista como huelga general, tanto trabajadoras como trabajadores del sector público y privado están llamados a hacer huelga y sumarse a las movilizaciones. El lema principal de la huelga es “Por el derecho colectivo al cuidado”, para exigir un “sistema de cuidados público y comunitario” y para denunciar denuciar "la privatización y mercantilización" de los cuidados, a través de residencias o clínicas privadas.
La huelga se viene preparando desde hace bastante tiempo, con las reuniones de plataformas feministas durante la pandemia. Más tarde, los sindicatos se sumaron para convocar la huelga general. En Euskadi se vienen realizando hace varios años importantes huelgas en sectores precarios y feminizados, huelgas largas como las de las trabajadoras de residencias, trabajadoras de educación y sanidad, o las trabajadoras de la limpieza en el Museo Guggenheim o trabajadoras de la limpieza de Correos de Bizkaia.
Las convocantes señalan que la mayor parte del trabajo de cuidados (cuidado de ancianos, niños, enfermos, personas dependientes, sistema educativo y sanitario) recae sobre las mujeres. Ya sea en trabajos domésticos no remunerados e invisibilizados, o en trabajos asalariados, precarios y mal pagos. La mayoría de estos trabajos precarios involucran a mujeres migrantes en situación de sin papeles, por lo que en la huelga también se pide la derogación de la ley de extranjería.
“Los sindicatos convocantes y el Movimiento Feminista hemos querido remarcar que esta Huelga Feminista General va más allá del ámbito productivo. Fruto de las anteriores Huelgas Feministas, la herramienta de la huelga ha sido ampliada, para dar cabida tanto al trabajo productivo, como a todos esos trabajos de cuidados no remunerados e invisibilizados que mayoritariamente realizan las mujeres. Además, la realidad de una gran parte de las trabajadoras de los sectores de los cuidados es que se encuentran afectadas por los servicios mínimos, o se encuentran en situación administrativa irregular, o realizan trabajos de cuidados intensivos y no remunerados que no se pueden parar. Por todas ellas, el próximo 30 de noviembre saldremos a la huelga y llenaremos las calles” señalaban las organizaciones convocantes de la huelga.
Euskadi ya ha organizado otras huelgas feministas, el 8 de marzo de 2018 y de 2019, cuando estas fueron convocadas en todo el Estado y por todos los sindicatos. En esta ocasión, la mayoría sindical vasca es convocante de la huelga. Sin embargo, CCOO y UGT han considerado que la huelga general no era una “herramienta útil” para las demandas feministas.
La huelga afectará al sistema educativo (universidad, institutos y escuelas), sanitario, el transporte, y a miles de empresas privadas y servicios públicos. El gobierno vasco ha decretado servicios mínimos en diferentes ámbitos.
Durante toda la jornada están programados piquetes de protesta en varias ciudades. En Bilbao, está planificada una cacerolada frente al Palacio Foral y dos grandes concentraciones frente al Ayuntamiento, una a mediodía y otra a la tarde, como cierre de una manifestación que arrancará a las 17.30 horas.
La huelga feminista ha arrancado en Álava con piquetes frente a la fábrica de Michelin desde las 6 am. La Ertzaintza ha intervenido con cargas contra las manifestantes y ha detenido a dos personas acusadas de «desorden público».
Entre las reivindicaciones de la huelga, también se han visto exigencias de reducción de la jornada laboral.
Desde hace varios años, las trabajadoras de diferentes sectores como residencias, limpieza, sanitarias y educación vienen llevando adelante importantes huelgas en el País Vasco, como las trabajadoras de limpieza del Museo Guggenheim.
La huelga general feminista del País Vasco es un gran ejemplo para todo el movimiento feminista en el Estado español y a nivel internacional. Ese es el camino para luchar por las reivindicaciones más sentidas de las mujeres, en especial de las mujeres trabajadoras y las migrantes: uniendo nuestra lucha con la del conjunto de la clase trabajadora, una clase obrera más feminizada y racializada que nunca. ¡Viva la huelga general feminista! |