La Legislatura de la Provincia de Buenos Aires está terminando uno de sus años de mayor inmovilismo parlamentario de las últimas décadas. Con una única sesión ordinaria en lo que va del año (12 de Abril), comisiones que no funcionan, cientos de proyectos sin tratar, que podrían beneficiar la acuciante situación de los trabajadores bonaerenses, y atravesada por conflictos de todo tipo que van desde denuncias de corrupción hasta yates en Marbella, vuelve a ser noticia. Ayer se cayó la sesión en la cámara de senadores de la PBA porque el oficialismo no llegó al quórum, que tenía como único ítem en el temario, el tratamiento del proyecto de endeudamiento del gobernador Kicillof. La sesión extraordinaria de diputados, convocada con el mismo temario para el día viernes, corrió la misma suerte.
De espaldas a las demandas y penurias que atraviesan las familias trabajadoras en la provincia, que se profundizarán bajo el gobierno de Mieli que ya anticipa la “estanflación”, senadores y diputados de los partidos tradicionales deciden una vez más hacer uso del privilegio de la casta política y seguir la rosca puertas adentro de sus despachos, o ni siquiera ahí.
Ya habíamos adelantado nuestro rechazo al proyecto de endeudamiento. No íbamos a apoyar las mismas recetas que nos trajeron hasta acá y que permitieron el crecimiento de la derecha de Milei: para el ajuste y el endeudamiento, no cuentan con la izquierda. Mandaron un proyecto de endeudamiento sin conocer todavía el proyecto de Presupuesto para el 2024. Si tiene que endeudarse por 150 millones de dólares a un mes de terminar sus cuatro años de su primer mandato, ¿el gobierno de Kicillof no debería explicar abiertamente a la población el fracaso de su plan económico?
El argumento de Kicillof de “blindar” la Provincia ante el plan motosierra de Milei, además de significar mayor endeudamiento, es un indicativo que ante los enormes ataques que se avecinan sobre la clase trabajadora bajo el nuevo gobierno, el gobernador bonaerense no sólo sigue sin poner en duda el pago de la deuda contraída por Vidal (una verdadera estafa), sino que además ratifica que como hizo hasta ahora, no va a tocar un peso de las ganancias de los grandes ganadores de la provincia, el agronegocios y los megaemprendimientos inmobiliarios. ¿No era que primero los últimos?
Paradójicamente, somos una de las provincias que concentra la mayor riqueza del país, al mismo tiempo que tenemos las mayores carencias sociales, falta de urbanización, falta de vivienda, de acceso a los servicios básicos, salud y educación en emergencia. Es claro que mientras la mayoría perdemos, un puñado de empresarios, se siguen beneficiando. Todo esto se va a profundizar bajo el gobierno del ultraderechista de Javier Milei, que ya declaró una guerra contra la clase trabajadora. Hay que poner a la clase trabajadora de pie y dar vuelta las prioridades.
La motosierra se va a usar para atacar nuestros derechos. Milei todavía no asumió y ya se alió con la peor de esa casta que decía combatir. No lo votó nadie, pero Macri volvió como parte central del nuevo gobierno. Volvieron los Caputo, volvió Bullrich. Todos a disposición de un gobierno que ya dijo que se vienen meses brutales para las mayorías.
El plan de shock que quiere Milei viene con devaluación, liberación de precios y tarifazos. Todo eso empujará la inflación y hundirá más el poder adquisitivo de salarios, planes sociales y jubilaciones. Los trabajadores y sectores populares, tenemos que prepararnos para resistir y derrotar a ese plan de ajuste. Hay que exigir a las conducciones sindicales que se pongan a la cabeza de eso. No podemos dar ni un minuto de ventaja. Las mujeres trabajadoras tenemos que estar al frente de la organización en cada lugar de trabajo y estudio. La experiencia de la “marea verde” y toda la lucha por el aborto legal de la que sacamos enormes aprendizajes, tenemos que ponerla a disposición del conjunto de nuestra clase para resistir al plan motosierra de Milei: con independencia política de quienes nos ajustaron, organizar la resistencia de las y los de abajo con unidad y coordinación. |