Este jueves, en la Legislatura porteña, con acuerdo de todo el bloque de Juntos por el Cambio se votó la modificación de la Ley de Ministerios. Esto es el organigrama del gobierno. La mayoría de los ministerios quedaron en manos del sector del Pro que responde a Mauricio Macri y los radicales consiguieron algunas secretarías, dejando afuera al larretismo. De esta manera, ministerios y secretarías se acomodan a las necesidades del Jefe de Gobierno entrante, Jorge Macri.
Como bien denunció, la legisladora Alejandrina Barry del Frente de Izquierda Unidad, “esta nueva ley tiene que ver en principio con que nadie de la casta se quede sin su puestito.
“Creemos que obedece a los nuevos tiempos políticos a los nuevos tiempos políticos. Con las promesas de campaña de Jorge macri mucho más represivas y antipobres. Cómo la Ciudad se adecuó a esos tiempos políticos que tienen que ver con que alguien dijo que iba a ajustar a la casta y terminó incorporando lo peor de la casta económica y represiva a su gabinete”, continuó.
Con los cambios introducidos habrá diez ministerios en lugar de nueve, la Jefatura de Gabinete y las secretarías pasarán a ser cinco. Así quedaron establecidos los Ministerio de Hacienda y Finanzas, Justicia, Seguridad, Salud, Educación, Desarrollo Económico, Cultura, Desarrollo Humano y Hábitat, Espacio Público e Higiene Urbana e Infraestructura. En cuanto a las secretarías, se mantendrán la “General”, “Legal y Técnica”, “Comunicación”, “Asuntos estratégicos” y “Gobierno y Vinculo Ciudadano”.
Uno de los puntos clave es la división entre Ministerio de Justicia y Seguridad respectivamente. El primero asume las competencias en relación a implementación de políticas interjurisdiccionales con el Estado Nacional, las Provincias y los Municipios, en conjunto con la Secretaría de Gobierno.
Por ello, Barry explicó que “sabemos que justamente para aplicar estas políticas de ataque a los trabajadores y a los sectores populares se necesita reforzar políticas represivas y darle impunidad a sus actos. Por eso, entendemos que el desdoblamiento del Ministerio de Seguridad y Justicia tiene como objetivo fortalecer a cada uno de ellos para esta tarea”.
“En el caso de Seguridad lo vemos claramente con la incorporación de este personaje que nadie puede dudar que no tiene una agenda represiva abiertamente y que se corresponde con todos los discursos estigmatizantes y discriminatorios sobre la protesta social”, agregó en referencia a la designación de Waldo Wolff cuyo vice es Diego Kravets, conocido por reprimir un comedor popular infantil.
El caso del Ministerio de Justicia tiene que ver con el plan de traspaso de la Justicia Laboral a la Ciudad que tienen Milei y Macri que “significa crear una justicia todavía más adicta a los designios del macrismo. Conocemos lo que fue la actuación del Tribunal Superior de Justicia con las causas que tenían que ver con causas sociales. Pero sobre todo creo que tiene que ver con la impunidad que necesitan para esta nueva época”, como explicó Alejandrina en relación a la necesidad de los grandes empresarios que tienen sus sedes en la Ciudad y, por ende, deberían recurrir a dicha justicia ante conflictos laborales.
Barry puso como ejemplo de impunidad el reciente “fallo escandaloso y peligroso a Mauricio Macri por el espionaje a familiares de las víctimas del ARA San Juan”.
Por último, en su intervención, la referente por la lucha de los Derechos Humanos, planteó que desde el FITU, “desde 2015 estamos presentando en esta Legislatura, en el Congreso y en todo el lugar donde estamos, un Proyecto de ley para que cada funcionario o legislador gane como un trabajador. Que gane como una enfermera o una maestra”.
“Solo un legislador en la Ciudad de Buenos Aires gana casi 2 millones de pesos mientras una enfermera gana 300.000, matándose laburando o una maestra con máximo de antigüedad no llega a los 400.000. Entonces, no vemos por qué tiene que haber esta diferencia, incluso con Ministros que llegan a ganar hasta 3 millones de pesos”, agregó. | 
