La comunidad educativa de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales viene dando una importante pelea convocando a asambleas, difundiendo y discutiendo contra la construcción de bares gastronómicos dentro de la Reserva Ecológica Ciudad Universitaria Costanera Norte (RECU-CN), impulsada por el gobierno de Rodriguez Larreta. A raíz de esto, luego de varios meses de conflicto y con las obras casi finalizadas, se logró una Audiencia Pública en la legislatura porteña para tratar el tema.
En su intervención, Guadalupe Oliverio, integrante del Observatorio y Soluciones Ambientales de CABA apuntó contra el avance de los negocios inmobiliarios que nada tienen que ver con las necesidades de la sociedad. Además, denunció el impacto negativo no sólo hacia las distintas especies y fauna, sino hacia quienes habitamos una ciudad donde cada vez son más intolerables las olas de calor. Esto se da en el marco de un desdén constante hacia quienes denunciamos estas políticas criminales.
En su intervención, Guadalupe Oliverio, integrante del Observatorio y Soluciones Ambientales de CABA apuntó contra el avance de los negocios inmobiliarios que nada tienen que ver con las necesidades de la sociedad. Además, denunció el impacto negativo no sólo hacia las distintas especies y fauna, sino hacia quienes habitamos una ciudad donde cada vez son más intolerables las olas de calor. Esto se da en el marco de un desdén constante hacia quienes denunciamos estas políticas criminales.
Desde la banca del Frente de Izquierda Unidad se presentó un proyecto de amparo que buscaba frenar y proteger la reserva, el cual fue cajoneado con apoyo de todos los sectores de la legislatura porteña.
Esta misma pelea hoy tendría aún más sustento y otro sería el nivel de discusión si contáramos con la Ley de Humedales que tanto se cajoneo en el Congreso y con la que el ex FDT hoy Unión por la patria hizo sus promesas de campaña
Los estudiantes que participamos de las distintas asambleas advertimos y denunciamos el avance privatista sobre este espacio que contiene más de 800 especies de seres vivos, el cual también se utiliza para la formación profesional para les estudiantes de la carrera de Biología. Fue gracias a nuestra lucha y con la presentación de un amparo que se logró frenar las obras momentáneamente. Incluso cuando el centro de estudiantes, conducido por La Cámpora, se negó a convocar en más de una ocasión a las numerosas asambleas, llegando a desconocer el espacio. A su vez, les estudiantes denunciamos la complicidad de las autoridades de la UBA con el gobierno de la Ciudad al ceder el espacio para la construcción de los bares.
Estas medidas no son aisladas, son parte de una política tanto de la ciudad como nacional de avanzar sobre espacios verdes y bienes comunes. Esto lo vemos cada vez que se profundiza el extractivismo, desde el Litio en el Norte hasta las petroleras en el Mar. Son medidas que favorecen los discursos de la ultraderecha, envalentonados hoy más que nunca con el nuevo presidente electo, Javier Milei, abiertamente negacionista del cambio climático.
Ejemplo de la transversalidad de estas políticas es la última sesión de la Legislatura Porteña, que el día de ayer resolvió disolver la secretaría de ambiente de la ciudad. Con el acuerdo de todo el bloque de Juntos por el Cambio, ésta pasaría a ser absorbida para la creación de nuevos ministerios para comodidad del gobierno entrante de Jorge Macri.
Frente a este panorama y para que triunfe la pelea por la conservación y protección de la Reserva se vuelve indispensable que conducciones de centros de estudiantes y gremios estén a la altura convocando a asambleas y movilizaciones para lograr la más amplia unidad.
Retomando los ejemplos de organización que se realizaron en nuestra facultad, o como las asambleas que se están impulsando en Conicet y organizándonos en las calles es que vamos a poder conquistar nuestros derechos. |