En el día de ayer, en la provincia de San Luis, Claudio Poggi (ex-gobernador de la provincia de San Luis), tomo juramento al mando del gobierno provincial. Inmediatamente después de haber asumido, envió al Comando de Operaciones de Alto Riesgo (COAR), quienes forman parte de las fuerzas represivas de la provincia, a intervenir la ULP (Universidad de la Punta).

Ocurrió en paralelo con la asunción del Presidente Javier Gerardo Milei -quien discursivamente no solo emuló un discurso de guerra contra los salarios y derechos de los laburantes, los más humildes, sino que también hizo referencia a las palabras de Julio A. Roca para enmascarar la agenda represiva hacia cualquiera que se atreva a protestar en la calle o manifestarse en contra del ajuste. A esto se le suma que, en ese mismo acto en el que también se conmemoraba el Día Internacional de los Derechos Humanos, por medio de un decreto decidió eliminar la sigla “Derechos Humanos” al Ministerio de Seguridad.

En el caso de San Luis, el nuevamente gobernador Claudio Poggi en su efusiva inaugural hizo una resignificación del término “Nunca Más”- así como se hizo bajo el informe detallado de la CONADEP, y en la mención del primer juicio a las juntas militares bajo el gobierno de Raúl Alfonsín durante la transición democrática-, como parte de una pseudo “vuelta a la democracia” en San Luis en contraposición al saliente gobierno rodriguezsaaista en manos de Alberto Rodríguez Saá.

Resulta algo paradójico que el nuevo gobernador Poggi -además de haber sido el delfín político de Alberto Rodríguez Saá- en esta última elección hizo una alianza con el ex gobernador Adolfo Rodríguez Saá. Pero bueno, más allá de este “pequeño” detalle, dentro de su extenso discurso, Claudio Poggi, después de hacerse eco del “Nunca Mas”, y de decir que el cambio es decirle Nunca Más al “miedo” como método de dominación y control social por parte del Estado.

Horas más tarde, estaba el grupo policial COAR dentro de la ULP impidiendo el ingreso de trabajadores a la institución. Esta medida, ya preparada de antelación a la asunción como gobernador, tuvo como propósito la intervención de la ULP para dejar sin efecto el nombramiento de María Eugenia Catalfamo como reciente rectora y, asimismo, el nombramiento de Luis Guillermo Quintas como nuevo rector. Dentro de esta situación, es necesario mencionar que la designación de Catalfamo como rectora estuvo “flojo de papeles” desde un principio, dado que no cumple ninguno de los requisitos que exige el mismo estatuto de la ULP.

Ahora bien, más allá de las circunstancias y tensiones intrapartidarias dentro de la clase política sanluiseña, es alarmante y repudiable el hecho de que tres unidades de comandos armados de la Policía- vía decreto del ejecutivo-, haya intervenido la Universidad de La Punta frente al panorama que se vaticina a nivel nacional.

Como fue expresado en la asamblea del día sábado en la Trotskasa (local del PTS) entre militantes y diversos activistas docentes, ambientalistas, jóvenes, estudiantes, en torno al panorama provincial en relación con los posibles ajustes que lleve adelante el nuevo gobierno provincial y, si es en consonancia con el gobierno de Javier Milei. Si bien no podemos adelantarnos o hacer “futurología”, lo que sí es seguro es que el ajuste lo vamos a pagar los laburantes y viene con represión debajo del brazo.

En este sentido, es fundamental comenzar a organizarse en cada lugar de trabajo, de estudios o en los barrios, para conformar una gran fuerza movilizadora para las futuras peleas. De esta manera, desde el PTS-FITU exigimos el retiro inmediato de las fuerzas represivas a la ULP y se interrumpa la arbitrariedad del proceso de intervención.