Este jueves, tras 14 días seguidos de huelga indefinida, los trabajadores de Siemens en Airbus Getafe, amenazados con despidos y traslados, anunciaban que habían llegado a un preacuerdo con la empresa el cual garantizaba sus puestos de trabajo e incluía una subida salarial acorde al IPC.
La plantilla se enfrentaba a despidos y traslados a otros centros de trabajo debido al traspaso de su fábrica a otra empresa, Cegelec, que pretendía saltarse la legalidad vigente en los procesos de subrogación. Ante lo cual los trabajadores decidieron ir a la huelga que fue convocada por CGT.
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El acuerdo al que han llegado supone un triunfo para estos trabajadores, y un ejemplo de que la lucha sirve. Un principio básico al que debería adherirse cualquier sindicato que se reivindique de clase.
Sin embargo, los trabajadores no solo encontraron oposición entre la patronal, lo cual era de esperar, sino también encontraron de frente a las burocracias de CCOO en esa empresa.
Desde el sindicato dirigido por Unai Sordo, no conformes con no adherir a la huelga, dedicaron sus esfuerzos sindicales a hacer campaña contra la convocatoria y los huelguistas.
Ante la convocatoria emitieron un comunicado en el que se dirigían a “nuestro (su) CEO” para dejar claro que ellos no están de acuerdo con esta huelga.
En el mismo comunicado tratan de argumentar que la huelga “solo causaría un daño económico a nuestra empresa” tratando de equiparar los intereses de la empresa con los de los trabajadores, cuando son opuestos. Más aún cuando a los trabajadores ya les habían presentado despidos y traslados encima de la mesa. En el comunicado emplean un lenguaje y manera de expresarse propios de la patronal o de quienes responden a sus intereses. El comunicado de los burócratas parece tener más el objetivo de justificarse frente a “su CEO” por no haber podido evitar la huelga.
Está claro que este triunfo no solo es un golpe para la patronal que despide impunemente y mantiene salarios de miseria, sino contra las burocracias sindicales que operan como verdaderos policías de la patronal y como correa de trasmisión de la ideología burguesa en el interior de la clase obrera. |