La defensa de los puestos de trabajo sigue en pie, luego de los 101 despidos que realizó la empresa. Denuncian complicidad del sindicato. Llamado a la comunidad para apoyar este reclamo, por una navidad sin despidos.
Cómo te venimos contando en La Izquierda Diario, con el argumento de que bajaron las ventas, el mismo día en que Caputo anunciaba una devaluación que profundiza los niveles de pobreza y pulveriza los salarios, la empresa Bicontinentar decidió despedir a 101 trabajadores de su fábrica ubicada en el parque industrial de Chivilcoy.
La noticia fue informada por Fernando Danni, actual gerente de Recursos Humanos, que sin ningún tipo de escrúpulos pasó lista, uno a uno, una a una, de quienes perderían su trabajo.
Calcando casi textual los argumentos del nuevo presidente Milei, los voceros de la empresa repetían una y otra vez “no hay plata, no hay plata”. Como si el cinismo de una empresa que amasó millones fuera poco, agregaban, “Antes de cerrar la empresa porque la plata no alcanza tomamos esta decisión”. En una fábrica de 350 trabajadores, más de cien familias quedan en la calle.
Recordemos que los trabajadores y trabajadoras del parque industrial de Chivilcoy saben muy bien de qué se tratan los cierres de fábrica ya que hace no más de 6 años, cuando el grupo brasilero Paquetá decidió cerrar la planta, más de 600 trabajadores quedaron en la calle. Muchos de esos trabajadores hoy son parte de Bicontinentar. Además, en la misma planta durante los meses anteriores fueron varios trabajadores los que iban quedando despedidos y dejados a su suerte por el sindicato. Esta vez el golpe fue más fuerte pero el sindicato sigue sin estar a la altura de defender los puestos de trabajo. Otra vez una campaña de miedo contra los trabajadores.
Voces de la fábrica
La angustia y la bronca aumentan y se sienten en cada charla que desde La Izquierda Diario mantuvimos con algunas trabajadoras y trabajadores. Denuncian que quienes son responsables de garantizar sus derechos les dieron la espalda. “Hace 12 años que trabajo en la empresa, 10 cuando se llamaba ‘Paqueta’ y 2 ahora en ‘Bicontinentar’. Ya soy grande, ¿a dónde voy a ir a trabajar ahora? Nos ofrecen un retiro voluntario y el sindicato quiere pelear una moneda más. Pero nosotros queremos trabajar.” Cuentan sus trabajadoras. “La situación fue sorpresiva y violenta. Sin telegramas, solo de palabra”.
Luego las y los trabajadores decidieron parar la fábrica por una hora, y el sindicato decidió actuar a sus espaldas, decidiendo con la patronal para levantar la medida de fuerza sin consultarles.
El reclamo llegó al Ministerio de Trabajo como relataron las trabajadoras. “Cuando el sindicato sale afuera del Ministerio nos dijo que se había pedido la conciliación obligatoria y que teníamos que ir a marcar y cuando vuelven a ingresar arreglaron otra cosa, que la fábrica pedía cuarto intermedio y nos eximia de ir a marcar. El sindicato nos dijo una cosa y luego terminaron firmando otra, sin consultarnos nada”.
“Ese acuerdo que firmaron el sindicato, los delegados (con la patronal) fue un acuerdo entre ellos, no llamaron a ninguno de nosotros para ver si estábamos de acuerdo. Fue sin el consentimiento nuestro. Nosotros queríamos ir a la fábrica, presentarnos y ellos firmaron sin nuestro consentimiento y listo… se tiene que cumplir lo que decidieron ellos”, explica una compañera.
Otro trabajador agrega, “A la salida de la reunión con el ministerio de trabajo se habían acercado otros sindicatos para solidarizarse y nuestro sindicato nos lleva a una casa particular para hablar más tranquilos, cambiándonos la palabra de lo que se había hablado en el ministerio”.
También denuncian que firmaron papeles en su nombre sin consulta previa, de los cuales ellos no estaban de acuerdo y que les apuran todo el tiempo diciendo que deben firmar el retiro voluntario y recibir lo que la patronal les ofrece, porque de aquí a dos meses el dinero se les va a devaluar. Una canallada.
Navidad sin despidos
Las y los trabajadores reclaman continuar en sus puestos de trabajo, y expresan estar dispuestos a defenderlos. “A esta altura del año y con esta situación económica del país, ¿Dónde vamos a conseguir otro trabajo?”. Quienes fueron despedidos anteriormente hoy están haciendo changas, en la construcción o de delivery”. Claramente ni a la patronal ni al sindicato le interesan las historias de vida de cada uno de estos trabajadores, dejando en evidencia que a la hora de hacer ajustes, siempre pagan los mismos.
En cada uno de los mensajes que nos acercaron escuchamos las palabras de la patronal, “Para seguir funcionando con normalidad se eligió a la gente que está allá adentro, no tengo más para decirles”... “Esto es una cuestión productiva, los puestos que ustedes ocupan están superpoblados”...”A partir de mañana el puesto que ocupaba cada uno de ustedes no existe más”... “Si vienen no van a poder ingresar porque están despedidos”. Sin carta documento, sin preaviso. Sin importar la vida de sus familias.
Esta situación, como otras que se están dando en todo el país, habla de un plan claro de las patronales: ellas siempre ganan, avaladas por un estado y con sindicatos cómplices que avanzan para liquidar nuestras conquistas.
Sin ir más lejos, hoy se publica en el medio regional de Chivilcoy el avance de los despidos en otra fábrica de la zona, “Ladrillos Gandolfo”, que vienen con acciones de paro desde el 7 de agosto, donde hace un par de semanas se anuncia desde la patronal el desconocimiento de los acuerdos establecidos para garantizar la continuidad laboral, por lo que ya van 13 trabajadores despedidos que aún cuentan con sueldos adeudados por la empresa.
Se hace urgente rodear de solidaridad a los trabajadores y trabajadoras, por que si ganan ellos, ganamos todos. Estudiantes, organizaciones sociales, de derechos humanos y sindicatos, tenemos que estar juntos en esta pelea y gritar bien fuerte “¡Familias en la calle, nunca más!”